La compañía BP es la empresa que ocasionó en 2010 en el golfo de México uno de los desastres ambientales más graves, tras la explosión en la plataforma Deepwater Horizon. Greenpeace incide en que el cambio de modelo energético imprescindible para el planeta evitaría la dependencia actual del petróleo y los impactos de sus vertidos.

Greenpeace recuerda que Pemex anunció el 10 de agosto su intención de empezar a operar desde el Puerto Exterior de Punta Langosteira, en A Coruña, donde prevé instalar una planta de mezcla de hidrocarburos. La organización ecologista también cree que hay que tener en cuenta que la ubicación de este Puerto Exterior es "la peor" de las posibles debido a las duras condiciones oceanográficas, según el Ministerio del Medio Ambiente.

"Han pasado diez años tras la marea negra del Prestige y por ella se construyó el Puerto exterior en A Coruña. Hoy vemos que el motivo no fue evitar catástrofes sino para que compañías petroleras como Pemex hagan negocio, asesoradas por los responsables de las mareas negras. Esta es la demostración de la perversión del negocio del petróleo", ha declarado Raquel Montón responsable de energía en Greenpeace.

El 20 de abril de 2010, la explosión de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon causó la muerte de 11 personas y la fuga de casi cinco millones de barriles de crudo en la cuenca marítima del golfo de México durante más de tres meses. British Petroleum, la empresa responsable de la plataforma, realizó intentos infructuosos por sellar el pozo Macondo que estaba ocasionando un grave daño ambiental a la flora y fauna marina e impactando en las actividades pesqueras y turísticas.

A principios de 2011, la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) declaró un evento de mortalidad inusual (UME) para los cetáceos en el norte del golfo de México -desde febrero de 2010 hasta ahora-, debido a un fuerte aumento en el descubrimiento de varamientos de delfines mulares prematuros o nacidos muertos en la región. En ese año, hubo 356 varamientos de cetáceos (en comparación con un promedio histórico de 74). Muchos de estos animales tenían trazas visibles de crudo en sus cuerpos.

Dos años y medio después de ese vertido, las consecuencias persisten. Aún hay zonas cerradas a la pesca en Estados Unidos debido a que el crudo vertido por la fuga permanece visible en el fondo marino. Tal fue el impacto que en México, en los estados costeros de Tamaulipas, Veracruz y Yucatán, algunas organizaciones que congregan a más de 20.000 pescadores han denunciado a la empresa British Petroleum y exigen una indemnización debido a la baja en la producción pesquera a raíz del derrame.

En el caso de España, Greenpeace ha demostrado que, Energía 3.0, un modelo energético basado en la eficiencia, en la inteligencia y 100% renovable es técnicamente viable, y mucho más favorable desde el punto de vista económico, de impacto ambiental y de ocupación del territorio. Mediante la eficiencia, la demanda de energía se reduciría en 2050 en un 55% respecto a 2007 y en un 72% comparado con la perspectiva de seguir como hasta ahora. Ese modelo costaría en total un 91% menos de lo que costaría seguir con el sistema actual. El ahorro económico total desde hoy a 2050 sería de más de 200.000 millones de euros al año de media, diez veces más de lo que pierde España cada año por importar petróleo y derivados.



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