El yeso, mineral abundante en la corteza terrestre y a partir del cual se fabrica la escayola, es indefinidamente reciclable ya que su composición química, tras la elaboración de los productos, se mantiene inalterable. Gracias al proyecto europeo GTOG (From Production to Recycling: A Circular Economy for the European Gypsum Industry with the Demolition and Recycling Industry), la industria del yeso será capaz de cerrar el ciclo de este material.

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) participan en el proyecto GTOG, que tiene como objetivo fundamental identificar y definir las buenas prácticas en demolición selectiva de edificios de uso no residencial en Europa. El fin es facilitar el reciclaje de los residuos de placa de yeso laminado (PYL) y lograr mayores porcentajes de incorporación de yeso reciclado en su fabricación.

Para cerrar el ciclo de reciclaje del yeso, explica Ana Jiménez, miembro del grupo de investigación Sostenibilidad en la Construcción y en la Industria (SCI), será “necesario que las buenas prácticas de demolición selectiva sean aplicadas sistemáticamente en todas las obras, incluyendo reformas y rehabilitación de edificios, logrando una separación de los residuos en origen y evitando así el residuo mezclado”.

Para ello, el procesado del residuo obtenido se debe realizar de acuerdo a unas prácticas, normas y documentos “claros y específicos”. Además, la “incorporación del material reciclado en la fabricación de nuevos productos debe llevarse a cabo utilizando procesos innovadores”, subraya.

Proyecto de alcance europeo

La innovación del trabajo de los investigadores de la UPM radica en aportar un enfoque integral que considera a todos los agentes que intervienen en la cadena de valor (empresas de demolición, reciclaje y fabricación), con el fin de crear una economía basada en el reciclaje y la eficiencia de los recursos. Este enfoque será específico para productos de base yeso, pero podrá adaptarse posteriormente para su aplicación a otros residuos de construcción y demolición (RCD).

Cofinanciado al 50% por la Comisión Europea en el marco del Programa Life+ 2011, el proyecto GTOG tendrá una duración de tres años (2013-2015). Los países objeto de estudio son Polonia, Alemania, Reino Unido, Holanda, Bélgica, Francia, Grecia y España. Además, se llevarán a cabo pilotos demostradores localizados en Reino Unido, Francia, Bélgica y Alemania.

La Federación Europea de Asociaciones Nacionales de Fabricantes de Productos de Yeso (EUROGYPSUM) coordina el proyecto, en el que participan otras 16 entidades europeas. Entre ellas, la UPM, representada por el citado grupo de investigación Sostenibilidad en la Construcción y en la Industria (gi y el Laboratorio Oficial para Ensayo de Materiales de Construcción(LOEMCO). También intervienen otra universidad, una consultora y cinco empresas de demolición, dos empresas de reciclaje de residuos de yeso y cinco plantas de fabricación de PYL pertenecientes a los tres grandes grupos europeos (Knauf, Saint-Gobain y Siniat).

Durante el proyecto, se especificará la calidad del yeso reciclado con el objetivo de alcanzar el fin de la condición de residuo, de acuerdo con los criterios establecidos en la directiva marco sobre residuos (Directiva 2008/98/CE). Las empresas fabricantes, que intervienen en el proyecto, tratarán de incluir un 30% de yeso reciclado en sus PYL, incluyendo RCD, además del residuo proveniente del rechazo de fabricación. Dentro del proyecto, la industria europea del yeso evaluará los criterios de contratación pública ecológica (para la PYL) desarrollados en 2010 junto con la Comisión Europea.



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