Los coches sin distintivo ambiental de los no residentes no podrán entrar a la almendra central de Madrid desde 2022 junto a otras medidas recogidas en el «plan 360», ha anunciado el Ayuntamiento de Madrid, que deberá contar con el apoyo de otro grupo municipal al no contar con mayoría suficiente para renovar en solitario la ordenanza de movilidad sostenible.

La medida contempla que los coches sin distintivo ambiental de los no residentes -los de gasolina matriculados con anterioridad al año 2000 y los diésel previos a 2006- no podrán circular desde 2022 en toda la almendra central, mientras que desde 2023 no podrán circular por la M-30 y en 2024 en toda la ciudad.

200 millones para ayudas a la compra de vehículos

La medida, que mantiene el horizonte del plan actual y la prohibición a los no residentes sin etiqueta de aparcar en el interior de la M-30 desde 2020, supone además que en 2025 los coches sin distintivo ambiental estén fuera de la capital, también los de los residentes.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (PP) ha presentado este lunes junto a la vicealcaldesa Begoña Villacís (Cs) su plan anti polución de la capital, “Madrid 360”, que contempla toda la ciudad pero mantiene intacto el perímetro de Madrid Central, donde podrán acceder los coches con pegatina C si tienen dos o más ocupantes.

Para lograr la renovación de la flota, el Ayuntamiento pondrá en marcha ayudas para comprar vehículos limpios, otorgando 200 millones de euros a partir de 2020 para la población en general, 10 millones anuales para la carga y descarga, y 5 millones anuales para los taxis, la misma cantidad que se dará en ayudas a los autobuses discrecionales.

Parquímetros, aparcamientos disuasorios, multas…

Además, el Ayuntamiento se plantea modificaciones en el Servicio de Estacionamiento Regulado, pudiendo extender el parquímetro a nuevos distritos fuera de la M-30, para reducir el efecto frontera y planteándose la posibilidad de fomentar una mayor rotación donde sea necesario, como por ejemplo en los centros de salud, limitando el tiempo en el que un coche puede estar estacionado.

También se mantienen las 10.000 plazas de aparcamientos disuasorios que contempla en Plan A de Calidad del Aire de la exalcaldesa Manuela Carmena, en vigor, pero que en este capítulo no se ha ejecutado. Además, el Consistorio no abarata ahora las multas de tráfico -de 90 euros por acceder a Madrid Central- un plan que mantienen pero que es independiente de este proyecto.

Madrid en cinco anillos

Respecto a los accesos a la capital, el Ayuntamiento reclama a la Comunidad de Madrid y al Ministerio de Fomento carril bus-vao por ejemplo en la A-6 y mantiene el plan de soterrar la entrada por la A-5 en el Paseo de la Extremadura.

En “Madrid 360”, Madrid Central mantiene su perímetro aunque perderá su nombre porque se pasa a un horizonte de una organización de cinco anillos: Sol, distrito Centro, interior de la M-30, espacio entre la M-30 y la M-40 y el resto de la capital.

Para aplicar estos cambios el Gobierno en coalición deberá lograr el apoyo de otro grupo municipal porque no cuentan con mayoría suficiente para renovar en solitario la ordenanza de movilidad sostenible, un trámite que se demorará al primer semestre de 2020.

¿Qué se ha hecho hasta ahora para luchar contra la contaminación en Madrid?

El plan antipolución, “Madrid 360”, que permite acceder a Madrid Central a los coches C con más de un ocupante, como novedad de un proyecto continuista con el acometido por el PP primero y por Manuela Carmena después para limpiar el aire de la capital.

Madrid incumple la directiva europea de emisiones contaminantes desde que entró en vigor, en 2010, y desde entonces busca evitar las sanciones europeas -que son de nuevo una amenaza- y aminorar la ‘boina’ que se produce en la ciudad, lo que pasa necesariamente por reducir el tráfico, responsable del 70% de las emisiones, según un informe de la Universidad Politécnica de 2017.

Zona de bajas emisiones

Madrid Central es sin duda la medida más conocida y Martínez-Almeida la mantendrá con un único cambio en el criterio de acceso. En lo simbólico le quitará el nombre. La ex regidora Manuela Carmena restringió al tráfico 470 hectáreas, donde solo pueden acceder los vehículos con distintivo ambiental que acudan a un aparcamiento, los vehículos Cero y Eco o los residentes.

La iniciativa era muy similar a la prometida en 2014 por la exregidora del PP Ana Botella, aunque la coalición de PP y Cs lo considera ahora una medida “más pedagógica” que efectiva. Antes de que llegase esta zona de bajas emisiones, Madrid ya tenía cerrados al tráfico varios barrios del distrito centro, las llamadas Áreas de Prioridad Residencial que inició el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón en 2005.

Protocolo anticontaminación

Otra de las políticas con más impacto en la vida cotidiana de los conductores madrileños es el protocolo ante picos de dióxido de nitrógeno, que aparta a los coches más contaminantes cuando la polución se dispara, normalmente en los meses de frío y que tampoco se modificará.

La primera vez que se puso en marcha, en diciembre de 2015, Carmena ocupaba ya el Palacio de Cibeles, pero el protocolo llevaba la firma de Botella, quien sin embargó no lo llegó aplicar, mientras que el que rige en la actualidad sí es marca Ahora Madrid.

El grupo de Carmena endureció la normativa y restringió el tráfico en cinco escenarios diferenciados en función de las pegatinas medioambientales de la DGT, superando el anterior plan, que discriminaba entre matrículas pares o impares.

Sin coches viejos y más contaminantes en 2025

Además, para el futuro el PP mantiene la restricción ya fijada para los coches más viejos y contaminantes -gasolina anteriores al 2000 y diésel previos a 2006, sin distintivo- que, salvo en el caso de los residentes, no podrán aparcar en la zona de parquímetro desde 2020 y estarán fuera de la capital en 2025, y establece un calendario intermedio.

La mayoría de las medidas anunciadas este lunes formaban parte ya del Plan A de calidad del aire aprobado por Carmena bajo el liderazgo de la concejal Inés Sabanés, como incrementar el espacio peatonal, reducir la velocidad, apostar por la movilidad ciclista o renovar los autobuses y taxis para apostar por una flota limpia.

A su vez, parte del Plan A retomaba parte de las 70 medidas que presentó en 2011 la entonces delegada de Medio Ambiente Ana Botella y que incluía la “Zona de Bajas Emisiones (ZBE)”, el encarecimiento del aparcamiento -que Almeida abaratará solo en los párking- y prometía peatonalizaciones o un servicio de bicicletas.

Varias medidas de ambas administraciones son a día de hoy una realidad, como ocurre con Madrid Central (noviembre de 2018), Bicimad (impulsado por el PP y mejorado y ampliado con Ahora Madrid) o los carriles bici -el PP desmontará los que considere peligrosos- y, sobre todo, ciclocarriles. Otras siguen pendientes.

Aparcamientos disuasorios

Es el caso de los aparcamientos disuasorios, una pieza clave para que los conductores de la corona metropolitana puedan combinar su vehículo con otros modos de transporte y que también figuran en “Madrid 360”. Carmena prometió doce pero no ejecutó ninguno y Almeida promete ahora 14.

Además, la velocidad se redujo en toda la ciudad pero no en los accesos, a excepción de la A-5, que Carmena quería convertir en una calle con semáforos y Almeida soterrará.

En cambio avanza a buen ritmo la renovación de la flota de autobuses, con más de 1.000 vehículos limpios, pero la configuración de las líneas sigue siendo radial.

Eficacia energética y biodiversidad

Más allá del tráfico, en el pasado mandato se trabajó para que Madrid sea más sostenible energéticamente, apostando por energía de fuentes renovables o por ayudas a la rehabilitación de edificios, y se ha aumentado la biodiversidad, con la renaturalización del río Manzanares como emblema.

En cambio, quedó aparcado y el PP cuantifica -50 millones- el plan para renovar calderas, al que aludía continuamente -ahora lo hace Vox- para defender que hay alternativas que no pasan por restringir el tráfico, aunque para cumplir con la UE y que Madrid sea respirable todos los actores, al margen de su color político, lo han limitado.

También el actual alcalde, que en la presentación de “Madrid 360” ha señalado que siempre defendieron que restricciones debe haberlas pero que “primero tiene que haber un modelo de alternativas”, que en su modelo son las ayudas de 200 millones para renovar el coche.

Fuente: EFE VERDE,

Artículo de referencia: https://www.efeverde.com/noticias/madrid-veta-coches-mas-contaminantes-almendra-central-2022/,



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