España tiene un consumo relativamente elevado de energía. Aunque en términos absolutos queda aún lejos de los países más industrializados como Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido o Italia, el consumo español bruto de energía primaria supera al de todos los países del continente africano juntos, excluidos los tres grandes productores, Sudáfrica, Argelia y Egipto.

Medido en términos de energía primaria, la evolución del consumo interior bruto español ha tenido en los últimos decenios una clara trayectoria ascendente, que se quiebra como consecuencia de la crisis del petróleo para, en los últimos años, volver a acelerarse su crecimiento.

Esta demanda de energía en España creció en los primeros cuatro meses del 2000 un 8,1 %, casi dos puntos más que el registrado en el primer cuatrimestre del año anterior. El excelente comportamiento de la actividad económica ha sido el motor de este elevado crecimiento, aportando el 7,9% de la mayor demanda. La demanda máxima de energía diaria se elevó a 571 GWh, un 11,1% por encima del año anterior.

En 1999, ya se había producido un fuerte incremento de la demanda de energía eléctrica en España, motivado principalmente por el buen comportamiento de la economía española. Este crecimiento, aunque inferior en tres décimas al registrado en 1998, puede considerarse extraordinariamente positivo si se compara con el 2,4% obtenido por la Unión Europea en su conjunto. Como consecuencia, la demanda peninsular en 1999 alcanzó los 184.275 GW, lo que supone un incremento del 6,5% respecto al año anterior.

Respecto a las demandas mensual diaria y horaria durante 1999, también se ha vuelto a establecer nuevos máximos. Así, a lo largo del año se han producido tres máximos históricos, el último en el mes de diciembre en el que se alcanzó una demanda de 16.950 GW. De igual forma, en 1999 se ha alcanzado en sucesivas ocasiones nueva cifras máximas tanto de demanda de energía diaria, la última el día 17 de diciembre con 622 GW, como de demanda de energía horaria, establecida finalmente en los 31.247 MW, registrados el 16 de diciembre.

La potencia instalada total de las centrales pertenecientes al régimen ordinario de generación de electricidad ascendía a 43.662 MW al finalizar el año 1999, valor que superaba en 140.4 MW la capacidad del año anterior. Este aumento ha sido consecuencia de la entrada en servicio de la central hidroeléctrica de Ricobayo II, con una potencia nominal de 158 MW, y de la repotenciación de diferentes grupos térmicos, con un incremento de capacidad de 68,1 MW. En cuanto a las bajas de equipo hay que destacar el paso al régimen especial de varias centrales hidroeléctricas con una potencia conjunta de 85,7 MW.



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