Debido a la precaria situación de la especie, catalogada como en peligro de extinción, el mayor grupo ecologista esta dispuesto a llevar a cavo iniciativas que pongan en conocimiento de la población el estado de las poblaciones de atún rojo, así como fomentar iniciativas que aseguren su permanencia en nuestro planeta.

Una de las dos zonas de cría

“Las aguas Baleares son una de las dos zonas del mediterráneo en que se reproducen estos peces”, según Celia Ojeda, responsable de océanos de Greenpeace. Por este mismo motivo creen que la creación de una zona de reserva sería una medida que evitaría la extinción de la especie de nuestras aguas.

La propuesta de los activistas se compone de una reserva de ocho millones de hectáreas de superficie marina, donde se prohibiría la pesca de cualquier especie de atún, de modo que puedan llegar a reproducirse, dejando de lado la presión pesquera.

Protección del 40% del Mediterráneo

Esta iniciativa viene respaldada con la obligatoriedad de los estados miembros de la Unión europea a designar zonas de protección para la pesca. Además la organización pidió a través de un comunicado la protección del 40% del Mediterráneo.

Grimalt se postulo a favor de dicho espacio protegido y reclamó al gobierno central que “de paso para la creación de esta reserva marina”, donde según López de Uralde, presidente de Greenpeace España, “el Gobierno atiende las peticiones de la comunidad pesquera y no de la científica, por lo que tendrían que dejarse de excusas y actuar”.

A día de hoy en las Islas Baleares existen ocho reservas marinas, siendo el espacio marítimo de La Cabrera la más importante de ellas.



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