PIXABAY

Los humanos llevamos siglos fascinados por Marte. Y tiene su lógica, pues hace miles de millones de años lo que hoy llamamos planeta rojo estaba cuajado de ríos y océanos. Más de 40 años de exploración nos han proporcionado una visión mucho más detallada de la evolución del paisaje marciano a lo largo de unos 3.500 años, pero muchos de sus misterios aún siguen siendo insondables.

El interés por el planeta rojo queda patente en este dato: este mes han coincidido en el planeta rojo tres misiones enviadas por tres países: China, la Unión de Emiratos Árabes y Estados Unidos, cuya agencia espacial ha diseñado un nuevo vehículo explorador llamado Perseverance, que se encargará de buscar señales de vida pasada en el suelo marciano.

El rover, lanzado en julio de 2020 e ideado para recorrer la superficie del planeta durante al menos un año marciano, lo que equivale a unos 687 días terrestres, c

Cuenta con un potente laboratorio remoto con ruedas de un nuevo diseño, un brazo robótico más potente que el de sus predecesores y un sistema informático con mayor poder de procesamiento de datos.

De entre todos los instrumentos, dos dispositivos jugarán un papel particularmente importante en la búsqueda de posibles signos de vidas en el pasado: el denomiado SHERLOC (abreviatura en inglés de Scanning Habitable Environments with Raman & Luminescence for Organics & Chemicals), se encargará de detectar minerales y material orgánico, mientras que el PIXL (abreviatura de Planetary Instrument for X-ray Lithochemistry) tendrá la misión de mapear la composición química de rocas y sedimentos.

Ambas herramientas analizarán estas características en conjunto con un nivel de detalle más alto que el que ha hecho antes cualquier rover de Marte hasta la fecha.

Marte

El vehículo recorrerá la superficie del planeta rojo en busca de muestras rocosas de un cráter de impacto de 45 kilómetros de diámetro y situado en el hemisferio norte marciano denominado Jezero, que se cree albergó un lago en su interior.

Las mediciones y recogida de muestras servirá para sondear los misterios de sus formaciones geológicas y comprobar si sus capas de sedimentos podrían albergar microorganismos fosilizados. Pero Perseverance no estará solo, contará con la ayuda de un pequeño helicóptero llamado Ingenuity, que servirá para verificar si los vehículos son capaces de volar en la delgada atmósfera marciana.

Más cámaras que nunca

Una de las principales innovaciones de la misión, denominada Mars 2020 Perseverance será la calidad de las imágenes que obtendrá de la superficie marciana, algo que se conseguirá gracias a la incorporación de numerosas cámaras, muchas más que cualquier misión interplanetaria de la historia.

En concreto, 19 situadas en el propio vehículo y cuatro en otras partes de los módulos de descenso y el aterrizaje, los cuales tomarán imágenes (procesadas y no procesadas), que se subirán periódicamente en la página web preparada por la agencia espacial para la ocasión.

En concreto, las denominadas Mastcam-Z pueden hacer zoom en texturas de rocas desde tan lejos como un campo de fútbol, ​​mientras que SuperCam usará un láser que impactará en los restos de rocas y regolitos (capas de roca suelta y fragmentos minerales) con el fin de estudiar su composición en el vapor resultante. RIMFAX (abreviatura de Radar Imager for Mars ‘Subsurface Experiment) utilizará ondas de radar para explorar características geológicas subterráneas.

Siete minutos de terror

El descenso del vehículo explorador culminará una misión de más de seis meses de duración, pero los minutos cruciales serán los siete últimos, los correspondientes al tramo final del viaje. El robot emitirá una alerta de radio cuando se adentre en la delgada atmósfera marciana, pero para cuando esta señal llegue al Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés), situado en Los Ángeles, la suerte del Perseverance ya estará echada.

Se espera que el rover tarde menos tiempo en descender desde la atmósfera marciana hasta la superficie del planeta rojo que lo que tarde la señal en llegar a la Tierra (estimada en unos 11 minutos). Ese lapso de tiempo de unos 7 minutos es conocido por los ingenieros como los «siete minutos de terror’, y marcarán la diferencia entre el éxito o el fracaso de la misión.

Registro de los sonidos de Marte

Cuando el rover aterrice en el planeta rojo no solo recopilará impresionantes imágenes y muestras de rocas del suelo marciano. Además, incorporará un registro jamás documentado: sonidos grabados en la superficie marciana.

Y es que Perseverance incorpora un par de micrófonos que proporcionarán registros sonoros únicos, tanto del momento del aterrizaje como de las labores de investigación del robot explorador.

Sonidos que, sin embargo, no sonarán igual que en el planeta rojo, pues la atmósfera marciana es solo un 1% más densa que la atmósfera terrestre en la superficie ,y tiene una composición diferente a la nuestra, lo cual afecta a la emisión y propagación del sonido.

Para aquellos interesados en conocer cómo sonarían distintos registros en la atmósfera marciana, la NASA ha reproduce en esta página web algunos de los sonidos terrestres familiares, como el canto de los pájaros, el pitido de un camión en retroceso o el timbre de una bicicleta. Si quieres saber cómo suena tu voz en Marte puedes comprobarlo en esta otra página. Alerta de spoiler: las diferencias son muy sutiles.

La llegada de la misión a Marte podrá seguirse en la página web del Observatorio de Propulsión a Chorro de la NASA y en redes sociales a través de @NASAPersevere y @NASAMars en Twitter y Facebook, y el hashtag #CountdownToMars.

Fuente: Sergi Alcalde / National Geographic,

Artículo de referencia: https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/objetivos-rover-perseverance-marte_16363,



0 0 votes
Valoración
Suscribir
Notificar de
guest

0 Comentarios
Inline Feedbacks
View all comments