Es de sobra conocido el uso de diferentes organismos como indicadores de la calidad del agua. Dentro del fitoplancton, pertenece al reino vegetal, destacan las Cianobacterias y Diatomeas.

Las cianobacterias son microorganismos unicelulares y agrupaciones celulares sin división de trabajo. Poseen núcleo rodeado de membrana y pigmentos fotosintéticos.

Pueden formar grandes y densas capas sobre la superficie del agua y, por ello, disminuyen el valor estético de la misma. A veces, proporcionan mal olor y sabor pero al mismo tiempo y gracias a su función fotosintética, proporcionan una buena oxigenación de las aguas donde se encuentran.

Este aspecto toma importancia cuando las cianobacterias forman parte del proceso de degradación biológica de la materia orgánica del agua, pues les proporciona oxígeno a los microorganismos capaces de degradar dicha materia, o bien, de hacer que decante y que favorezca su eliminación. Los procesos de eutrofización de las aguas continentales favorecen, en gran medida, el desarrollo de proliferaciones de microalgas a menudo representadas por floraciones de cianobacterias.

Algunas especies pertenecientes a este grupo, producen sustancias capaces de alterar las propiedades organolépticas de las aguas y de conferirles un carácter tóxico para el hombre y los animales, lo que exige prestarles una gran atención cuando esta agua es destinada al abastecimiento humano.

Por otro lado, las cianobacterias presentan la facultad de intercambiar material genético, dando lugar a la aparición de distintos grados de toxicidad.

De modo que, a menudo, estas floraciones están constituidas por diferentes genotipos, por lo que la toxicidad total de una muestra guarda una relación directa con la abundancia relativa de éstos. Así, se hace crucial su identificación para que mediante bioensayos con modelos animales y celulares, métodos inmunológicos comerciales y sondas fluorescentes se pueda combatir dicha toxicidad.

Las diatomeas son las algas pardas unicelulares. En solitario o en colonias, éstas poseen la aptitud de colonizar los substratos. Son fácilmente reconocibles por el color pardo que poseen sobre el soporte colonizado. Desde los medios dulceacuícolas y marinos, éstas constituyen la mayor parte del fitoplancton.

Cada célula está formada por una frústula silícea compuesta de dos valvas metida una en otra, de forma similar a una cajita y pueden ser conservadas mucho tiempo después de la muerte del alga. Gracias a esta propiedad, las diatomeas son utilizadas para estudiar la fase físico-químico del curso del agua.

Dos órdenes principales constituyen un gran grupo, las Céntricas o Centrophycidas, generalmente con un solo eje de simetría y con forma redondeada, y las Pennadas o Pennatophycidas, que poseen una simetría con relación a un plano donde las dos valvas son semejantes, alargadas y con contorno elíptico. Dentro de este grupo, las formas poseen un rafe, hendidura que va de un polo a otro interrumpido en el centro de la valva.

El mayor inconveniente del estudio de las diatomeas reside en la pesadez del tratamiento y del montaje necesario para su recuento y la posterior identificación de las especies. Numerosos autores, sin embargo, están de acuerdo con su uso como indicadores de la calidad de las aguas.

La sistemática de las diatomeas se basa en la observación de la frústula sílicea. Para facilitar la observación, es primordial eliminar la materia orgánica mediante distintos tratamientos que esconder los detalles finos de las ornamentaciones de las valvas. Es conocida la facilidad con que estos organismos son recogidos y conservados, a la misma vez que colonizan todos los sistemas acuáticos incluso las altamente hostiles y contaminados.

Las algas, dentro de las cuáles se incluyen las diatomeas, son muy sensibles a la polución, especialmente al Nitrógeno y al Fósforo. Éstas son muy interesantes al ser poco sensibles a los factores ajenos a la polución como es el tipo de substrato y el hecho de poseer la capacidad de integración de diversos factores medioambientales.

El índice I.D.G., Índice Diatómico Generalizado, viene determinado por 3 variables:

  • La Sensibilidad a la polución de cada especie, S, que toma valores desde 1, más resistente, hasta 5, más sensible.
  • Amplitud ecológica, V, que va desde 1, forma ubicua. hasta 3, forma característica.
  • La Abundancia, en %. El índice diatómico para cada estación se calcula mediante la siguiente fórmula:

Los valores del I.D.G. van de 1 a 5 en orden decreciente de los niveles de contaminación. Los valores obtenidos mediante los índices son contrastados y, a la vez, completados con análisis químicos.

El principal inconveniente de estos índices es la necesidad de identificación de las especies de diatomeas, el cual requiere una determinada preparación y conocimiento, del mismo modo que para su recuento.

Las clases de calidad de las aguas adoptadas según el índice IDG son:


Grupo de Tratamiento de Aguas Residuales. Escuela Universitaria Politécnica. Universidad de Sevilla.


 



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