Los servicios meteorológicos aconsejaron este viernes a la población de Bahía Galveston, en el estado norteamericano de Texas, que se refugie bajo tierra debido a la amenaza que supone la llegada del huracán “Ike”, ya que de lo contrario se enfrentan «a una muerte segura», informa la cadena estadounidense CNN.

No obstante, miles de personas ya abandonaron este jueves las zonas costeras de Texas ante el temor de que les alcance “Ike”, que tras provocar grandes destrozos a su paso por Cuba y Haití, se dirige ahora a Texas, aunque se espera que esquive el corazón del área de plataformas petroleras.

“Ike”, un huracán de categoría 2 con vientos de 160 kilómetros por hora, tocaría tierra en Texas a últimas horas del día de hoy o mañana temprano, posiblemente como un ciclón de categoría 3 con vientos superiores a los 178 kph, según informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.

El huracán amenazaba a Houston, la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos y un centro de la industria petrolera. Muchos recuerdan la caótica evacuación de dos millones de residentes a través de la autopista ante la amenaza del huracán “Rita” en 2005, que casi no tocó a la ciudad.

Aunque se observaban vientos con fuerza de huracán, varios funcionarios pidieron a la mayoría de los residentes que se «refugien en casa». «Ellos están más seguros y en una mejor posición si se quedan donde están», dijo el alcalde de Houston, Bill White.

Debido al amplio rango de “Ike”, cuya expansión geográfica es mayor a la del huracán “Katrina” que azotó el sur del país en 2005, éste podría provocar marejadas de hasta 6 metros, normalmente asociadas a las grandes tormentas. “Ike” «representa un importante peligro de tormentas», dijo el CNH en su aviso de las 23.00 hora (05:00 horas en España). La tormenta llega sólo 10 días después de que el huracán “Gustav” amenazó a Nueva Orleans, que aún se recupera de la devastación provocada por Katrina.

«El mensaje más importante que puedo enviar es que no tomen esto a la ligera», dijo el secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff, en Washington. «Esta no es una tormenta con la que se pueda jugar», agregó

LAS PLATAFORMAS A SALVO

A medida que el camino de la tormenta se aleja de la mayoría de las 4.000 plataformas marinas que producen un cuarto del suministro de crudo de Estados Unidos, los futuros del petróleo estadounidense cayeron hasta 100,10 dólares el barril (71,4 euros) su nivel más bajo desde comienzos de abril.

Los residentes de Galveston, una ciudad en una isla a unos 80 kilómetros al sur de Houston, y que cuenta con cerca de 280.00 habitantes recibieron la orden de evacuación.

«Nos vamos de aquí», dijo Nykera Allen, una estudiante que estaba cargando sus maletas en un coche para marcharse a San Antonio. «Van a cortar la electricidad y el agua. La situación no será buena», añadió.

Según las previsiones, “Ike” podría impactar cerca de la localidad de Freeport en el condado de Brazoria, justo en el sur de Galveston. Podría transformarse en la peor tormenta en azotar la costa de Texas desde que el huracán “Carla” tocó tierra cerca de Corpus Christi en 1961.

La costa de Texas, desde Corpus Christi hasta Beaumont es conocida como la «hilera de refinerías,» con cerca del 25 por ciento de la capacidad de refinamiento del país.



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