Estas isletas son estructuras flotantes, con o sin vegetación, diseñadas para facilitar el descanso y nidificación de  aves, principalmente  anátidas, rálidos, fumareles y cormoranes. Su carácter insular permite que las aves se encuentren a salvo de predadores por lo que les resultan muy atractivas al facilitarles descanso y un lugar seguro para la reproducción.

Isletas artificiales en la Laguna Primera de Palos

En los últimos años se han realizado ensayos con distintos tipos de modelos a fin de comprobar su eficacia así como optimizar los costes de construcción. Los beneficios de su instalación no se han hecho esperar pues han sido rápidamente utilizadas por la avifauna. La especie más favorecida ha sido el fumarel cariblanco (Chlidonias hybridus) pues ha nidificado en la práctica totalidad de las isletas instaladas. Se trata de una especie amenazada que en la Laguna de Palos ha llegado a desaparecer durante varios años, entre otras razones, por la falta de lugares de cría adecuados.

Además de las isletas, se ha instalado una serie de posaderos cuya función es servir a las aves como lugar de descanso y atalaya en las actividades de caza y vigilancia de sus nidos. Las especies más favorecidas han sido el fumarel cariblanco, el cormorán, varias especies de gaviotas y, destacando por su grado de amenaza, el águila pescadora (Pandion haliaetus), que lo utiliza como atalaya de pesca y lugar donde despieza sus capturas.

Estas actuaciones forman parte de los trabajos de mejora y aumento de la biodiversidad que Cepsa realiza en la Laguna Primera de Palos en virtud del convenio de colaboración suscrito con la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.

Cepsa y la biodiversidad

La Laguna Primera de Palos (laguna natural de agua dulce) se encuentra incluida en la Red de Espacios Protegidos de la Junta de Andalucía con la figura de Paraje Natural, y desde 2005 tiene categoría RAMSAR (Convenio Internacional para la conservación de estos espacios). La laguna se ubica prácticamente en terrenos propiedad de Cepsa. Constituye una singularidad en el contexto nacional desde un punto de vista tipológico y de génesis, lo que le confiere un excepcional valor, pues contribuye a la riqueza de especies florísticas y faunísticas de la zona actuando como refugio y abastecimiento de elementos amenazados (nutria, malvasía, focha cornuda) o raros (avetoros, porrón). Por primera vez en España, en 2000, una industria colaboró con la Administración y centros de investigación en labores de restauración de un espacio natural definido por la Ley para Espacios Protegidos y, lo más destacado, también por vez primera una entidad privada dedicada al refino de petróleo se comprometió en la puesta en valor para uso público de este recurso. Estos trabajos se unen a otros llevados a cabo en la provincia de Huelva, caso de Doñana y Paraje Natural Reserva de la Biosfera Marisma del Odiel.

Además de esta actuación, Cepsa en 2009 puso en marcha la Estación Ambiental Madrevieja en el municipio de San Roque, junto al complejo petroquímico que la Compañía tiene en el Campo de Gibraltar, un centro de investigación medioambiental con diferentes líneas de trabajo en el que habitan más de 138 especies diferentes de aves, mamíferos, anfibios y reptiles y cuenta con diversas especies de fauna autóctona de gran riqueza ecológica. El objetivo de esta iniciativa es poner a disposición del público un centro de investigación en el que se observe la convivencia entre industria y naturaleza y su evolución positiva, y que sirva además como un espacio de educación ambiental.



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