El Consejo de Ministros aprobó el viernes dos Reales Decretos que actualizan y mejoran la normativa en materia de calidad del aire y sobre regulación de las actividades contaminantes de la atmósfera.

Con estos dos Reales Decretos, que desarrollan la Ley de 34/2007 de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera, se facilita a las autoridades competentes su cumplimiento a través de un articulado que unifica toda la normativa vigente en esta materia. Las Comunidades Autónomas, que han participado de manera activa en la elaboración de ambas normas, tendrán amplias competencias en su aplicación.

El Real Decreto relativo a la mejora de la calidad del aire define y establece los objetivos de calidad del aire para cada uno de los contaminantes regulados en esta norma. Asimismo regula la manera de evaluar la calidad del aire en todo el territorio (a través de mediciones y de modelización) y la forma de proceder en la gestión posterior, de acuerdo a los resultados obtenidos en dicha evaluación. Igualmente, establece la información a intercambiar entre las administraciones (local, autonómica, nacional y europea).

Con este Real Decreto, el Gobierno no solo traspone los nuevos preceptos de la Directiva 2008/50/CE relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa, sino que crea un marco normativo más ambicioso simplificando, adaptando y actualizando la normativa de calidad del aire todavía vigente hasta hoy.

Como principales novedades, se incluyen obligaciones para las partículas de tamaño inferior a 2,5 micrometros (PM 2,5), siguiendo las especificaciones de la Directiva y se estable la obligación nueva de vigilar los niveles de amoniaco en aire en estaciones de fondo regional y en estaciones de tráfico de las ciudades españolas de más de 500.000 habitantes.

Además se establece el contenido de los planes de mejora de calidad del aire, ya introducidos en la Ley 34/2007, y en especial, de los planes nacionales que ejecutará el Gobierno para aquellos contaminantes en que se observe comportamientos similares en cuanto a fuentes, dispersión y niveles en varias zonas o aglomeraciones.

Por último se regulan las condiciones y la manera de proceder para solicitar exenciones en la aplicación de los valores límite de partículas o prórrogas en el plazo para el cumplimiento de los valores límite de dióxidos de nitrógenos y benceno que en último caso concederá la Comisión Europea.

Catálogo de actividades contaminantes

Este nuevo marco regulatorio se completa con la aprobación del Real Decreto por el que se actualiza el "Catálogo de actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera" y se establecen las disposiciones básicas para su aplicación.

Esta norma actualiza la regulación y cataloga las instalaciones que generan emisiones contaminantes a la atmósfera y las caracteriza de acuerdo a su potencial grado contaminador. También desarrolla los requisitos que deben cumplir para minimizar y controlar las emisiones. Esta regulación además va a permitir reducir los costes asociados sobre los titulares de las instalaciones y administraciones mediante la simplificación de los procedimientos y controles por medio de una modulación de los requisitos aplicables a cada actividad en función de su potencial contaminador.

El Catálogo de Actividades Potencialmente Contaminadoras es el instrumento clave para la identificación de las diferentes actividades contaminantes y ha sido, desde 1975, el medio básico empleado para el control de este tipo de instalaciones. Mediante la norma aprobada, este Catálogo se reestructura y se revisan en profundidad todas las actividades asignando un grupo (A;B;C) a aquellas que requieren de un control individual por parte de la administración.

La norma se completa con el desarrollo de una serie de obligaciones generales de los titulares de las instalaciones, tales como la realización de controles de las emisiones, el mantenimiento de registros de las medidas de contaminantes desarrolladas, y la comunicación de la información relativa a las emisiones y controles al órgano competente de su Comunidad Autónoma.

Ambas normas completan además la derogación del Decreto 833/1977, que desarrolló la antigua Ley 38/1975 (derogada ya por la Ley 34/2007) con lo cual queda definitivamente actualizado el marco regulador de la calidad del aire y de las actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera.

Con todo ello se espera contribuir desde el Gobierno a la reducción de los problemas de contaminación de ámbito local y global, redundando en una mejora de la calidad del aire, que evitará, prevendrá o reducirá los efectos nocivos de ciertos contaminantes atmosféricos sobre la salud humana y el medio ambiente.



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