El tráfico de especies se adapta a las nuevas tecnologías y en ausencia de regulación aproximadamente el 36% de las especies de reptiles se comercializan a través de Internet.

La actividad humana esta contribuyendo en gran medida a la que hoy en día los científicos se refieren como la sexta extinción masiva: una crisis de biodiversidad cada vez mayor impulsada por la pérdida de hábitat, la contaminación, la introducción de especies invasores, el cambio climático o el comercio ilegal de vida silvestre.

Y aunque la conciencia y conocimiento respecto a esta pérdida de biodiversidad incrementa día a día, encontramos que en la actualidad, a pesar de los numerosos informes de respetadas entidades de la conservación como son la IUCN -Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza-, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre –CITES– o bases de datos como el Sistema de Gestión de Información y Aplicación de la Ley – LEMIS– del servicio de Pesca y Vida Salvaje de los Estados Unidos, el comercio ilegal de Vida Silvestre sigue siendo la segunda principal causa del declive de numerosas especies a nivel mundial.

Reptiles

Ahora, a este respecto, y centrado en la clase de los reptiles, un nuevo estudio titulado Thousands of reptile species threatened by under-regulated global trade publicado esta semana en la revista Nature Communications informa de como los traficantes de flora y fauna se adaptan a las nuevas tecnologías y de como más de un tercio de las especies conocidas de reptiles son vendidas y compradas en la actualidad a través de Internet.

Además según indican los autores en su trabajo, tres cuartas partes de este comercio corresponde a especies que no están cubiertas por las regulaciones internacionales entre las cuales se incluyen especies en peligro de extinción y de distribución restringida como la tortuga del cabo moteada –Homopus signatus– o el camaleón tigre de Seychelles (Archaius tigris).

Para tratar de entender esta nueva dimensión digital del comercio de fauna salvaje, la bióloga de la conservación con sede en el Jardín Botánico Tropical de Xishuangbanna, Alice Hughes se valiójunto a varios colegas, de una búsqueda web automatizada para documentar el comercio en línea de reptiles entre los años 2000 y 2019.

Los datos de los minoristas de reptiles en línea se cruzaron posteriormente con la información de las dos bases de datos internacionales sobre comercio de vida silvestre anteriormente mencionadas: CITES y LEMIS.

Los autores descubrieron que en la actualidad se comercian en línea unas 3.943 especies de reptiles -que representan aproximadamente el 36% de todas las especies de reptiles conocidas– , y de las cuales el 79% no están sujetas a la regulación comercial de CITES, el principal convenio internacional en la materia.

Capturados en la naturaleza

Los autores también destacan en su trabajo que aproximadamente el 90% de las especies de reptiles que se comercializan y el 50% de individuos en el mercado se capturan en la naturaleza. Del mismo modo, al observar la geografía de este comercio, identificaron a Vietnam como una fuente importante de algunas de las especies más amenazadas del mundo, siendo Europa y América del Norte los principales mercados de consumo.

Hughes y los suyos argumentan que si no logramos mitigar el impacto de este comercio no regulado pero legal, las especies de reptiles endémicas y de pequeño rango de distribución pueden ser las próximas víctimas de la actual crisis de biodiversidad.

Fuente: Héctor Rodríguez / National Geographic,

Artículo de referencia: https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/internet-agujero-negro-para-biodiversidad-reptiliana_15926,



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