
El Instituto de Tecnología Química (ITQ), un centro de investigación de vanguardia fruto de la colaboración entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV), se encuentra a la vanguardia de la innovación energética con la coordinación del ambicioso proyecto europeo hyPPER. Esta iniciativa, dotada con 2,5 millones de euros de financiación proveniente del programa Horizonte Europa, tiene como objetivo fundamental revolucionar el almacenamiento y el transporte de energía renovable a través del desarrollo de un sistema pionero basado en moléculas orgánicas portadoras de hidrógeno (LOHC, por sus siglas en inglés).
La piedra angular del proyecto hyPPER reside en la creación de un reactor electroquímico de última generación, capaz de almacenar la energía eléctrica generada a partir de fuentes renovables mediante la utilización de estas moléculas orgánicas.
Según un comunicado emitido por el CSIC, esta innovadora tecnología permitirá el almacenamiento estable de la energía y su transporte seguro y eficiente en condiciones ambientales, superando las limitaciones de los métodos convencionales. El horizonte temporal para el desarrollo y la optimización de este sistema se extiende a lo largo de cuatro años, durante los cuales un consorcio internacional de ocho socios, provenientes de España, Noruega, República Checa y Suiza, aunará su experiencia y conocimientos en campos tan diversos como la electroquímica, la catálisis y la nanofabricación. La puesta en marcha oficial del proyecto tuvo lugar en València, donde se celebró la reunión inicial del consorcio el pasado mes de febrero, marcando el inicio de una colaboración transnacional con un potencial transformador para el sector energético.
Capacidad de integración
Uno de los aspectos más prometedores de la tecnología propuesta por el proyecto hyPPER es su capacidad para integrarse de manera más eficaz en las plantas de energía renovable ya existentes. Esta integración optimizada, que busca eliminar los pasos intermedios que a menudo merman la eficiencia de los sistemas actuales, podría alcanzar una eficiencia energética global superior al 75%. Este significativo aumento en la eficiencia no solo maximizaría el aprovechamiento de las fuentes de energía limpia, sino que también contribuiría de manera sustancial a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, un objetivo crucial en la lucha contra el cambio climático.
José Manuel Serra, investigador principal del proyecto hyPPER en el ITQ, subraya el potencial disruptivo de esta iniciativa, afirmando que «pretende revolucionar el sector energético al ofrecer soluciones eficientes de almacenamiento temporal y transporte de la energía, permitiendo equilibrar las fluctuaciones en la producción de energías renovables y acoplarlas a las demandas de consumo». En una explicación concisa y reveladora, el investigador del CSIC resume la visión del proyecto: «En pocas palabras: la energía podría utilizarse en el momento y el lugar en el que se necesitase». Esta capacidad de almacenar y transportar la energía renovable de manera flexible y eficiente allanaría el camino para una mayor penetración de estas fuentes limpias en el mix energético global, superando uno de los principales desafíos que históricamente han limitado su adopción a gran escala: la intermitencia en la generación.
Electrólisis del agua
La principal innovación del proyecto hyPPER radica en la integración directa del sistema en las plantas de energía renovable. En la fase de carga, el dispositivo combina de manera sinérgica la electrólisis del agua, el proceso fundamental para dividir la molécula de agua en hidrógeno y oxígeno utilizando electricidad, con la hidrogenación de la molécula orgánica portadora. Posteriormente, en la fase de descarga, el sistema acopla la deshidrogenación de la molécula orgánica, liberando el hidrógeno almacenado, con la oxidación controlada de este hidrógeno para producir electricidad en un único paso integrado. Esta optimización de los procesos, que elimina etapas intermedias y reduce las pérdidas de energía, es clave para alcanzar la alta eficiencia energética proyectada y para mejorar la sostenibilidad económica y ecológica de todo el ciclo.
El consorcio internacional que impulsa el proyecto hyPPER reúne una masa crítica de conocimiento y experiencia en áreas fundamentales para el éxito de la iniciativa. La combinación de la experiencia en electroquímica, catálisis (la ciencia de acelerar las reacciones químicas) y nanofabricación (la ingeniería a escala nanométrica) de los ocho socios participantes augura un enfoque multidisciplinario y altamente especializado para abordar los desafíos científicos y tecnológicos inherentes al desarrollo de este innovador sistema de almacenamiento y transporte de energía renovable. La reciente reunión inicial en València sirvió como punto de partida para una colaboración que promete marcar un hito en la transición hacia un futuro energético más limpio y sostenible.