Los bomberos de California, agotados por las arduas tareas de extinción que llevan a cabo en las últimas semanas, se preparan para una nueva ola de calor que azotará el estado en los próximos días, al mismo tiempo que se esforzaban ayer para controlar dos grandes incendios que amenazan las localidades de la costa central californiana.

Los habitantes de las más de 2.600 viviendas situadas en el área de 3.642 hectáreas de Santa Bárbara siguen recibiendo órdenes de evacuación. Por su parte, las familias que viven en otras 850 casas fueron alertadas ayer para que estén preparadas para abandonarlas, ya que se les podría avisar con poca antelación, según anunciaron las autoridades del condado.

El sábado, las temperaturas más frescas contribuyeron a que los equipos de extinción de las llamas avanzaran en sus tareas contra el incendio, que dura ya seis días, cercano a la localidad de Goleta, situada a unos trece kilómetros de Santa Bárbara.

Sin embargo, con sólo el 28 por ciento del fuego controlado, las temperaturas subieron y la humedad descendió ayer en los que los servicios meteorológicos creen que puede ser una nueva ola de calor que podría llegar a situar los termómetros en 38 grados centígrados en muchas zonas.

"Cuando las temperaturas suben y la humedad relativa desciende, los combustibles se secan y hay una situación más combustible. Hay mucha preocupación por la seguridad de los bomberos ", explicó Karen McKinley, portavoz del Servicio Forestal Nacional de Estados Unidos.

McKinley también lamentó que "las temperaturas y los vientos han aumentado ", lo que podría provocar que los vientos "canalicen el fuego hasta el paso de San Marco y afectar a Goleta y Santa Bárbara ".

El incendio cercano a Goleta es uno más de los 1.700 que han afectado al centro y el norte de California desde el pasado 21 de junio, que han destrozado al menos 69 hogares, calcinado 210.000 hectáreas y provocado la muerte a un bombero, según informó el sábado el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger. La mayoría han sido causados por rayos y han sido ya controlados, aunque aún hay 330 activos.

Más al norte, un incendio que afecta a la costa de Big Sur, unos 225 kilómetros al sur de San Francisco, sigue amenazando a cerca de 1.700 viviendas. Las llamas han consumido más de 29.000 hectáreas en las dos últimas semanas y ya se están realizando las evacuaciones pertinentes.

Los equipos de extinción del fuego se las han arreglado para defender la localidad de Big Sur, pero sólo han controlado el once por ciento de las llamas y se espera que no puedan sofocarlas al completo hasta finales de julio.



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