La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente trabaja desde el sábado para evaluar los daños producidos por los incendios originados en las sierras del Almirez (Lorca), y de La Palera-Serreta y Almorchón, en la zona de Cieza y Calasparra. Según los últimos datos, en el municipio de Lorca se han visto afectadas 228 hectáreas, de las que 210 corresponden a bosque mediterráneo, y 306 en la zona de Cieza y Calasparra.

La consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, y la consejera de Presidencia, María Dolores Pagán, junto a los alcaldes de Lorca, Francisco Jódar, Cieza, Pascual Lucas, y Calasparra, José Vélez, han informado  de la situación actual de los incendios originados el pasado jueves y de las actuaciones llevadas a cabo. Martínez-Cachá informó de que durante esta semana se realizarán las evaluaciones de daños y los informes pertinentes, la próxima semana se comenzará a preparar el borrador de estrategia de recuperación y seguimiento, y en septiembre se presentará a los municipios el plan de actuaciones previsto para la regeneración de las sierras.

La consejera indicó que “desde el primer minuto estamos trabajando con un objetivo claro: la regeneración de la zona” y añadió que “el dispositivo de emergencias ha actuado con rapidez, eficiencia y eficacia, y ha sido clave para evitar que el fuego se extendiera, ya que se trataba de zonas de difícil acceso y con condiciones climatológicas adversas que hicieron que se reavivara el fuego en la zona de Cieza el viernes”.

Tanto en Lorca como en Cieza se han visto afectadas zonas LIC (Lugares de Importancia Comunitaria) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). En el caso de Lorca, el fuego llegó a la sierra del Almirez, que es de titularidad municipal. Se trata de un espacio con pinares, sabinares y retazos de carrascal. En cuanto a la fauna, destacan rapaces como el águila real, águila culebrera, águila calzada, búho real y halcón peregrino, así como tortuga mora y galápago leproso. Este espacio es un pulmón de la zona norte de Lorca, referencia de las pedanías altas como Zarcilla de Ramos.

La propuesta de recuperación incluirá la retirada de madera quemada, así como de los pies muertos, para evitar un posible ataque de la plaga del barrenillo que afecta a árboles debilitados. También se consolidarán los suelos para evitar la erosión. En Lorca, gran parte de la superficie afectada corresponde a vegetación de bosque mediterráneo maduro, de forma que existe un banco de semillas natural en el suelo que rebrotarán de forma espontánea. Los trabajos de retirada de madera comenzarán a partir de septiembre y después se procederá con las nuevas plantaciones.

En Cieza y Calasparra se han visto afectadas 217 hectáreas en la sierra de La Palera; 3,15 hectáreas en la sierra de La Serreta; 48,24 hectáreas en la sierra del Almorchón y 38 hectáreas en El Mulatón o Alto de Almadenes. En estos espacios se encuentran especies como el pino carrasco (Pinus halapensis) y hábitats de las riberas fluviales de los ríos Segura y Benamor con bosque de ribera mixto, zarzal, cañaveral y tarayal, alamedas, saucedas, fresnos y olmos. Es área de aves rapaces (águila real, halcón peregrino y búho real).

En esta zona también se contempla un plan de recuperación que incluye la retirada de madera quemada y consolidación de suelos, a la espera de ver cómo evoluciona la sierra, en cuanto a su regeneración natural, y se valorará el comienzo de los trabajos de las nuevas plantaciones. La sierra La Palera-Cañón de Almadenes cuenta con un plan distinto a corto y medio plazo.

Cañón de Almadenes

En el espacio natural protegido del Cañón de Almadenes -reserva natural de la Red Natura 2000-, el fuego no ha llegado al bosque de ribera. Según el informe técnico de la Unidad de Defensa Contra Incendios Forestales (UDIF) de la Consejería, el cañón de Almadenes se ha visto afectado en sus laderas interiores, con superficies más o menos continuas de espartal y pinar claro calcinadas, sin que se haya visto afectada la vegetación de ribera. Las laderas más afectadas han sido las más abiertas del comienzo del cañón, aguas arriba, mientras que en las zonas con más pendiente la afección ha sido mucho menor, disminuyendo conforme nos acercamos a la presa de La Mulata.

La consejera destacó que “desde que se detectó el incendio en Cieza la protección del Cañón de Almadenes ha sido prioritaria. El dispositivo de extinción realizó todos los esfuerzos posibles para que la afección fuese la menor posible dentro de las difíciles condiciones de este incendio forestal y las propias para los medios de extinción en el interior de un cañón abrupto y de difícil transitabilidad. Con todos estos medios se ha conseguido que el importante valor de su vegetación de ribera haya quedado intacto”.

Agentes Medioambientales de la Consejería están realizando desde la mañana del sábado, 8 de agosto, trabajos en el perímetro del incendio y levantamiento de capas del terreno para recoger la máxima información y comenzar con la evaluación. Los trabajos de regeneración en este espacio consistirán en la elaboración de un plan a corto plazo con sectorización de ecosistemas y seguimiento y control de las actuaciones.

Asimismo, hay especies como el espartizal, con gran capacidad de regeneración, por lo que se prevé que comience a rebrotar antes de primavera, y el matorral que se regenera de forma natural en un corto periodo. Más difícil será la recuperación de los pinos de las laderas del Cañón, ya que al tratarse de litosoles, suelos muy rocosos, se dificulta la replantación. La recuperación de los sabinares también es más lenta. En las laderas se trabajará con la Confederación Hidrográfica del Segura para evaluar la conveniencia y el momento en el que se deben retirar los troncos de los árboles quemados.



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