Madrid es una ciudad ruidosa, en la que se superan los límites legales de ruido que se establecen para proteger la salud.

El ruido está considerado un factor que reduce mucho la calidad de vida, siendo la contaminación acústica una de las principales causas de estrés y malestar entre la población de las ciudades. Múltiples estudios demuestran sus efectos nocivos de carácter psicológico, social y fisiológico. Según la EEA (Agencia Europea de Medio Ambiente), el riesgo para la salud a medio plazo causado por el ruido es muy superior a los del tabaquismo pasivo y la contaminación de aire por ozono y partículas, temas que reciben mucho mayor atención por las administraciones públicas. Las fuentes principales del ruido son el tráfico y las obras del vecindario, teniendo el primero un impacto mucho mayor en la salud de las personas.

Desde 2002, la UE exige a los estados miembros fijar objetivos de calidad para el ruido por zonas. En España, los valores límites se han fijado a 65 dB durante el día y 55 dB durante la noche para zonas residenciales, aunque la OMS recomienda aplicar limites más estrictos sobre todo por la noche (45-50 dB), ya que se causan molestias y alteraciones de sueño incluso con niveles inferiores. De hecho, otros países como Italia o Alemania ya tienen objetivos de calidad más estrictos (Italia: 55 dB durante el día / 45 dB por la noche para zonas exclusivamente residenciales; Alemania: 59 dB/49 dB).

Analizando los Mapas de Ruido de Madrid de 2006, se observa que un porcentaje importante de la población está expuesta a valores superiores a los objetivos de calidad establecidos en la normativa y aún más a los aconsejados por la OMS. En Madrid, 15% de la población sufren niveles de ruido medios (Lden) por encima de 65 dB(A) durante el día (Roma: 5,5%, Berlín: 8%) y 20% por encima de 55 dB(A) durante la noche (Roma: 5,2%, Berlín: 6,6%).

Analizando los valores proporcionados por la red fija de estaciones de medición de ruido de Madrid, se observa que desde 2006 el nivel de ruido se ha reducido ligeramente en algunas estaciones, pero en 2011, 17 de las 24 estaciones siguen superando los valores límite por la noche, y 5 lo hacen durante el día. Tampoco se aprecian reducciones significativas en la mayoría de los puntos de medición donde se superaban los límites en 2006. La mejora respecto a 2006 se debe principalmente a la eliminación/ reubicación de las estaciones, habiéndose eliminado varias de las más ruidosas, como ya se hizo también con las estaciones de medición de contaminación del aire. Es más, aplicando los límites legales de otros países o los recomendados por la OMS, sólo una única estación estaría por debajo de los límites (tanto día como noche), la ubicada en la Casa de Campo.

A pesar de la existencia de planes de acción contra el ruido (y la contaminación), según la ONG la situación sigue sin mejorar de manera significativa desde 2006. Las medidas sobre movilidad siguen sin aplicarse y últimamente se centran principalmente en el control del ocio nocturno. Esta actitud pasiva del Ayuntamiento es aún menos comprensible si se considera la correlación de la contaminación acústica con la contaminación del aire. Los dos provienen principalmente del mismo origen, del tráfico rodado y medidas para su reducción afectarían positivamente a los dos problemas.

Ecologistas en Acción denuncia el estado de dejación en materia de ruido a la hora de aplicar medidas eficaces en su reducción por parte de la administración competente y la falta de atención que ha tenido este problema, tanto por parte del sector político como de los medios de comunicación, en especial en este Día Internacional de Concienciación contra el Ruido



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