FUENTE: PIXABAY

Los globos meteorológicos o globos sonda nos proporcionan información para vigilar el clima y predecir los cambios atmosféricos, ya que son la principal fuente de datos por encima del suelo. Durante décadas, llevan proporcionando datos climáticos a los meteorólogos para entender de una forma más completa cómo funcionan los procesos climáticos y meteorológicos a la hora de hacer previsiones sobre el clima.

Los globos meteorológicos tienen la función principal de medir los datos de humedad, temperatura, presión y del viento que hay en las distintas capas de la atmósfera. Para obtener los datos, los globos meteorológicos incorporan un aparato de medida desechable conocido como radiosonda.

El cielo de la mayoría de la Tierra se llena de estos aparatos diariamente. En total, se lanzan en el mundo unos 2.000 globos meteorológicos cada día a la atmósfera desde finales de la década de 1930. Los servicios meteorológicos son los principales encargados de enviar estos globos meteorológicos a la atmósfera, pero también lo hacen los barcos o las universidades.

Los vuelos de los globos meteorológicos duran unas dos horas aproximadamente, donde las radiosondas se fijan a globos aerostáticos y se envían a la atmósfera de forma simultanea desde más de 800 territorios de la Tierra. Pueden alcanzar una altura de hasta 35 kilómetros, recorriendo una gran distancia hasta que el globo estalle y vuelva a la tierra mediante un paracaídas.

¿Cómo se fabrican los globos meteorológicos?

Los globos meteorológicos se fabrican con látex de caucho natural o con un látex sintético a base de neopreno. Al igual que ocurre con los globos tradicionales, el primer paso es llenarlo de helio. Su descomposición es mucho más lenta que los de látex de caucho natural. Por tanto, los meteorólogos se decantan por fabricar aquellos que son de látex de caucho natural.

Las radiosondas que se fijan a globos aerostáticos están hechos a prueba para soportar condiciones meteorológicas extremas. Las temperaturas que pueden llegar a soportar llegan hasta los -95 °C, con humedades relativas de 0% a 100% y presiones atmosféricas realmente bajas, soportando además diversas condiciones climáticas como hielo, lluvia, tormentas y vientos de alta intensidad.

A través de un transmisor que se coloca previamente en las radiosondas antes de enviar los globos meteorológicos a la atmósfera, se envían los datos a tiempo real, cada uno o dos segundos, a los equipos meteorológicos de seguimiento que se encuentran en tierra. Dichas radiosondas funcionan con una pequeña batería que también puede calcular la velocidad y la dirección del viento.

Es importante recalcar que los equipos meteorológicos encargados de realizar estas mediciones climáticas se esfuerzan a la hora de fabricar los materiales de las radiosondas y globos para que sean sostenibles y biodegradables para no dañar la salud del medio ambiente.

FUENTE: WIKIMEDIA COMMONS

Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes

Los científicos llevan advirtiendo desde hace tiempo, los irreversibles efectos del calentamiento global se verán durante milenios, pero sus consecuencias ya son evidentes en todo el mundo.

Las temperaturas extremas están agravando los masivos que asolan cada año a más lugares de la Tierra. Las lluvias torrenciales aparecen con más frecuencia en muchas partes del mundo, provocando inundaciones y derrumbes de edificios, dejando escenas de víctimas.

Según indican los expertos, los seres humanos deberán acostumbrarse a los fenómenos meteorológicos extremos durante los próximos años, puesto que serán cada vez más frecuentes.

Fuentes: Redacción Ambientum, ONU



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