Incendios forestales en Canadá 2025: riesgos para la salud y calidad del aire
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Canadá se encuentra sumido en una crisis ambiental sin precedentes, con más de dos centenares de incendios forestales activos que han provocado un deterioro drástico en la calidad del aire de sus principales urbes. La situación alcanzó un punto crítico este viernes, cuando Toronto, la metrópolis más grande del país, se posicionó como la segunda ciudad con la peor calidad del aire a nivel global. Esta alarmante condición ha llevado a las autoridades a emitir una contundente recomendación a la población para que limite drásticamente el tiempo de exposición al exterior.

La advertencia del Ministerio de Medio Ambiente de Canadá subraya la gravedad del riesgo para la salud pública. El denso humo proveniente de los incendios, concentrados mayoritariamente en el oeste del país, representa una amenaza particular para segmentos vulnerables de la población. Personas mayores de 65 años, mujeres embarazadas, bebés, niños pequeños y aquellos que padecen enfermedades crónicas han sido señalados como los grupos de mayor riesgo ante la exposición a estas partículas contaminantes.

Monitoreo a nivel mundial de la calidad del aire

La magnitud del problema se refleja en los datos proporcionados por IQAir, una plataforma de monitoreo de la calidad del aire a nivel mundial. Este viernes, Toronto ocupó el segundo puesto en el índice de peor calidad de aire del planeta, una posición preocupante que se ve secundada por Montreal, que se situó en un desafortunado tercer lugar. Curiosamente, la ciudad estadounidense de Detroit lideró este sombrío ranking. Las autoridades canadienses han clasificado la calidad del aire en Toronto y sus alrededores, una región que alberga a aproximadamente 6 millones de habitantes, en el nivel más bajo de su escala, indicando una situación de alto riesgo. La capital de Manitoba, Winnipeg, donde algunos de los incendios más devastadores del país están activos, también padece una calidad del aire extremadamente deficiente.

Las cifras oficiales pintan un panorama desolador: 211 incendios forestales se mantenían activos en Canadá este viernes, la vasta mayoría concentrados en las provincias occidentales. La superficie total arrasada por las llamas en lo que va de año asciende a 2.7 millones de hectáreas, una extensión que subraya la magnitud de la devastación.

Desplazamientos de poblaciones

La emergencia ha provocado el desplazamiento masivo de poblaciones, con alrededor de 32.000 personas evacuadas hasta el momento. La mayoría de estos afectados son residentes de remotas comunidades indígenas ubicadas en el noroeste del país, quienes se encuentran en la primera línea de peligro ante el avance incesante del fuego. La provincia de Manitoba concentra el mayor número de evacuados, superando las 20.000 personas, debido a la presencia de 28 incendios activos en su territorio. En la vecina provincia de Saskatchewan, otras 8.000 personas han tenido que abandonar sus hogares. Las autoridades de Saskatchewan han informado, además, que las llamas han devorado cerca de 1 millón de hectáreas en su provincia este año, contribuyendo significativamente a la cifra total de superficie quemada a nivel nacional.

La Columbia Británica encabeza la lista de provincias con el mayor número de incendios, con 69 focos activos, seguida de Alberta, que registra 55. Esta distribución geográfica de los incendios subraya la extensión del desafío que enfrenta Canadá, con múltiples frentes de fuego que requieren recursos y esfuerzos coordinados para su contención y extinción. La crisis actual pone de manifiesto la creciente vulnerabilidad de los ecosistemas forestales canadienses ante condiciones climáticas cada vez más extremas, subrayando la urgencia de estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático.

 

Redacción Ambientum



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