El consumo de energía aumentó en 2017 en el conjunto de la Unión Europea. Por tercer año consecutivo, tanto la energía primaria como la final se incrementaron en torno a un 1%, lo que supone un 5,3% por encima del compromiso de los 28 de reducir un 20% su consumo energético en 2020, según datos de Eurostat.

Según la información publicada por Eurostat, a nivel doméstico, España alcanzó 125,6 millones de toneladas equivalentes de consumo de energía primaria, lo que supone un aumento del 5,4% respecto a 2016. También aumentó en España el consumo de energía final, en un 2,3%.

De acuerdo con los compromisos de eficiencia energética, el consumo de energía primaria debería no sobrepasar los 1.483 millones de toneladas equivalentes y el consumo de energía final no debería superar los 1.086 millones de toneladas para 2020.

La revisión de la Directiva de Eficiencia Energética establece que en 2030 el consumo de energía primaria no deberá superar las 1.273 millones de toneladas equivalentes y el consumo de energía final no deberá pasar de 956 millones de toneladas equivalentes, para lograr el objetivo de aumentar un 32,5% la eficiencia energética.

La energía primaria consumida en 2017 en la UE fue un 5,3% superior al objetivo de eficiencia energética para 2020. Desde 1990, el primer año desde que Eurostat recoge datos, el consumo ha caído un 0,4%.

Sin embargo, con el paso de los años esta variable ha fluctuado enormemente. Por ejemplo, alcanzó su pico más alto en 2006, con 1.729 millones de toneladas equivalentes, lo que suponía un 16,6% por encima del compromiso para 2020.

Por el otro lado, el récord más bajo de consumo de energía se produjo en 2014, cuando se consumieron 1.511 millones de toneladas equivalentes, es decir, el 1,9% por encima del objetivo. En los últimos tres años, el consumo aumentó nuevamente, a 1.537 Mtep en 2015, 1.547 Mtep en 2016 y 1.561 Mtep en 2017.

Consumo final de energía

En cuanto al consumo final de energía en 2017, los países miembros estuvieron un 3,3% por encima del objetivo de eficiencia energética en 2020. El pico de consumo de energía final tuvo lugar en el año 2006, con 1.195 millones de toneladas equivalentes y entre 2006 y 2017 descendieron un 0,6%, hasta las 1.122 millones de toneladas.

Los datos de Eurostat apuntan a que el año con la cifra más baja fue 2014, con 1.065 millones de toneladas, un 1,9% por debajo de 2020. Entre 2014 y 2017 el consumo final de energía se ha incrementado y ha pasado a 1.088 Mtep en 2015; 1.110 Mtep en 2016 y 1.122 Mtep en 2017.

Por países, Estonia fue la nación de la UE que más redujo su consumo de energía primaria en 2017(-5,4%), frente a Malta, que fue la que más creció. A Estonia le siguieron Reino Unido (-1,6%); Irlanda (-1,4%); Suecia (-1,6%); Finlandia (-1,2%); Países Bajos (-0,5%); Francia(-0,3 por ciento) y Bélgica (-0,3%). Por el contrario, el mayor incremento se ha producido en Malta (con +12,9%) y le siguen Rumanía (+5,8%); España (+5,4%) y Eslovaquia (+5,1%).

Finalmente, respecto al consumo de energía final, el mayor descenso se produjo en Bélgica y el mayor incremento en Eslovaquia. Durante el año 2017, el consumo final de energía cayó solamente en cuatro estados miembro respecto a 2016. Se trata de Bélgica (-1,2%); Reino Unido (-0,8%); Italia (-0,6%) y Eslovenia (-0,3%).

Por el contrario, los mayores incrementos se han contabilizado en Eslovaquia (+7%); Malta (+6,7%); y Polonia (+6,5%). Entre los 23 países de la UE donde cayó el consumo final de energía entre 2006 y 2017, sólo en Grecia (-2,3%) se superó la media anual de descenso en más de un 2%, frente al incremento del consumo en Malta (+2,7%); Polonia (+1,4%); Lituania (0,7%); Austria (0,3%) y Hungría (+0,1%).

Fuente: MARÍA CASTAÑEDA CARVAJAL / Energynews,

Artículo de referencia: https://www.energynews.es/consumo-de-energia-ue/,



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