El medio ambiente es algo que nos interesa a todos. Nos interesa como individuos, pero también como consumidores. Por este motivo, la mayoría de las empresas entienden que el consumidor está comprometido con este tema y que puede afectar enormemente en sus ventas.

Esto ha hecho que cada vez encontremos más empresas comprometidas e inviertan muchos más recursos en una producción más ecológica. Aquellos tiempos en los que los planes de gestión ambiental eran vistos como gastos innecesarios han quedado muy lejos. Ya sea por ética o marketing, los consumidores y sus hábitos “obligan” a las grandes corporaciones a transformarse en un tiempo récord.

Las empresas más contaminantes pierden confianza

Tenemos claro que los hábitos de consumo cambian y que actualmente se dirigen a un modelo mucho más sostenible y circular. Esto unido a la gran repercusión de los medios hace que las empresas más contaminantes pierdan la confianza de los consumidores.

Podemos ver muchos ejemplos de publicaciones en prensa (nacional e internacional) que han destapado malas prácticas o escándalos relacionados con empresas y gestión ambiental, algo que ha hecho que muchos consumidores pierdan confianza en ellas. Pero no son sólo los únicos que dejan de apostar por estas empresas, también lo harían las empresas financieras, que ven cada vez más peligroso invertir en una producción que no se compromete con el medio ambiente.

Las empresas de inversión intentan por tanto evitar aquellas empresas que puedan tener impactos financieros inesperados por sus prácticas altamente contaminantes.

Normas ISO

Adoptar buenas prácticas de producción es la dirección clave de la empresa actual para poder sobrevivir. Para ello, podemos encontrar una serie de certificaciones que demostrarían su buen hacer. La implantación de la norma ISO 14001 es un buen ejemplo.

Esta normativa está desarrollada por la Organización Internacional de la Estandarización (ISO). La normativa delimita el cumplimiento de unos parámetros objetivos que nos aseguran la correcta relación entre la empresa y el medio ambiente.

Gestión del medio ambiente en las empresas

La gestión del medio ambiente es actualmente una de las partes más importantes de una empresa que quiere ser competitiva, y la concienciación en la Unión Europea al respecto es uno de los aspectos clave. Son muchas las que apuestan por la innovación, investigación y la inversión en eficiencia energética. ¿El objetivo? Reducir las emisiones.

Entre las buenas prácticas que puede adoptar una empresa encontramos la reducción del consumo de agua, empleando para ello tecnología para el ahorro y la reutilización. También apuestan por la reducción de la huella de carbono, realizando periódicamente auditorías independientes que pueden detectar fallos y dar soluciones.

Las empresas también se preocupan en reciclar sus residuos, en reducir el consumo de papel o incluso en implementar fórmulas como el outsourcing (alquiler de equipos) que reducen considerablemente esa huella de carbono. También incorporan en la medida de lo posible energías renovables y se encargan de concienciar y sensibilizar a su propia plantilla con el cuidado del medio ambiente, dentro y fuera de la empresa.

Sin duda, todas estas prácticas hacen mucho más interesante a una empresa de cara al consumidor final, que actualmente, como comentamos, mira muy de cerca este tipo de actuaciones.

Fuente: Redacción Ambientum



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