La investigación en este campo permitirá dar múltiples usos a los residuos, desde transformarlos en combustible para el coche hasta construir prótesis médicas assequibles

En los días 11 y 12 de mayo se ha celebrado en la sede del AMB el congreso Biometa, un encuentro de referencia mundial sobre estrategias de tratamiento de residuos urbanos que permitan aprovechar el biogás resultante como fuente de energía, entre otros usos. 

En el congreso de este año, participado por técnicos metropolitanos y municipales, empresas y mundo universitario, se han presentado ponencias que abren el camino a futuros usos alternativos de los residuos orgánicos, desde construir prótesis médicas a ser utilizados como combustible para automóviles. 

Bioplásticos

Actualmente, todas las instalaciones de tratamiento de residuos municipales de tipo orgánico generan o bien energía eléctrica a partir de los procesos de biometanización (obtención de biogás) o bien producen compost, mediante la digestión en pilas o en túneles cerrados. La legislación actual, con la modificación de primas para la obtención de energía a partir de residuos y los impuestos del combustible, complica la situación económica del sector, por lo que el AMB busca líneas innovadoras para conseguir productos con un valor añadido, como los productos bioquímicos y bioplásticos. 

Estos materiales, fabricados a partir de materia orgánica, tienen numerosas ventajas para el medio ambiente: no dependen del petróleo para su fabricación, emiten una cantidad inferior de CO2 en este proceso y algunos son biodegradables, con un tiempo de descomposición de entre 3 y 5 años (frente a los más de 100 de los plásticos convencionales). Una vez obtenidos, los bioplásticos tienen una gran diversidad de usos: desde bolsas de plástico respetuosas con el medio ambiente (que limitan la fabricación y el consumo de las que no lo son) hasta prótesis médicas con un coste mucho más asequible que las habituales.

Como se ha explicado durante el congreso Biometa, el AMB participa activamente en la investigación sobre estos materiales, junto con la Universitat de Barcelona. Este tipo de investigación busca generar la información necesaria para que, en un futuro, los criterios dejen de considerar la materia orgánica como un residuo, y pueda empezar a considerarse una materia prima. 

Los residuos como fuente de energía renovable 

También en el marco del congreso Biometa, se ha presentado el proyecto Methamorphosis, proyecto europeo aprobado dentro de la convocatoria LIFE del año 2014. Este proyecto está impulsado por FCC-Aqualia, la AMB, FCC, Gas Natural, el Instituto Catalán de la Energía (ICAEN) y el Centro Técnico de SEAT, SA.

El objetivo de este proyecto pionero es introducir cambios en el tratamiento de los residuos, tanto municipales como agroindustriales, de manera que aumente la producción de metano y que este gas una vez enriquecido pueda ser usado como combustible para vehículos, favoreciendo la reducción de GEI (gases de efecto invernadero).

Esta tecnología posibilitará la circulación de vehículos con un combustible mucho más limpio que los hidrocarburos, con un nivel de emisiones de partículas perjudiciales para la salud inferior, mejorando así la calidad del aire, y sin depender de las reservas de petróleo. Además, el proceso también permitirá que las instalaciones de tratamiento alcancen una alta eficiencia y un bajo nivel de contaminación, gracias a la reducción del 70% de la demanda energética requerida en el proceso y reducción del 80% de emisiones de CO2 respecto a los últimos sistemas implementados. Asimismo es un avance en la valorización energética de los residuos y en la propuesta de economía circular. 

La eficiencia del biometano enriquecido se demostrará con su uso en vehículos SEAT, en una serie de pruebas de más de 120.000 km.



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