Grandes extensiones de los pastizales del planeta se encuentran degradadas de forma severa a moderada. Devolverles a un estado saludable podría suponer eliminar gigatoneladas de carbono de la atmósfera y mejorar la capacidad de resistencia ante el cambio climático. 

Hasta ahora, sin embargo, los programas de créditos de carbono que financian proyectos para la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) y la retención de carbono no han prestado apenas atención a la agricultura. Una de las principales dificultades ha sido encontrar maneras fiables y accesibles de medir la cantidad de carbono que se retiene en los proyectos de mitigación agrícola. 

La nueva Metodología de la FAO para la gestión sostenible de los pastizales puede ayudar a superar este obstáculo. 

"Creemos haber resuelto el problema y encontrado una forma fiable para que los criadores de ganado que invierten en la restauración de pastizales puedan probar que están fijando cantidades notables de carbono y acceder a la financiación para la mitigación", señaló Pierre Gerber, especialista en política ganadera de la FAO que trabaja en el proyecto.

La dificultad estriba en la medición

El gran adelanto de la nueva metodología de la FAO es que supone una forma asequible para calcular de forma fiable la cantidad de emisiones de GEI eliminadas de la atmósfera a través de una mejor gestión de los pastizales.

"Nuestro enfoque nos permite no solamente medir directamente la retención de carbono a través de la toma de muestras del suelo, pero también a través de un modelo computerizado de fijación basado en los distintos tipos de suelo y las actividades realizadas", explicó Leslie Lipper, economista de la FAO involucrado en el proyecto. "Ser capaz de demostrar que el seguimiento es fiable es algo obligado para proyectos que desean participar en el mercado del carbono, y los modelos reducen los costes de este seguimiento, permitiendo participar a los pequeños pastores y criadores de ganado".

La metodología está siendo aplicada en un proyecto piloto en la provincia de Qinghai, China, que en última instancia será capaz de compensar una cantidad significante de carbono durante un periodo de diez años. Después de ese plazo, los pastizales restaurados habrán almacenado tanto carbono como les es posible, y los ingresos por ese concepto disminuirán. Pero las tierras volverán a ser entonces plenamente productivas y los sistemas ganaderos contarán con un modelo sostenible capaz de soportar los medios de vida de los pastores durante las próximas generaciones.

Créditos de carbono de los pastizales restaurados

El proyecto de Qinghai comenzó en 2008, cuando la FAO, el ICRAF, la Academia de Ciencias de China y el gobierno provincial comenzaron a trabajar con los pastores para diseñar conjuntamente prácticas para mejorar la gestión de las tierras y los pastizales para restaurar la salud de los suelos, mejorar la producción láctea y cárnica y generar servicios ecosistémicos como la reducción de la escorrentía y las riadas y la conservación de la biodiversidad.

El objetivo final, sin embargo, era desarrollar un sistema rentable para evaluar y conceder créditos en el sentido de que estas prácticas resultan en una reducción de los GEIs a través de la retención de carbono en el suelo y una menor generación de metano en los animales. De esta forma los pastores pueden ganar dinero mediante la venta de créditos por la compensación de carbono en los mercados que negocian con los derechos de emisión. Este ingreso suplementario es clave para ayudar a salvar las barreras que los criadores de ganado encuentran a la hora de restaurar los ecosistemas, como la reducción a corto plazo de ingresos de la ganadería.

Los beneficios se invierten en seguir rehabilitando la salud a largo plazo de las tierras que los producen, y en crear asociaciones de comercialización para aumentar las ganancias derivadas de la cría tradicional de animales.

"El proyecto en China es tan solo un ejemplo de lo que esta metodología puede conseguir. Puede ser utilizado fácilmente en otros lugares, y ampliado para alcanzar resultados similares en los pastizales más degradados", explicó Gerber.

Abrir la puerta a los fondos para la mitigación

La FAO acaba de presentar esta metodología para su aprobación por Verified Carbon Standard (VSC), un organismo sin ánimo de lucro que certifica los programas de reducción de gases de efecto invernadero de proyectos en todo el mundo para verificar y poder emitir créditos de carbono en los mercados que negocian con las emisiones.

Una vez aprobado, cualquier proyecto de pastizales que utilice esta metodología será apto para crear y comerciar créditos de carbono en los mercados voluntarios de carbono en todo el mundo.

"Y lo que es igualmente importante, esta metodología ofrece ahora a los países una opción clara de incluir la gestión sostenible de pastizales en sus acciones de mitigación apropiadas para el ámbito nacional (NAMAs, por sus siglas en inglés) para reducir sus emisiones de GEI, que desarrollan en línea con las estrategias nacionales sobre el clima según los Acuerdos de Cancún de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés)", añadió Lipper. "Hasta ahora, no existían opciones para ello", concluyó.



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