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Un nuevo informe publicado por miembros de la Alianza Global por Alternativas a la Incineración, GAIA, de México, Ecuador, Chile y Argentina expone las cifras más actuales de importación y exportación de residuos plásticos hacia América Latina. El estudio contiene información crítica e inédita sobre las importaciones de residuos plásticos que están ingresando a países de América Latina, alertando nuevamente sobre la necesidad de reducir la producción de plásticos y de que cada país gestione sus residuos dentro de sus fronteras.

Estados Unidos nuevamente lidera la exportación de plásticos a América Latina y el Caribe, enviado más de 200.000 toneladas de residuos plásticos a la región entre 2020 y 2021. Algunos de los principales países receptores fueron México, que pasó de recibir 63.000 toneladas durante 2020 a 84.000 en 2021, y Ecuador, de 6.745 toneladas en 2019 a 8.253 toneladas en 2020.

El 1 de enero de 2021 se hizo efectiva la Enmienda de plásticos del Convenio de Basilea, que obliga a los países que deseen exportar plásticos contaminados o mezclados, o que no tengan como destino principal el reciclaje ambientalmente racional, a solicitar consentimiento previo al país receptor; no obstante, no se ha reflejado aún una clara disminución en el flujo de residuos plásticos, lo que es una señal alarmante sobre el cumplimiento de los compromisos internacionales de cada país.

Por ejemplo en México, el movimiento internacional de desechos desde y hacia México, incluso se ha incrementado. Además, mucho del plástico que ha ingresado como destinado al reciclaje, y que por lo tanto no necesita el consentimiento previo estipulado en la Enmienda de plásticos, ha llegado contaminado o es imposible de reciclar en el país de destino.

Residuos plásticos

José Manuel Arias, de la Asociación Ecológica Santo Tomás A.C., México, afirma que «nuestra preocupación es que no hay certeza del destino final de estos desechos plásticos, no sabemos si se usan para alimentar cementeras, en rellenos sanitarios, en tiraderos clandestinos. Creímos que con la entrada en vigor de la enmienda del Convenio de Basilea el movimiento de desechos plásticos entre los países se reduciría; en el caso Mexicano no fue así, el año 2021 es cuando más basura plástica ha ingresado a México. Consideramos que es necesario desmontar esa política pública que promueve a México como el vertedero de nuestro vecino del norte».

Los plásticos ingresan a cada país bajo la Partida 3915, que corresponde a una clasificación arancelaria para desechos, desperdicios y recortes de plástico; sin embargo, sus subpartidas tienen denominaciones demasiado amplias que no permiten saber exactamente qué se está importando ni el estado en el que llegan los plásticos a cada país.

No existe la infraestructura adecuada para el tratamiento de residuos plásticos

Pero los autores del informe indican que la gravedad del problema no pasa por solo saber cuánto y qué tipo de plástico ingresa al continente, porque se trata de materiales que en todos los países se descartan cotidianamente, y que en muchos casos ya representan un problema porque no existe la infraestructura adecuada para su tratamiento, colapsan los vertederos que ya están enfrentando una crisis o, aún peor, puede conducir a «propuestas de falsas soluciones como plantas incineradoras, quema en cementeras o propuestas de plástico a combustible».

Para Matías Roa, de la Alianza Basura Cero Chile, «es una práctica inaceptable porque estamos hablando de un residuo considerado peligroso, con diversos impactos negativos y que, además, se manifiesta como un síntoma de un sistema ya colapsado, el cual insiste en buscar soluciones al final del ciclo de vida del plástico y no en una etapa inicial como es la generación».

«Bajo esta lógica -insiste Roa-, para la región y Chile, los riesgos que se presentan son altos ya que no están los sistemas e infraestructura necesaria como tampoco la correcta fiscalización, lo cual permite que se generen muchas fugas a lo largo de toda la cadena, desde que el material es generado, hasta que es puesto en otro país».

Vacíos de información

El informe también evidencia los vacíos de información que existen entre aduanas y las instituciones ambientales de cada país, ya que hasta el momento no existe certeza de la peligrosidad ni de las condiciones en las que están ingresando los plásticos.

Mucho menos se sabe sobre el destino real de cada contenedor, por eso las organizaciones urgen que se informe antes del ingreso a cada país el detalle del proceso de reciclaje que se pretende realizar, el destino final para poder identificar reexportaciones (efecto pivote) y llenar cualquier otro vacío respecto al uso de los residuos importados. La razón principal de la falta de coordinación entre entidades, según señalan, sería que el ingreso desmedido de plásticos al continente es de orden económico y no ambiental ni de salud pública.

Ecuador

María Fernanda Soliz, directora del área de salud de la Universidad Simón Bolívar Ecuador y miembro de Alianza basura cero Ecuador, comenta que en este país «la importación de desechos plásticos como “materia prima”, está siendo justificada bajo el discurso de economía circular pese a que va en contra del Convenio de Basilea, del acuerdo 061, del art. 227 del Código Orgánico del Ambiental y de varias leyes orgánicas. Se trata de un discurso que pretende “blanquear” el imperialismo de la basura utilizando subterfugios lingüísticos».

«En esta línea, la “dispensa temporal” se ha convertido en la figura que deja la puerta abierta para que el incumplimiento de las enmiendas de plástico y prohibición del Convenio de Basilea se dé con venia del Estado en un país que no tiene escasez de desechos plásticos y que, por el contrario, entierra en malas condiciones el 96% de sus residuos. Las cifras de esta expresión colonial son escandalosas: en promedio, cada año se importan alrededor de 13.000 toneladas de desechos plásticos a un costo de más de cinco millones de dólares. Pagamos por recibir la basura, especialmente de los EEUU».

Esfuerzos globales

El informe concluye además que los esfuerzos globales para detener el comercio de residuos plásticos deben estar orientados a la disminución en la generación de residuos como objetivo principal, no solo a mejorar los controles aduaneros, al igual que establecer prohibiciones para que países desarrollados envíen sus residuos a aquellos más pobres y con legislaciones débiles.

En este sentido, afirma que las negociaciones para alcanzar un tratado global de plásticos jurídicamente vinculante representa una gran oportunidad para avanzar en la resolución de los problemas ambientales, sociales y económicos provocados en todas las etapas del ciclo de los plásticos.

Fuente: Residuos Profesional

Artículo de referencia: https://www.residuosprofesional.com/estados-unidos-exportacion-residuos-plasticos-america-latina/



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