Así, Jiménez Herrero ha manifestado que el fin era la crónica de una muerte anunciada, que se veía venir porque el Ministerio que dirige Miguel Arias Cañete les comunicó a finales de 2012 que el convenio de colaboración no sería renovado. "La falta de financiación ha sido la causa mortal, ya que otras cosas se pueden suplir e ir arreglando", ha lamentado el director que ha indicado que la Universidad de Alcalá y otras aportaciones marginales complementarias harían inviable seguir manteniendo la estructura y funcionamiento.

De este modo, de las 18 personas que componían el equipo en sus mejores momentos, en la actualidad, quedan 5 personas que perderán su empleo a partir del 31 de mayo. Jiménez Herrero ha precisado que el presupuesto anual ascendía a unos 560.000 o 600.000 euros pero que en 2012 este la fuente de financiación pública fue de 280.000 euros, "menos de la mitad".

Así, pese a que la Universidad tenía interés en continuar con el proyecto, en estos tiempos no puede sufragarlo con fondos propios.

En su opinión, el cierre es "una pena que, después de una trayectoria brillante, en la que el OSE se convirtió en un centro de referencia indiscutible". Concretamente, ha destacado que el OSE logró crear una metodología propia para compilar y analizar toda la información ambiental para medir la sostenibilidad.

"Todo ese esfuerzo, gestión y adquisición del conocimiento en materia de sostenibilidad ahora se puede diluir y desperdiciar un acervo científico", ha lamentado, al tiempo que ha apuntado que desde universidades de Panamá, Chile, Brasil o México, les estaban demandando su modelo de trabajo, que se plasmaba en el informe anual de la Sostenibilidad.

En su opinión, crear una rutina informativa que cada año es esperada, es algo difícil de sustituir, al tiempo que ha recordado que la misión del OSE era estimular el cambio social hacia la sostenibilidad proporcionando la mejor información posible para la toma de decisiones y fomentar la participación y el debate público.

Memoria del éxito

Como conclusión a la actividad del OSE, su todavía director no sabe si los informes del OSE han logrado influir en las decisiones políticas, pero está seguro de que sí lo ha conseguido en materia de conciencia social, participación pública y de discusión permanente.

Asimismo, ha destacado que durante sus años de actividad el OSE ha cubierto un vacío informativo con demanda social porque datos ambientales hay "muchos" pero no existía con anterioridad una sistematización de toda la información.

"Ahora la gente habla con más propiedad sobre la sostenibilidad. Hemos hecho mucha pedagogía que ahora se puede perder, con la introducción de conceptos como el pago por servicios ambientales o la contabilidad verde", ha apostillado.

Por último, Jiménez Herrero ha recordado que su última propuesta es que la única salida de la crisis posible es en clave de sostenibilidad y pasando de una economía marrón hacia una economía verde, más competitiva y responsable con el entorno. "Esa es la salida de la crisis y la única esperanza. La economía verde genera empleo, vertebra la sociedad y permite no destruir recursos", ha insistido.

Finalmente, ha reiterado que la sostenibilidad es rentable pero que está perdiendo interés político. Sin embargo, ha advertido de que una salida de la crisis sin sostenibilidad será una salida "en falso". Entre sus propuestas, ha reiterado la importancia de construir ciudades inteligentes, de fomentar el turismo y la agricultura ecológica, apostar por la rehabilitación energética y las ciudades saludables, así como apostar por ciudades más saludables y empresas con menor impacto ambiental.



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