FUENTE: FREEPIK

El nuevo avance del informe «Perspectivas de la transición energética mundial 2023», presentado recientemente por la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA), demanda un cambio de rumbo de la transición energética mundial.

El avance de este comunicado destaca que, hoy en día, la transición energética se encuentra en el camino equivocado debido a los efectos de las crisis mundiales. Para garantizar el cumplimiento de los objetivos climáticos, necesita una inversión de 35 billones de dólares de inversión para el año 2030.

La transición energética es la llave que necesitamos para hacer frente a la crisis energética y climática a nivel mundial. Las preocupaciones por la seguridad energética, los altos precios de los combustibles fósiles y la urgencia del cambio climático subrayan la necesidad de avanzar más rápido hacia un sistema de energías limpias.

El ritmo de despliegue de las energías renovables deben triplicarse para el año 2030. La electrificación y la eficiencia energética serán los motores principales de una correcta transición energética gracias a importantes factores como la biomasa sostenible, las energías renovables y el hidrógeno verde.

La invasión de Rusia en Ucrania originó una crisis energética a nivel mundial. Muchos países, principalmente europeos, tuvieron que reducir sus expectativas en materia de transición energética. A pesar de ello, la urgencia de luchar contra el cambio climático se mantiene vigente. El año 2022 puso de manifiesto que la estrategia de la transición energética mundial es vulnerable y que es muy difícil que se puedan cumplir los acuerdos pactados.

¿Qué se entiende por transición energética?

La transición energética es el cambio del modelo energético actual hacia un modelo basado en las energías renovables. Se trata de un cambio muy necesario en el sistema energético mundial para avanzar hacia un modelo sostenible que garantice la salud del planeta.

Las energías renovables se obtienen a partir de fuentes naturales virtualmente inagotables, utilizando los recursos disponibles en la naturaleza. Los consumidores debemos concienciarnos con la sostenibilidad de nuestro planeta, adoptando un consumo inteligente y responsable de la energía.

Declaraciones sobre el informe

Francesco La Camera, director general de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA), hizo las siguientes declaraciones respecto al avance de este informe:

No podría haber más en juego. En menos de 30 años debe producirse una transformación profunda y sistémica del sistema energético mundial, lo que subraya la necesidad de un nuevo enfoque para acelerar la transición energética. Proseguir con los combustibles fósiles y las medidas sectoriales de mitigación es necesario pero insuficiente para cambiar a un sistema energético apto para el dominio de las renovables.Francesco La Camera

Y añade:

El énfasis debe pasar de la oferta a la demanda, hacia la superación de los obstáculos estructurales que impiden el progreso. La vista previa de IRENA describe tres pilares prioritarios de la transición energética, la infraestructura física, los facilitadores de políticas y regulaciones y la fuerza laboral bien cualificada, que requieren una inversión significativa y nuevas formas de cooperación en las que todos los actores puedan participar en la transición y desempeñar un papel óptimo.Francesco La Camera

¿Limitaremos el aumento de la temperatura global a 1´5 °C?

El informe completo «Perspectiva de las Transiciones Energéticas Mundiales» se publicará a finales de este año 2023. La escala y el alcance de la transición energética están muy por debajo de cumplir con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1´5 °C.

Los avances más significativos se han logrado en el sector energético, donde las energías renovables representan el 40% de la generación de electricidad instalada a nivel mundial. Además, contribuyeron a un aumento sin precedentes del 83% de la electricidad mundial en el año 2022.

Para cumplir con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1´5 °C, los niveles de despliegue de las energías renovables deben aumentar de los 3.000 gigavatios (GW) que tenemos hoy en día a más de 10.000 gigavatios (GW) para el año 2030, lo que supone un promedio de 1.000 gigavatios (GW) anuales.

El informe señala que este despliegue de las energías renovables está limitado a ciertas regiones del mundo. China, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) representaron dos tercios de toda la nueva potencia instalada en el año 2022, lo que supone una gran diferencia con los demás países en materia de desarrollo.

Un ejemplo de ello lo encontramos en la necesidad de una intervención mayor por parte del sector público para repartir las inversiones hacia los países de manera más equitativa. En el año 2022, el 85% de la inversión mundial en energías renovables favoreció a menos de la mitad de la población mundial, donde África representó únicamente el 1% de la capacidad adicional.

FUENTE: PIXABAY

¿Se necesitan más inversiones destinadas a la transición energética?

La Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA) destaca tres pilares prioritarios que deben cumplirse para el correcto desarrollo de la transición energética:

  1. Infraestructura física
  2. Facilitadores normativos
  3. Fuerza laboral bien cualificada

Se necesitarán enormes inversiones para que los planes de la Unión Europea (UE) en materia de energías renovables lleguen a buen puerto. Las inversiones en tecnologías de transición energética, entre las que también se incluye la eficiencia energética, lograron llegar a la increíble cifra de 1´3 billones de dólares en el año 2022. Este dato supone un nuevo récord, aumentando un 19% las inversiones realizadas en el año 2021 y un 50% las inversiones realizadas en el año 2019, un año antes de la pandemia de COVID-19.

La Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA) informa que estas cantidades no son suficientes, ya que no están en camino de alcanzar los objetivos establecidos por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Las inversiones acumuladas deben ascender a 44 billones de dólares, donde las tecnologías de transición representan el 80% del total. Es decir, representan la importante cantidad de 35 billones de dólares, dando prioridad a la eficiencia, la electrificación, la expansión de la red y la flexibilidad.

El informe señala que, cualquier nueva decisión de inversión que se decida, debe evaluarse cuidadosamente, puesto que los objetivos prioritarios son impulsar la transición de forma simultánea y reducir el riesgo de activos bloqueados. Aproximadamente, el 41% de la inversión prevista para el año 2050 se destinará a los combustibles fósiles.

Fuentes: Redacción Ambientum, Energías Renovables, EnergyNews, El Periódico de la Energía



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