El verano de 2015 ha sido el segundo con menor número de incendios y también el segundo con menor número de hectáreas quemadas de los últimos diez años, según el balance de la campaña de incendios forestales que se ha extendido entre 1 de julio y el 28 de septiembre. 

En 2014 se contabilizaron 316 incendios de vegetación y en 2015 han sido 362, mientras la media del decenio es de 436 fuegos. El verano con menor superficie afectada por el fuego fue el de 2008, cuando se registraron 409 incendios en los que ardieron un total de 75,58 hectáreas, y aunque en el de este se han producido menos incendios (362), han sido 197,71 las hectáreas quemadas, muy lejos de las 635,83 de media de los últimos diez años.

De las casi 200 hectáreas que han ardido durante el pasado verano, la mayor parte corresponde a terrenos agrícolas (129,82 has, el 65,6%) y las 67,89 restantes (el 34,4%) a superficie forestal. El 93,03% de los incendios se han producido en las zonas media y sur de Navarra.

De las 362 intervenciones de los bomberos del Gobierno de Navarra, 80 (el 24,9%) corresponden a un solo parque, el de Tudela, zona en la que ardieron 41,43 has. Le siguen el de Cordovilla (65, con una superficie quemada de 31,05 has); Tafalla (43 y 45,44 has); Peralta (40 y 12,08); Estella (32 y 11,65); Pamplona (30 y 0,56); Lodosa (24 y 28,42); Sangüesa (23 y 26,51); Oronoz (14 y 0,47); Alsasua (6 y 0,1); Navascués (3 intervenciones por conatos en los que no ardió una superficie significativa) y el parque de Burguete (2 salidas para sofocar conatos de fuego forestal).

La época en la que se produce un mayor número de actuaciones de los bomberos coincide, como viene siendo habitual, con las fechas en las que se realizan las tareas de recolección del cereal, concretamente durante el mes de junio (120 intervenciones) y la primera quincena de julio (con 87 intervenciones de las 125 registradas durante el mes).

El informe, elaborado por el Servicio de Bomberos del Gobierno de Navarra, precisa que la superficie quemada ha sido menor que otros años debido a que la vegetación, a pesar del calor, mantenía un grado de humedad alto. Además, las tareas de recolección se han podido realizar bajo unas condiciones meteorológicas favorables, lo que ha permitido que no se concentrasen en unas escasas fechas. Por último, no han soplado vientos fuertes y la respuesta de los efectivos movilizados por los bomberos en el primer ataque al fuego “ha sido buena, sin que ningún incendio haya superado la capacidad de extinción de los recursos desplazados”. La suma de estos factores ha evitado que se produjera ningún incendio de grandes proporciones.

Intervenciones destacadas 

En junio, en plena recolección del cereal, se produjo el mayor número de intervenciones (120) y superficie quemada (110 ha) debido a incendios relacionados, en todos los casos, con la cosecha. Tienen lugar en Muru-Astrain (5.7 ha), Lerín (4.5 ha), Carcastillo (28.6 ha), Falces (6 ha, además de la máquina empacadora), Artajona, Rípodas, Mélida, etc. 

Durante la primera quincena de julio también se contabilizaron incendios coincidiendo también con la recolección del cereal en Egüés, Cortes, Lerín, Figarol, Orbara, Rada, Tiebas y Oscáriz.

En la primera quincena de agosto se registraron tormentas que ocasionaron pequeños incendios en zonas de descarga (Aras, Legarda y Ardanaz). En el caso de Legarda , la rápida intervención de la brigada helitransportada evitó que el incendio fuese importante. En la segunda quincena del mes destaca un incendio en Mues, que afecta a las proximidades del pueblo y quema 7,3 ha. También hubo otro en Yesa, y los bomberos salieron en apoyo de los de Guipúzcoa en un fuego declarado en Peñas de Aya y en apoyo de La Rioja en Rincón de Olivares.

Finalmente, en el mes de septiembre hubo pequeños incendios de baja intensidad y escaso potencial debido a las condiciones de humedad alta y baja temperatura.

Meteorología favorable

El satisfactorio balance de la campaña de verano se ha visto favorecido por las abundantes precipitaciones, que han superado la media de las correspondientes a los meses de junio, julio y agosto, lo que ha compensado los periodos de elevadas temperaturas. Hay que destacar que la precipitación en el mes de junio fue superior en más del 50% en todas las zonas, salvo la de Sangüesa. 

Por otro lado, durante el mes de septiembre los datos contabilizados han sido inferiores a la media, tanto en temperaturas como en lluvias, en este último caso menos de un 50%. No obstante, las escasas precipitaciones se han visto contrarrestadas por las suaves temperaturas, lo que ha atenuado el riesgo de incendios. Además, las lluvias de los meses anteriores mantenían un buen nivel de humedad en la vegetación.



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