Estas emisiones, que tienen un efecto de calentamiento hasta 23.000 veces más potente que el dióxido de carbono, han aumentado un 60% desde 1990, mientras que los demás gases de efecto invernadero se han reducido. El Reglamento propuesto tiene como objetivo reducir los niveles actuales de las emisiones de gases fluorados en dos tercios de aquí a 2030. También prohíbe el uso de gases fluorados en algunos equipos nuevos, como los frigoríficos domésticos, para los que ya existen alternativas más respetuosas con el clima.

Los gases fluorados se utilizan frecuentemente en la refrigeración y el aire acondicionado, así como en equipos eléctricos, aerosoles de gas, espumas de aislamiento y extintores de incendios. Se emiten a la atmósfera a partir de las instalaciones de producción, los aparatos en que se utilicen y al tirar estos aparatos a la basura.

Connie Hedegaard, comisaria europea de Acción por el Clima, ha declarado lo siguiente: “Me enorgullece presentar esta nueva iniciativa precisamente cuando estamos celebrando el vigesimoquinto aniversario del Protocolo de Montreal. Al limitar la cantidad de gases fluorados que pueden comercializarse en la UE, esta nueva legislación redundará en beneficio del clima y brindará nuevas oportunidades de negocio. Nuestra legislación vigente ha atajado con éxito una tendencia creciente de las emisiones y ha impulsado la innovación tecnológica. Ahora, cuando se pueden fabricar productos más respetuosos con el clima, damos un paso más en la reducción rentable de las emisiones de gases fluorados”.

La propuesta introduce una disposición de eliminación gradual que limita, a partir de 2015, la cantidad total de los grupos más importantes de gases fluorados, los hidrofluorocarburos (HFC), que pueden comercializarse en la UE y los reduce por etapas a una quinta parte de las ventas actuales para 2030. Esta medida se basará en la supresión de las sustancias que agotan la capa de ozono, lo que se logró en la UE diez años antes del plazo acordado a escala internacional.

Protocolo de Montreal

La UE apoya la actuación internacional en materia de HFC en virtud del Protocolo de Montreal. La medida propuesta prevé y facilita un acuerdo sobre el cese gradual en todo el mundo de la producción y el consumo de HFC, que se debatirá en la 24ª reunión de las Partes en el Protocolo de Montreal a finales de este mes. También respalda el llamamiento de otros países en favor de medidas sobre los HFC efectuado en la conferencia sobre el cambio climático en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Doha a finales de este mes, a fin de eliminar las diferencias entre las necesarias reducciones de las emisiones de aquí a 2020 y las medidas paliativas previstas actualmente.

Mediante el establecimiento de un marco normativo adecuado, los consumidores de la UE y los usuarios comerciales de aparatos pueden liderar el cambio y estimular el desarrollo tecnológico en todos los sectores que utilizan gases fluorados en la actualidad, lo que se traducirá en un aumento de las cuotas de mercado de las empresas que aprovechen la oportunidad para crear productos y aparatos respetuosos con el clima. Estudios recientes indican que existen varias alternativas técnicamente sólidas, seguras de usar, rentables y que pueden facilitar el ahorro de energía.

La propuesta sustituirá al Reglamento vigente sobre gases fluorados de efecto invernadero, que exige a las empresas adoptar una serie de medidas para reducir las fugas de los aparatos que contienen gases fluorados y recuperar los gases al final de la vida útil del equipo. El Reglamento actual también establece requisitos relativos a la formación y la certificación del personal ocupado en el mantenimiento de los equipos, el etiquetado de los equipos con gases fluorados, la información sobre la producción, las importaciones y las exportaciones de gases fluorados y algunas prohibiciones en algunos ámbitos específicos. Todos estos requisitos se mantienen o refuerzan en la nueva propuesta.

Antecedentes

La hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica de la Comisión Europea presenta un procedimiento rentable para conseguir la necesaria reducción de las emisiones prevista en virtud del esfuerzo mundial por limitar el calentamiento global a 2 °C por encima de los niveles preindustriales. Todos los sectores y gases de efecto invernadero deben contribuir a ese objetivo.

El plan prevé una reducción de emisiones en más del 70% para 2030 en el sector industrial que incluye esos gases. La nueva propuesta se ha ideado para conseguir esta reducción, que representa una contribución rentable del sector de los gases fluorados al esfuerzo económico global para prevenir consecuencias más costosas del cambio climático en el futuro.



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