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Desde hace 28 años, y cada vez con más preocupación, los científicos han advertido con datos sobre un clima cambiante y sus consecuencias. En 2020, el calentamiento global siguió aumentando, así como los desastres que conlleva, con lluvias y sequias extremas, incendios, aumento del nivel del mar, y entre otras cosas, una temporada récord de huracanes en Caribe. La pandemia de COVID-19 exacerbó aún más el hambre, la pobreza y el desplazamiento que causa el cambio climático en un año que hizo estremecer al planeta.

El clima extremo combinado con COVID-19 fue un doble golpe para millones de personas en 2020, pero ni la desaceleración económica relacionada con la pandemia logró frenar los impulsores calentamiento global y sus impactos que se cada vez se aceleran más, asegura un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial.

El informe anual de la Organización, «El Estado del Clima Global», confirma como el 2020 fue uno de los tres años más cálidos registrados, a pesar del enfriamiento que causa naturalmente el fenómeno de La Niña que estuvo presente. La temperatura media global este año fue de aproximadamente 1,2 ° Celsius por encima del nivel preindustrial (1850-1900). Además, los seis años transcurridos desde 2015 han sido los más cálidos registrados, y 2011-2020 fue la década más cálida registrada.

Cambio climático

“Han pasado 28 años desde que la Organización Meteorológica Mundial emitió el primer informe sobre el estado del clima en 1993, debido a las preocupaciones planteadas en ese momento sobre el cambio climático… Tenemos 28 años de datos que muestran aumentos significativos de temperatura en la tierra y el océano, así como otros cambios como el aumento del nivel del mar, el derretimiento de hielo marino y glaciares y cambios en los patrones de precipitación. Esto subraya la solidez de la ciencia climática basada en las leyes físicas que gobiernan el comportamiento del sistema climático”, afirma el secretario general de la agencia, Petteri Talas.

El experto recalcó que todos los indicadores climáticos clave y la información ofrecida por el informe destacan el incesante y continuo cambio climático, una creciente ocurrencia e intensificación de eventos extremos y graves pérdidas y daños que afectan a las personas, las sociedades y las economías.

“La tendencia negativa en el clima continuará durante las próximas décadas independientemente de nuestro éxito en la mitigación. Por tanto, es importante invertir en adaptación. Una de las formas más poderosas de adaptarse es invertir en servicios de alerta temprana y redes de observación meteorológica. Varios países menos desarrollados tienen importantes lagunas en sus sistemas de observación y carecen de servicios meteorológicos, climáticos y de agua de última generación”, advirtió el jefe de la agencia de la ONU.

El cambio climático exacerbado por el COVID en 2020

En 2020, el COVID-19 agregó una dimensión nueva y no deseada a los peligros meteorológicos, climáticos y relacionados con el agua, con impactos combinados de amplio alcance en la salud y el bienestar humanos, explica el informe.

Las restricciones de movilidad, las recesiones económicas y las perturbaciones del sector agrícola exacerbaron los efectos de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos a lo largo de toda la cadena de suministro de alimentos, elevando los niveles de inseguridad alimentaria y ralentizando la prestación de asistencia humanitaria. La pandemia también interrumpió las observaciones meteorológicas y complicó los esfuerzos de reducción del riesgo de desastres.

El documento, que reúne estudios de varias agencias de la ONU, ilustra cómo el cambio climático representa un riesgo para el logro de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a través de una cadena en cascada de eventos interrelacionados. Estos pueden contribuir a reforzar o agravar las desigualdades existentes. Además, existe la posibilidad de que se produzcan ciclos de retroalimentación que amenacen con perpetuar el círculo vicioso del cambio climático.

2021, un año definitivo

Talas presentó el informe junto al Secretario General de las Naciones Unidas, durante una conferencia de prensa en la sede de la ONU en Nueva York.

António Guterres describió el informe como “aterrador” y declaró que «nos encontramos al borde del abismo«. “Este informe muestra que 2020 también fue otro año sin precedentes de desastres climáticos y meteorológicos extremos. La causa es clara. Cambio climático antropogénico: alteración del clima causada por actividades humanas, por decisiones y locura humana. Los efectos son desastrosos. Los datos de este informe deberían alarmarnos a todos”, afirmó.

El informe se publica antes de la Cumbre virtual de líderes sobre el clima del 22 al 23 de abril, convocada por Estados Unidos. El presidente Joe Biden está tratando de galvanizar los esfuerzos de las principales economías para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París para mantener el aumento de la temperatura muy por debajo de 2 ° C para fines de siglo, y a 1,5 ° C si es posible.

A finales de año se celebrará en el Reino Unido la COP26, un evento mundial que Guterres ha calificado como “definitivo”.

“Este informe muestra que no tenemos tiempo que perder. El clima está cambiando y los impactos ya son demasiado costosos para las personas y el planeta. Este es el año de la acción. Los países deben comprometerse con emisiones netas cero para 2050. Deben presentar, mucho antes de la COP26 en Glasgow, planes climáticos nacionales ambiciosos que recorten colectivamente las emisiones globales en un 45% en comparación con los niveles de 2010 para 2030. Y deben actuar ahora para proteger a las personas contra los efectos desastrosos del cambio climático”, alertó el Secretario General.

Fuente: ONU,

Artículo de referencia: https://news.un.org/es/story/2021/04/1490922,



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