
En una época marcada por la creciente preocupación por la sostenibilidad, el transporte se encuentra en el punto de mira debido a su considerable impacto ambiental. Según la Comisión Europea, el transporte representa aproximadamente una quinta parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en la Unión Europea. De estas emisiones, el 71,7%% provienen del transporte por carretera, siendo los automóviles responsables del 60,6% de las mismas. Esta realidad ha impulsado a muchas personas a buscar alternativas de movilidad más eficientes y ecológicas. En este contexto, las motocicletas emergen como una opción destacada frente a los coches.
Las motos, tanto convencionales como eléctricas, ofrecen ventajas ambientales significativas frente a los automóviles. Su menor emisión de gases contaminantes, el reducido consumo de combustible, la eficiencia en el uso de recursos y su capacidad para reducir la congestión del tráfico y el desgaste de las carreteras, las convierten en una alternativa de transporte más sostenible. Además, para quienes optan por ellas, contar con un buen seguro para la moto es una inversión inteligente para disfrutar de la pasión por las dos ruedas con total seguridad y confianza.
A continuación, se presentan las principales ventajas ambientales que ofrecen las motos.
Menor emisión de gases contaminantes
Las motos convencionales generan significativamente menos dióxido de carbono (CO₂) por pasajero y kilómetro recorrido en comparación con los automóviles. Según la Asociación Nacional de Empresas del Sector Dos Ruedas (ANESDOR), una moto emite, en promedio, 53 gramos de CO₂ por kilómetro, mientras que un turismo alcanza los 121 gramos. Por su parte, las motos eléctricas reducen aún más su impacto ambiental, con solo 17 gramos de CO₂ por pasajero y kilómetro. Esta reducción en las emisiones contribuye a mitigar el efecto invernadero y a mejorar la calidad del aire en las ciudades.
Menor consumo de combustible
Otra de las principales ventajas ambientales de las motos es su menor consumo de combustible en comparación con los automóviles. Esto se debe a su diseño más ligero y a la utilización de motores más pequeños, por lo que requieren relativamente poco combustible para moverse. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), una motocicleta de 125cc consume aproximadamente entre 2,5 y 3,5 litros por cada 100 kilómetros, mientras que un automóvil promedio consume entre 5 y 8 litros en la misma distancia.
Menor consumo de recursos
Las motos, gracias a su diseño compacto y versatilidad, son inherentemente más eficientes en el uso de los recursos que los automóviles, lo que se refleja en varias etapas de su ciclo de vida. Desde su fabricación, que requiere menos materiales y energía, hasta el final de su vida útil, donde generan menos residuos y sus piezas son más propensas a la reparación, reutilización y reciclaje, las motos representan una opción más sostenible.
Menos congestión y desgaste de las carreteras
La congestión del tráfico juega un papel importante en la contaminación ambiental. Los atascos prolongan el tiempo que los vehículos permanecen en las vías, lo que conduce a un mayor consumo de combustible y a un incremento de las emisiones contaminantes. Según ANESDOR, si se sustituyera un 10% del parque de otros vehículos motorizados por motos, disminuirían los atascos en un 40%. Esto se debe a que las motos, por su tamaño compacto, facilitan una circulación más fluida y contribuyen a disminuir los embotellamientos. Además, ayudan a reducir el desgaste de las carreteras.