Se entiende por prerrecogida todas las manipulaciones de residuos, separación, almacenamiento y procesamiento en origen, destinadas a agrupar los residuos sólidos urbanos modificando a veces alguna de sus características físicas: volumen, humedad, tamaño, etc., para facilitar su recogida.

La manipulación de residuos abarca las operaciones asociadas con su gestión desde que son generados en los hogares hasta su colocación en los lugares de almacenamiento para su recogida. Las actividades específicas variarán según los tipos de materiales y la conveniencia de efectuar separaciones de productos. La separación para el reciclaje de papel, cartón, latas de aluminio, latas metálicas, vidrio, envases de plásticos, tetra bric, etc., conviene efectuarla en esta fase de la prerrecogida de residuos, la más cercana a su generación, para lograr la máxima pureza de estas fracciones y, por tanto, su más elevado valorización con vistas a la posterior reutilización de dichos materiales. Una vez separados, los componentes deben ser almacenados en los hogares y en los comercios. En esta operación debe tenerse en cuenta el sistema de recogida establecido en la ciudad, sobre todo, en lo que respecta a dos factores:

  • Forma de presentación.
  • Horario de recogida.

La forma de presentar los residuos debe ser compatible con el sistema final de recogida, siendo necesario por tanto reglamentar los diversos procedimientos. En España, la norma generalmente utilizada es que los residuos sólidos que no han tenido selección previa pasen del recipiente doméstico donde han sido almacenados temporalmente a una bolsa de basuras, y de esta a los contenedores colectivos. En caso de recogida con recipiente individual, los cubos estarán en el hogar, donde se depositarán los residuos, siendo ese mismo recipiente el que sacará a la vía pública. Este sistema se ve frecuentemente modificado por problemas de espacio, en cuyo caso de utilizan varios cubos para toda una comunidad de vecinos. Con este sistema también se usan bolsas individuales que se trasvasan a los cubos, saliendo de esta forma a la vía pública.

Un factor de gran importante de esta fase es el respeto al horario en que los residuos pueden transportarse de los hogares a los puntos de prerrecogida. Todas las ordenanzas municipales especifican con detalle los horarios en que está permitido efectuar esta operación, pero no suelen respetarse, lo que colabora a empeorar las características medioambientales de la recogida, sobre todo en cuanto a producción de olores y contaminación visual.

Esta cuestión es importante y está íntimamente ligada a los horarios establecidos para el paso de los vehículos de recogida, por lo que debe estudiarse con mucha atención.

Las normas generales para que la fase de prerrecogida sea eficaz son:

  • Colocación de los residuos en bolsas o recipientes normalizados.
  • Horarios de salida de los residuos a la vía pública dos horas antes del paso de los vehículos de recogida, por lo que debe estudiarse con mucha atención.

Existe serie de importantes productos de residuos, a veces muy especiales y con gran porcentaje de componentes orgánicos, en los que se da un gran desfase de horario entre la producción y recogida, como son:

  • Establecimientos y fábricas que sólo están abiertos en horario de mañana.
  • Establecimientos que cierran a media tarde.
  • Bares y restaurantes que cierran en las primeras horas de la madrugada.
  • Mercados que cierran a mediodía.

Este desfase horario origina una presencia innecesaria de los residuos en la vía pública y afecta la normalidad ciudadana. Para solucionar este problema se puede tomar alguna de las siguientes medidas:

  • Recogidas sectoriales.
  • Horarios especiales.
  • Circuito especial para restaurantes y establecimientos similares.

Dichas soluciones sólo pueden aplicarse en ciudades que por su gran tamaño esté justificado el uso especial de un circuito completo de recogida para estos fines. En la mayoría de casos, al no ser esto posible, sólo queda llegar a un acuerdo con estos sectores para decidir los mejores horarios dentro de los generales utilizados en la ciudad y conseguir que los residuos permanezcan en sus locales hasta la hora establecida para la recogida.

El mismo problema lo presentan los propios ciudadanos cuando la recogida se efectúe en horario nocturno, lo que puede solucionarse autorizando el depósito de residuos en las últimas horas del día, normalmente 8 ó 9 de la tarde. La permanencia de los residuos en horario nocturno en la vía pública, al no existir una presencia masiva de ciudadanos, origina menos trastornos.

Curiosamente, la mayoría de los servicios de recogida en España se llevan a cabo en el turno de noche debido al tráfico; sin embargo, la experiencia indica que si se realizan en turno de mañana, los problemas que causan los residuos sacados fuera de hora, no colocados en el interior del contenedor, cubos no recogidos y otros defectos provocados por el horario, son mucho menores.

Las constantes innovaciones tecnológicas en los vehículos, contenedores y sistemas de gestión, hacen que la oferta de posibles soluciones no sólo sea muy amplia, sino que incluso lleven a replantar constantemente cuál es la mejor para cada caso concreto. Esta dinámica obliga a una continua revisión de los criterios y normativas legales que habitualmente se plasman en las ordenanzas, ya sean de limpieza, urbanísticas, etc., lo que a su vez provoca una continua evolución de los criterios adoptados por los responsables de los servicios técnicos.

De forma general, puede decirse que las mejoras que se van introduciendo tienen un tiempo de aplicación cada vez más corto, hecho que desaconseja implantar procedimientos que requieran fuertes inversiones en infraestructuras. Asimismo, la tendencia hacia un enfoque selectivo y especializado de los diferentes problemas, hace que puedan coexistir diversos procedimientos para dar solución a las necesidades de cada sector de una misma colectividad.



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