El cambio climático, la agricultura, la ganadería intensivas y la dispersión urbana ejercen cada vez más presión sobre la naturaleza y la diversidad ecológica de Europa. Pero la cantidad de presión que puede soportar el medio ambiente natural no es infinita y la pérdida de hábitats a causa de estos procesos sitúa en peligro de extinción a muchas especies.

Los parques naturales son fundamentales para conservar la biodiversidad de Europa, la cual genera a su vez beneficios económicos, medioambientales, sanitarios y culturales. El cambio climático y las actividades en diversos sectores de la economía inciden sobre los hábitats europeos, lo cual incluye las zonas a las que se brinda una protección especial.

Los terrenos de los parques naturales y las zonas adyacentes controladas, o ¨Lugares de importancia comunitaria¨, (LIC) de la red Natura 2000 se crearon para frenar la pérdida de biodiversidad mediante la delimitación y la conservación de un espacio que acogiera un conjunto de especies fundamentales. Además se ha de tener en cuenta que el cambio climático afectará en gran medida a la calidad de los hábitats en los próximos decenios. Así, las agencias dedicadas a la conservación de la naturaleza deberán contar con herramientas nuevas con las que detectar los cambios producidos y responder de manera flexible al devenir de la situación.

Desarrollo del proyecto

El proyecto tiene el cometido de evaluar, mejorar y adaptar las estrategias de conservación y gestión vigentes en las zonas protegidas para que puedan generar intervenciones que se adelanten a influencias del cambio climático que puedan poner en peligro la diversidad y la integridad de sus hábitats.

Los espacios protegidos por el proyecto están considerados parques nacionales, reservas de la biosfera o parques naturales y abarcan humedales, bosques, prados o zonas alpinas. La composición y los tipos de hábitats de estas reservas resultan en extremo vulnerables al cambio climático y por tanto son ideales para los propósitos del estudio. El equipo responsable de Habit Change tratará de reconocer distintas influencias ejercidas por el cambio climático y el cambio en el uso del suelo mediante sistemas de Observación de la Tierra (OT). A continuación realizará un modelo informático de estos impactos del cambio climático, un análisis de proyecciones hipotéticas y una evaluación de los riesgos implicados. Los resultados obtenidos permitirán redactar directrices y generar herramientas en forma de «Planes de Gestión Adaptados» (CAMP).

La última fase del proyecto servirá para proporcionar información, directrices y herramientas que permitan conservar y reforzar la diversidad biológica tanto de especies como de hábitats. De este modo proporcionará recomendaciones y directrices para la gestión de los parques naturales que contarán con una herramienta de apoyo basada en web.

Cambios en los hábitats

Los cambios en los hábitats y el clima no conocen fronteras. Son muchas las voces que destacan la necesidad de ejecutar un tipo de investigación comparativa internacional en el campo de la conservación de la naturaleza. Científicos, administraciones nacionales, autoridades al cargo de las zonas protegidas y ONG admiten que sólo una estrategia que recabe conocimientos transfronterizos permitirá superar los retos que generará el clima para la integridad de los hábitats.

La cooperación transnacional relacionada con todos los aspectos de la gestión de zonas protegidas permitirá intercambiar conocimientos y experiencias relacionadas con distintos tipos de amenazas y mejorar la conservación del patrimonio natural europeo, un recurso de suma importancia.



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