
La reciente sacudida que experimentó la península ibérica con un masivo apagón eléctrico ha desencadenado una respuesta coordinada entre los gobiernos de España y Portugal. En un esfuerzo por desentrañar las causas de este inédito incidente, las ministras responsables de la energía y el medio ambiente de ambos países han acordado la creación de un grupo de seguimiento conjunto. Esta decisión fue tomada durante una reunión telemática en la que participaron la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, Sara Aagesen, y la ministra de Medio Ambiente y Energía del Gobierno de Portugal, María da Graça Carvalho.
Según un comunicado emitido por el Ministerio español de Transición Ecológica, el objetivo primordial de este grupo de trabajo bilateral será «analizar las circunstancias de lo sucedido». La ministra española, Sara Aagesen, destacó la colaboración inmediata que se estableció entre ambos países desde el momento en que se produjo el apagón. «Hemos podido compartir una colaboración que se inició desde el primer día», afirmó, subrayando que esta cooperación no se limita al mero intercambio de datos técnicos, sino que abarca una voluntad compartida de «identificar el incidente, la causa, y sobre todo para poner las medidas que sean necesarias para que no vuelva a ocurrir».
Actuación coordinada
En la misma línea de coordinación, las ministras acordaron mantener «una actuación coordinada» en lo referente a la información que debe ser remitida a los diferentes organismos europeos competentes en materia de energía y redes eléctricas. Asimismo, se comprometieron a mantener una comunicación fluida y a celebrar una nueva reunión telemática la próxima semana para seguir de cerca los avances de la investigación y la colaboración bilateral.
El apagón eléctrico, que sumió en la oscuridad a amplias zonas de España y Portugal durante varias horas el pasado lunes, ha generado una lógica inquietud y una intensa búsqueda de respuestas. A una semana del caótico suceso, las autoridades y los expertos aún no han ofrecido una explicación oficial y concluyente sobre su origen y desarrollo.
Medio Ambiente y Energía
La ministra portuguesa de Medio Ambiente y Energía, María da Graça Carvalho, al término de la reunión virtual, enfatizó ante los medios de comunicación la importancia de «recopilar toda la información para entender lo que estuvo en el origen del incidente, que como saben fue en la red española». De esta manera, la titular portuguesa se hizo eco de las primeras indicaciones del gobierno luso, que apuntaban a un fallo originado en la red eléctrica española como desencadenante del apagón que afectó a ambos países. «Fue algo muy complejo y, por ello, demorará algún tiempo. Necesitamos muchos datos para saber exactamente lo que ocurrió», añadió Carvalho, anticipando una investigación exhaustiva y detallada.
El súbito desplome de 15 gigavatios del sistema eléctrico español a las 12H33 locales del lunes, una pérdida de potencia equivalente al 60% del consumo total del país en ese momento, fue calificado por el gobierno español como un fenómeno «inédito». La magnitud de la caída de suministro generó un amplio debate y diversas hipótesis sobre sus posibles causas.
Energías renovables
En los días posteriores al apagón, la atención se centró en el creciente protagonismo de las energías renovables en el mix energético ibérico. Algunas voces sugirieron que su intermitencia o su gestión podrían haber contribuido a la inestabilidad de la red. Sin embargo, la presidenta de Red Eléctrica de España (REE), la empresa gestora del sistema de transporte eléctrico español, defendió firmemente la seguridad del «mix» renovable. En la misma línea, el gobierno español hizo un llamamiento a la prudencia, instando a evitar especulaciones hasta que se dispusiera de información contrastada sobre las causas del incidente.
Otra hipótesis que surgió tras el apagón fue la posibilidad de un ciberataque a la infraestructura crítica del sistema eléctrico. No obstante, esta opción fue considerada poco probable por REE, que aseguró no haber detectado «ningún tipo de intrusión» en sus sistemas informáticos. A pesar de esta declaración, la justicia española ha iniciado una investigación para descartar por completo esta posibilidad, dada la gravedad de las consecuencias de un ataque de estas características.
La creación de este grupo de seguimiento conjunto entre España y Portugal representa un paso crucial para abordar de manera coordinada la investigación de este apagón sin precedentes. La colaboración entre ambos países, tanto en el intercambio de información como en el análisis de las causas, se antoja fundamental para esclarecer lo sucedido y para implementar las medidas necesarias que garanticen la estabilidad y la seguridad del suministro eléctrico en la península ibérica en el futuro. La complejidad del incidente anticipa una investigación minuciosa que requerirá tiempo y el análisis de una gran cantidad de datos técnicos para llegar a conclusiones definitivas.