Las cristalinas aguas de la Bahía de los Ángeles, en la pintoresca ciudad costera francesa de Niza, se han convertido este domingo en el epicentro de un llamamiento global a la acción. Una imponente flota de treinta embarcaciones de investigación y exploración, provenientes de todos los rincones del mundo, formó parte de un evento de calado internacional para inaugurar la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, en el que se rendirá un emotivo tributo al Día Mundial de los Océanos.
Bajo el lema ‘Maravillas del Océano’, este desfile naval no es un mero espectáculo. Su diseño busca resaltar la belleza innegable y la trascendental importancia de los océanos, al tiempo que lanza un imperioso llamamiento a los líderes mundiales: no perder de vista su valor intrínseco al tomar decisiones que moldearán el futuro del planeta. Miles de delegados, entre ellos jefes de Estado, eminentes científicos y fervientes defensores del medio ambiente, se reunirán en Niza a lo largo de esta semana. El objetivo es claro y perentorio: enfrentar las crecientes amenazas que acechan a los océanos del mundo y transformar las promesas en protección efectiva.
Emergencia global
La Organización de las Naciones Unidas ha calificado la situación actual de los océanos como una verdadera emergencia global. Las amenazas se ciernen de manera implacable, desde el incesante aumento de las temperaturas oceánicas, que altera la vida marina y los ecosistemas, hasta la omnipresente contaminación plástica que asfixia la biodiversidad, pasando por la explotación excesiva e implacable de los peces y otros recursos marinos. Los datos revelan la magnitud del desafío: apenas el 2,7% del vasto océano global se encuentra efectivamente protegido de actividades destructivas como la pesca industrial a gran escala y la minería en aguas profundas. Esta cifra dista drásticamente del ambicioso objetivo global del 30% de protección para el año 2030, una meta considerada vital para la salud de los ecosistemas marinos.
Paneles solares
Entre la distinguida flotilla que participará en este evento simbólico, destaca el Energy Observer, un catamarán imponente cubierto de paneles solares que ostenta el título de ser la primera embarcación en circunnavegar el globo utilizando exclusivamente energía renovable. Su singularidad reside en su capacidad para producir combustible de hidrógeno a bordo mediante la electrólisis del agua de mar, ofreciendo una visión tangible y esperanzadora de un futuro para los viajes marítimos completamente exento de emisiones contaminantes.
Otras embarcaciones que capturarán la atención incluyen el Alfred Merlin de Francia, un buque dedicado a la fascinante arqueología submarina; el OceanXplorer, un yate de investigación de alta tecnología financiado por un multimillonario y equipado con lo último en exploración oceánica; y el Blue Panda de WWF, una embarcación dedicada a la crucial labor de mapear y proteger los últimos reductos de prados de pastos marinos que aún subsisten en el Mar Mediterráneo, ecosistemas vitales para la biodiversidad y la salud costera.
Tratado de Alta Mar
En el corazón de la conferencia de Niza late un impulso fundamental: la urgente ratificación del Tratado de Alta Mar, un acuerdo trascendental adoptado en 2023. De entrar en vigor, este tratado permitiría por primera vez a los países establecer áreas marinas protegidas en aguas internacionales, un vasto territorio que abarca casi dos tercios del océano global y que hasta ahora ha permanecido en gran medida sin una gobernanza efectiva. Rebecca Hubbard, directora de la influyente Alianza de Alta Mar, enfatiza la importancia capital de este instrumento: «El Tratado de Alta Mar es crucial para garantizar que podamos proteger la biodiversidad en el océano. Estamos en medio de una crisis de biodiversidad y climática. Absolutamente tenemos que proteger el océano para abordar esas crisis».
Sin embargo, la protección efectiva del océano no solo depende de nuevos tratados. Incluso en aguas ya designadas como protegidas, la aplicación de la ley a menudo es insuficiente. Numerosos países, incluida Francia, se enfrentan a críticas de grupos ambientalistas por la debilidad de su regulación y la persistencia de actividades industriales dentro de sus propias áreas marinas protegidas. Sílvia Tavares, gerente de proyectos en la Fundación Oceano Azul, sentencia con preocupación que «la ambición no está ahí, la velocidad no está ahí, y la escala no ha estado ahí. Momentos como [la conferencia] son clave para cambiar eso».
Medidas a futuro
A pesar de estos desafíos, se espera que varios países aprovechen la plataforma de la conferencia para anunciar nuevas áreas marinas protegidas, así como prohibiciones explícitas de arrastre de fondo y otras actividades destructivas dentro de sus redes de Áreas Marinas Protegidas existentes. Después del simbólico desfile de navegación del domingo, la impresionante flota «Maravillas del Océano» permanecerá atracada en Niza, abierta al público, hasta la conclusión de la conferencia el próximo 13 de junio, ofreciendo una oportunidad única para acercar las maravillas del océano a la ciudadanía y recordar la urgencia de su protección.
