Un total de 878 personas ha fallecido en España por desastres naturales desde 1995 a 2007, la mayoría de ellos por inundaciones y tormentas, según el «Perfil Ambiental 2007» presentado hoy por la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera.

Así, junto a los golpes de calor y los incendios forestales, las inundaciones y las tormentas fueron los fenómenos naturales que tuvieron unas consecuencias «más dramáticas» para la población, a pesar de que 2007, con un total de 18 víctimas, fue uno de los años con menos fallecidos por desastres naturales, de acuerdo a los datos del informe, que revela que 11 personas (61,1 por ciento) perdieron la vida debido a inundaciones.

Si se analizan las inundaciones desde 1990, el número de víctimas por esta causa llega a 291, de las que 110 se registraron en 1996 -sólo en una inundación repentina en un campamento en Biescas (Huesca) murieron 87 personas-. Desde 1995 a 2007 fallecieron 257 personas por inundaciones, lo que representa el 27,27 por ciento del total.

Por comunidades autónomas, Aragón encabeza el ránking, con 91 fallecidos (31,3 por ciento), y le siguen Andalucía, con 57 muertos (19,6 por ciento) y Cataluña, donde fallecieron 45 personas (15,5 por ciento). Por el contrario, las regiones donde menos víctimas hubo que lamentar fueron Navarra, con 1 fallecido y Asturias y Madrid con 2 muertos cada una.

«Perfil ambiental 2007», señala que las inundaciones provocan grandes pérdidas materiales y vidas en todo el mundo y destaca que en 1996 en Europa Central, se produjeron una serie de riadas provocadas por la coincidencia de abundantes lluvias con una ola de calor, lo que provocó un rápido deshielo y dio lugar a la crecida de los ríos y, por ende, a importantes inundaciones.

Asimismo, alerta de que las inundaciones se agravan por la gestión inadecuada de los sistemas fluviales, la expansión urbanística, la ocupación de las llanuras fluviales y por el cambio climático, y advierte de que, además de víctimas mortales, provocan daños al medio ambiente, comprometen gravemente el desarrollo económico y debilitan las actividades económicas de la comunidad.

Con respecto a otro tipo de desastres naturales que dejó víctimas en 2007, cuatro fallecieron por tormentas, dos por deslizamientos y una por incendios forestales. Sin embargo, no hubo muertos a causa de golpes de calor, aludes de nieve o episodios de nieve y frío. Por otro lado, aunque no constan datos desde 2005 sobre los fallecidos por temporales marinos, desde 1995 a 2007 murieron por este motivo 202 personas (23 por ciento del total).

MEJORA SIGNIFICATIVA

Ribera aseguró que las cifras de este informe indican que en España se ha producido una «mejora significativa» de los indicadores ambientales. En este sentido, destacó la estabilización en el consumo de agua y la mejora en la eficiencia en los regadíos, así como el descenso en la intensidad energética. Por el contrario, reconoció que es necesario mejorar los sistemas de medición de la calidad del agua de las ciudades.

«Se trata de un documento tremendamente útil para consolidar el derecho de los ciudadanos a acceder de forma transparente a la información ambiental y por primera vez recoge datos básicos de todas las comunidades autónomas», destacó.

CALIDAD DEL AIRE

Según destacó la secretaria de Estado, el estudio recoge 19 fichas individualizadas que contienen información ambiental de las comunidades autónomas por primera vez y revela que en materia de calidad de aire se ha producido una disminución de gases de efecto invernadero en 2006. Este hecho va unido a una mejora en la intensidad energética, una disminución del consumo de energía primaria y un aumento de las energías renovables, que alcanzaron el 6 por ciento, aunque el reto para 2010 es alcanzar el 12,1 por ciento en esa materia.

Igualmente el informe celebra la estabilización desde 2003 en el crecimiento del consumo de agua, que pasó de 171 litros por habitante y día en 2004 a 166 litros por habitante y día en 2005. Además, gracias a las mejoras realizadas en las técnicas de riego en la agricultura, se registró un 7,3 por ciento menos de agua para este fin. También aumentó la capacidad de desalación en 2007, que aumentó en un 5 por ciento en relación con 2006, hasta los 2,1 hectómetros cúbicos por día.

Por otra parte, Ribera destacó el «impulso» a la política de conservación de la naturaleza en España en 2007 tras la aprobación de la Ley de Patrimonio Natural de la Biodiversidad y subrayó que la Red Natura 2000 alcanza ya el 26 por ciento de la superficie del país.

En cuanto a las especies que sufren un mayor grado de amenaza destacan las aves (52 por ciento), los peces (19 por ciento) y la flora (17 por ciento). El año 2007 sobresale también por su aumento de la superficie forestal arbolada y por registrar el menor número de incendios forestales de los últimos años.

MEJORA EN RESIDUOS Y EN AGRICULTURA ECOLÓGICA

Asimismo, otro de los aspectos positivos de los últimos años es que las tasas de crecimiento y puesta en valor de residuos de envases continúan creciendo hasta el objetivo previsto para 2009. En 2005, España alcanzó el 50,4 por ciento de tasa de reciclaje y el 56,1 por ciento en valorización, mientras que los objetivos eran del 55 por ciento y del 60 por ciento respectivamente. Según datos de la agencia Europea de Medio Ambiente, en 2005 España fue el séptimo país de la UE-15 en producción de residuos y el noveno en el crecimiento de la producción.

En 2006 se confirmó el aumento de la superficie destinada a la agricultura ecológica en un 14 por ciento con respecto a 2005 y también subió el número de empresas industriales con sistemas de gestión ambiental, colocando a España como el segundo países de la UE en número de empresas adheridas a los sistemas de EMAS, por detrás de Alemania. Igualmente reseñable, según el documento, es el aumento del turismo rural que aumentó entre 2001 y 2001 en número de alojamientos en un 110,28 por ciento y en un 141 por ciento en número de plazas.



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