FUENTE: FREEPIK

La Navidad es una de las festividades del cristianismo más celebradas a nivel mundial. La palabra Navidad procede del latín «nativitas», que significa «nacimiento». El motivo de la celebración de esta festividad es el nacimiento del niño Jesús, hijo de San José y de la Virgen María.

La fiesta de Navidad se celebra el 25 de diciembre porque es la fecha exacta del nacimiento de Jesucristo. La Iglesia católica ha establecido este día desde hace siglos como la fecha marcada en el calendario para celebrar esta festividad. Concretamente, el papa Julio I pidió que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esta fecha, pero fue el papa Liberio quien decretó en el año 354 ese significativo día como el nacimiento de Jesús.

Los días previos a la celebración de la Navidad se conoce como tiempo de adviento, donde la mayoría de las personas lo conocen por tomar los clásicos chocolates del calendario de adviento. Durante estas festividades navideñas, las calles, las plazas y los edificios de las ciudades se visten de gala con árboles, luces y todo tipo de adornos navideños para decorarlas.

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¿Cuánto contaminamos en Navidad?

La Navidad es una época del año muy importante para millones de personas, ya que esperan con anhelo y deseo la llegada de estas festividades para compartirlas con sus seres queridos. Las cantidades ingentes de comida, los regalos y las luces navideñas se han convertido en requisitos imprescindibles que podemos encontrar en cualquier hogar que visitemos durante estas festividades.

Sin embargo, la época de Navidad también trae consigo el impacto que provoca en el medio ambiente. El consumo excesivo de energía aumenta durante estas fechas debido al uso de luces navideñas, generando emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.

Las luces se han convertido en un símbolo casi indispensable de la Navidad, dado que la contaminación lumínica que producen sigue siendo un grave problema para nuestro planeta. Cuando se aproximan estas festividades, a pesar de haber sustituido en los últimos años las bombillas tradicionales por luces LED, las ciudades de casi todo el mundo se adornan con luces de todo tipo, llegando incluso a competir entre las distintas ciudades del territorio nacional por ver quién tiene la mejor iluminación.

A pesar de encontrarnos en una época donde la lucha contra el cambio climático es una realidad muy presente, durante estas fechas se aleja el objetivo principal de alcanzar la neutralidad climática. El despilfarro de dinero para iluminar las ciudades durante este periodo es notorio, dado que se encienden una media de 200 horas desde finales de noviembre hasta el 6 de enero en la mayoría de los casos.

Consumo eléctrico de las ciudades

El consumo eléctrico de las ciudades también aumenta durante la época navideña, convirtiendo en una tendencia el hecho de poner cada vez más luces navideñas por el impacto mediático que tienen. Sin embargo, durante los últimos años, las bombillas LED han ido sustituyendo a las antiguas bombillas incandescentes que engalanaban las ciudades durante la Navidad.

La utilización de bombillas LED suponen un impacto positivo para el medio ambiente, puesto que suponen un importante ahorro energético. Consumen un 75% menos de energía que las bombillas de bajo consumo, además de tener una esperanza de vida cuya duración aproximada gira en torno a las 70.000 horas.

Gracias a la utilización de este tipo de bombillas durante la época navideña, la eficiencia energética de las ciudades se ve claramente beneficiada, además de reducir también los gastos de mantenimiento que conllevaban las antiguas bombillas incandescentes.

A pesar de que el gasto energético en Navidad tiene cada vez menos impacto durante la celebración en la factura total de electricidad, se produce un efecto menos conocido pero no por ello menos perjudicial. Hablamos de la contaminación lumínica, provocado por la introducción de luz artificial que deriva en la degradación de los ecosistemas.

Los problemas que causa a la biodiversidad del planeta la luz artificial nocturna son ya una evidencia científica, puesto que la oscuridad es muy necesaria para la vida de la flora y fauna de nuestros ecosistemas.

El astrónomo Enric Marco Soler, de la Universitat de València, pone el foco en que los seres humanos también sufrimos el daño que nos provoca la contaminación lumínica:

El exceso de luz inhibe la producción de melatonina y puede provocar cronodisrupción, que está relacionada con problemas de insomnio, obesidad, depresión o diabetes.Enric Marco Soler

Árboles de Navidad

Los árboles de Navidad son una de las decoraciones más representativas durante estas festividades. Los árboles artificiales son muy contaminantes desde su proceso de fabricación debido a que contienen PVC, plástico, petróleo, y polímeros tóxicos.

La producción de árboles artificiales genera elevadas cantidades de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, provocando el llamado calentamiento global que tanto afecta a nuestro planeta. Otro de los inconvenientes que conlleva la producción de este tipo de árboles es que no pueden reciclarse, puesto que están fabricados con petróleo y tardarían hasta un total de 500 años en degradarse.

¿Generamos más residuos?

A nivel mundial, un tercio de los alimentos que producimos se desperdician durante la época navideña debido a que duplicamos la cantidad de comida que solemos ingerir en nuestro día a día. Estos hechos suceden porque, en la mayoría de las ocasiones, cocinamos más alimentos de los que necesitamos o realizamos compras de comida excesivas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) comenta lo siguiente respecto a este tema:

El desperdicio de alimentos en el mundo es responsable de emitir 3.300 millones de toneladas de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera cada año.FAO

Con la llegada de las festividades navideñas durante el mes de diciembre, el número de residuos diarios se incrementa un 30%, a diferencia de la cantidad de residuos que generamos durante los otros meses del año. Los residuos generados durante este mes aumentan a casi 20.000 toneladas diarias de basura orgánica aproximadamente.

Una de las causas principales por las que generamos una elevada cantidad de residuos se debe se debe a la compra de regalos. Vienen acompañados de un sinfín de cartones dentro de la propia caja del regalo, además de plásticos protectores y el papel regalo, adornado con el tradicional lazo decorativo.

¿Contaminamos con los envíos y desplazamientos durante la época navideña?

En Navidad, aumentan notablemente los desplazamientos por carretera debido a las compras de regalos, las reuniones con amigos o familiares, las visitas turísticas para ver la iluminación navideña de las ciudades… La Navidad, además de ser una época de celebración con nuestros seres queridos, nos muestra la necesidad de adoptar un modelo de movilidad sostenible para evitar una elevada cantidad de emisiones, sobre todo en las grandes ciudades.

El impacto que tiene la paquetería urgente en el medio ambiente es una realidad. Es importante que todos los ciudadanos seamos conscientes de que debemos reducir el ritmo y no abusar de este tipo de envíos urgentes, que se disparan especialmente durante las festividades navideñas. Tenemos que reflexionar si esa urgencia es realmente necesaria, puesto que existen maneras más sostenibles para recibir un paquete, además de que la entrega rápida supone una mayor contaminación para el planeta.

Según las estimaciones realizadas por el sector de mensajería y paquetería, este año se realizarán más de 100 millones de envíos, donde el 50% de los paquetes se devolverán, multiplicando de esta manera el impacto medioambiental para el planeta.

Soluciones para reducir la contaminación en Navidad

Desde Ambientum, te ofrecemos los siguientes consejos para reducir el impacto ambiental que generan las festividades navideñas:

  • Decora tu casa con un árbol de Navidad natural o fabrica alguno con materiales reciclados.
  • Envuelve los regalos con revistas o periódicos, evitando el consumo excesivo de papel de regalo.
  • No utilices las luces navideñas de tu hogar constantemente, tu bolsillo y el planeta te lo agradecerán.
  • Evita consumir más alimentos de los que necesitas, prepara únicamente la comida que vayas a consumir.
  • Recicla los adornos navideños de otros años, evitando aumentar todavía más la cantidad de residuos que generamos durante estas fechas navideñas.

Fuente: Redacción Ambientum



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