El informe revela que el 15,4 por ciento de las zonas terrestres y aguas continentales y el 3,4 por ciento de los océanos del mundo están ahora bajo áreas protegidas protegidos - destacando la creciente conciencia mundial sobre la necesidad de salvaguardar los recursos naturales que desempeñarán un papel crucial en los próximos Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Las áreas protegidas son esenciales para la conservación de las especies, los ecosistemas y los medios de sustento que estos soportan. A su vez, juegan un papel clave en la adaptación y la mitigación de los impactos del cambio climático, por ejemplo, mediante la reducción de los riesgos de las amenazas naturales y constituyendo un sumidero de carbono a través de los bosques, de los cuales 7,8 millones de km2 se encuentran en áreas protegidas.

El informe, el segundo de una serie de informes destinados a evaluar los progresos hacia la consecución de la Meta 11 de Aichi del Convenio sobre la Diversidad Biológica, considera que 1,6 millones de km2 de nuevas áreas protegidas han sido declaradas desde el año 2012. Desde el año 2010, la cobertura mundial total adicional equivale a 6,1 millones de km2, un área cercana al tamaño de Australia.

La Meta 11 establece que, para 2020, las áreas para la conservación sean administradas de manera eficaz y equitativa y cubran al menos el 17 por ciento de las zonas terrestres del mundo y el diez por ciento de las zonas marinas con énfasis en aquellas de particular importancia para la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas.

El informe Protected Planet 2014 determina que es probable que la meta se cumpla en términos de cobertura física, pero a su vez, destaca la falta de progreso en otras áreas, tales como: garantizar que las áreas protegidas se encuentren localizadas en áreas importantes para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, que estén administradas de manera eficaz y equitativa y que además, estén bien conectadas.

El informe advierte que sin una acción mundial concertada para la selección apropiada de las áreas a proteger, una planificación nacional integrada y mejorada, y una evaluación de la eficacia y equidad del manejo de las áreas protegidas, no se cumplirá la Meta en su integridad.

"Las áreas protegidas juegan un papel económico vital a través de los valiosos servicios ecosistémicos que estos prestan, tales como el suministro de agua y de madera, y promoviendo el ecoturismo", señaló el Subsecretario General de la ONU y Director Ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner. "Mientras trabajamos hacia un acuerdo climático integral, con la reunión que tendrá lugar próximamente en Lima, y dándole forma a la agenda post- 2015 para el desarrollo sostenible, es fundamental ampliar las áreas protegidas de manera focalizada – apoyando así a los esfuerzos para combatir el cambio climático, y soportando la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que contribuyen a billones de medios de subsistencia”.

"Este informe muestra que la voluntad de hacerlo está presente", agregó. "Ahora tenemos que conseguir el apoyo y el financiamiento para garantizar que las áreas protegidas estén manejadas de manera eficaz y equitativa y cubran suficientes sitios importantes para la diversidad biológica y los servicios ecosistémicos”.

"Hace diez años, el Congreso Mundial de Parques en Durban dio a luz a la idea de las metas mundiales para las áreas protegidas", dijo la Directora general de la UICN, Julia Marton-Lefèvre. "Hoy en Sydney, nos sentimos orgullosos de presentar el informe Protected Planet, que demuestra lo bien que hemos avanzado en el logro de nuestros objetivos”.

Estamos comprometidos en asegurar que nuestras promesas no sean vacías. Lo que necesitamos ver detrás de estas cifras son áreas protegidas que estén bien y equitativamente gestionadas, sanas, fuertes y capaces de entregar la gama completa de beneficios esenciales para la supervivencia de la biodiversidad y el bienestar de las personas en todo el mundo”.

La cobertura de las áreas protegidas se calculó utilizando la versión de agosto 2014 de la Base de Datos Mundial sobre Áreas Protegidas (World Database on Protected Areas en inglés). La base de datos ha sufrido una importante actualización en el 2014, en base a la respuesta abrumadoramente positiva de las Partes del Convenio a la solicitud del CDB de presentar datos actualizados de su areas protegidas a UNEP-WCMC con el motivo de compilar la lista de la ONU de Áreas Protegidas. En agosto de 2014, 124 países habían comunicado nuevos datos y 15 se encontraban en el proceso de comunicarlos.

La cobertura de áreas protegidas terrestres ha sido incrementada en cerca de un millón de km2 desde 2010, de los cuales 126.000 km2 fueron añadidos desde el año 2012. En total, 20,6 millones de km2 de áreas terrestres y de aguas continentales están ahora cubiertas. Para alcanzar el 17 por ciento de las zonas terrestres y aguas continentales, se necesitan 2,2 millones de km2 de áreas protegidas adicionales.

Poco más de seis millones de km2 de áreas marinas protegidas han sido añadidas desde 2010, con 1,5 millones de km2 de este total siendo añadido desde el año 2012. En total, 12 millones de km2 de océano mundial se encuentra actualmente cubierto.

Mientras el progreso hacia el cumplimiento de la meta para las zonas marinas ha sido más lento que para las zonas terrestres, ha habido un verdadero progreso en las áreas ubicadas en las aguas costeras y bajo jurisdicción nacional, alcanzando el 10.9 por ciento y 8.4 por ciento respectivamente.

Sin embargo, sólo el 0,25 por ciento de los mares más allá de la jurisdicción nacional están cubiertos por las áreas marinas protegidas, lo que demuestra un vacío en los esfuerzos de conservación y destacando la urgente necesidad de superar los desafíos en el establecimiento de tales zonas donde no existen sistemas de gobernanza nacional.

Para cumplir con el objetivo del diez por ciento en las áreas que están bajo jurisdicción nacional, se necesitarán otros 2,2 millones de km2 de áreas marinas. Además, 21,5 millones de km2 en alta mar deben ser protegidos para que se pueda cumplir con la meta del 10 por ciento.

Los recientes incrementos en el mar se deben principalmente a la creación de grandes áreas en las aguas alrededor de Australia, Nueva Caledonia y el Territorio británico de ultramar de las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur. En 2014, Nueva Caledonia designó todas sus aguas jurisdiccionales como área marina protegida, la cual abarca una superficie de alrededor de 1,2 millones de km2, siendo esta el área protegida más amplia en el mundo.

Si estas áreas fuesen eliminadas de las estadísticas marinas globales, la cobertura marina se reduciría a sólo 1,8 por ciento de la superficie oceánica mundial y 4,4 por ciento de las aguas jurisdiccionales.

Falta de progreso en otras áreas

El informe Protected Planet 2012 destacó una serie de problemas que giran en torno a la gestión y a la gobernanza de las áreas protegidas, y emitió 13 recomendaciones sobre la manera de ampliar las áreas protegidas y hacer un mejor seguimiento del progreso.

De las acciones prioritarias identificadas, sólo dos han demostrado un buen progreso según el informe Protected Planet 2014: mejorar la presentación de los informes nacionales a los conjuntos de datos utilizados para medir los progresos logrados a nivel mundial, y acelerar la expansión focalizada de la red mundial de áreas protegidas en zonas terrestres, de aguas continentales y marinas.

Se han registrado avances limitados con respeto a las demás recomendaciones-que incluían llamados para una mejor comprensión de los beneficios de las áreas protegidas en el apoyo a la biodiversidad y a los servicios ecosistémicos, una mejor financiación, el fortalecimiento de la participación de la comunidad local, y la mejora de la conectividad de las áreas protegidas y su integración en los paisajes circundantes.

La falta de financiación sostenible es un área de preocupación en particular, a pesar de que los estudios anteriores del PNUMA hayan demostrado que los beneficios económicos globales de las áreas protegidas son muy superiores a los costes de gestión de los mismos.

En 2012, se estimó que la inversión financiera necesaria para establecer y gestionar con eficacia una red de áreas protegidas ampliada, que cubra los sitios importantes para todos los grupos de vida silvestre para 2020, era de $ 76,1 mil millones por año, dice el informe.

El informe provee mensajes y recomendaciones claves en estas áreas de especial preocupación para ayudar a los responsables políticos a garantizar que la Meta 11 se cumpla plenamente. Estos incluyen:

Cobertura de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos

En 2013, el 22 por ciento de las ‘Áreas Importantes para las Aves y la Biodiversidad’ y el 23 por ciento de los sitios de la ‘Alianza para la Cero Extinción’ estaban completamente cubiertos por las áreas protegidas, y en promedio, menos de la mitad de cada sitio estaba protegida. La expansión focalizada de las redes de áreas protegidas para incluir algunas de estas y otras áreas claves es necesaria, sobre todo en los mares. Además, la cobertura de la mayoría de las ecoregiones y especies no es suficiente. Tener una red de áreas protegidas que cubra adecuadamente todos los aspectos importantes de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos requerirá más de un 17 por ciento de las zonas terrestres y un 10 por ciento de las zonas marinas y costeras.

Un manejo eficaz

Las áreas protegidas administradas de manera eficaz permiten conservar la biodiversidad y los hábitats. Sin embargo, en 2013 sólo se había evaluado la eficacia del manejo a nivel nacional del 29 por ciento de la superficie total de las áreas protegidas designadas. La falta de una gestión eficaz sigue siendo uno de los mayores problemas que enfrenta el actual sistema mundial de áreas protegidas. Se necesitan más evaluaciones en la eficacia del manejo, además de un mayor enfoque en la medición de resultados para la biodiversidad y en materia social.

Una gestión equitativa

Los informes en equidad de areas protegidas son escasos y hay pocos datos disponibles sobre la gestión equitativa. Ambos necesitan ser fortalecidos para proporcionar evaluaciones significativas de la equidad del manejo de las áreas protegidas y de otros tipos de áreas de conservación.

Conectividad

La evidencia disponible sobre los corredores indica que estos tienen un beneficio positivo para la conservación. A pesar de que haya un número cada vez mayor de grandes proyectos de conservación sobre conectividad, se tiene poco conocimiento sobre el nivel de conectividad entre las áreas de conservación en paisajes terrestres y marinos más amplios. Los principios de la conectividad deben ser mejor incorporados en la planificación y los programas nacionales de adaptación al cambio climático.



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