Las nuevas tendencias en la gestión de los residuos sólidos urbanos, muy influenciadas por la legislación comunitaria, apuntan hacia el máximo aprovechamiento de los productos incorporados en los residuos papel, vidrio, plástico, etc. La recogida globalizada sólo permite esta recuperación separando mecánicamente cada producto en plantas de reciclado o triaje, operaciones innecesarias si se establecen los medios para la separación de estas fracciones. Por otro lado, esta mezcla origina pérdidas de valor, pues la basura limpia se contamina con otras fracciones. La recogida selectiva de residuos es la sistemática para obtener productos separados, limpios y con alto nivel de valorización.
Las líneas maestras de la recogida selectiva se centran en:
- Reducir la producción general de residuos.
- Aprovechar y recuperar todo lo posible.
- Gestionar de forma controlada la eliminación de las fracciones restantes
Si los productores de residuos fuesen capaces de recoger separadamente todos sus componentes, las labores de recogida y eliminación serían más lógicas y económicas, proporcionando una verdadera potencialidad al aprovechamiento real de estos productos con una enorme valorización de los mismos. Sin embargo, esta sencilla idea peca de simplista, ya que debe considerarse que en los residuos hay materiales compuestos de más de un producto.
A pesar de estos pequeños inconvenientes las basuras urbanas son fuente de enormes volúmenes de productos reutilizables. La recogida selectiva es una de las técnicas que se utilizan para conseguir estos objetivos. Desde un punto de vista teórico, la segregación total de los residuos en su origen posibilitaría la inmediata recuperación y reciclaje de una importante parte que podría valorarse entre el 35 y el 60% de su peso y entre el 70 y el 85% de su volumen. En la práctica, existen algunas limitaciones que reducen estas cantidades teóricas.
Se denomina recogida selectiva a la separación en origen, de forma consecuente y voluntaria de las diversas fracciones que componen los residuos urbanos, y es una de las vías más importantes para conseguir el reciclado y recuperación de estos productos. Los métodos industriales, cuyo objetivo es separar de forma mecánica los componentes de los residuos domésticos, obtienen productos contaminados que merman su valor comercial de forma importante, precisan costos elevados de operación y producen altos porcentajes de rechazo, lo que hace que su utilización sea muy discutible. La recogida selectiva en origen es más sencilla y, sobre todo, responde a la voluntad del ciudadano de entregar residuos con alto potencial de recuperación real.
La recogida selectiva en España no sólo responde a fomentar el reciclaje y valorización de los residuos sólidos urbanos, sino que, en algunos casos, se establecen para retirar de los circuitos de gestión los residuos tóxicos y peligrosos como pilas de botón, medicamentos caducados y productos similares.
El desarrollo de la recogida en origen en España se inició con una idea de servicio público más ligada a modas o tendencias filosóficas que a conceptos de rentabilidad. Todo esto se ha alterado con la intervención de la Administración propiciando infinidad de iniciativas, subvenciones, etc., que han dificultado el conocimiento exacto del tema pero que han conseguido un innegable aumento de las cotas de recogida. Actualmente, el nivel de recogida en origen en España es aún muy bajo, estimándose sólo en un 5% del total del peso de los residuos urbanos aunque hay ciudades donde ya se supera el 12%.
La recogida selectiva, al reutilizar productos en fases finales de elaboración, ahorra no sólo recursos naturales sino también energéticos. Estos productos han venido a completar la optimización de recursos tradicionales en los sectores industriales del vidrio, papel, etc., sectores habituados a la recuperación de subproductos.
La recogida selectiva es la vía para conseguir una gestión más racional y lógica de los residuos sólidos urbanos. Su éxito y avance depende de la colaboración del ciudadano, quien debe ver que su participación redunda en su propio beneficio y en el del medio ambiente en que habita.
Esta filosofía de recogida de residuos sólidos estará ampliamente complementada en futuros artículos.