WWF presentó ayer su informe anual sobre incendios en España. En esta ocasión, la organización afirma que, a pesar de los importantes avances en materia de extinción, los Grandes Incendios Forestales (GIF) no se han reducido ni en número, ni en superficie total afectada, ni tampoco en su tamaño medio. Aunque estos fuegos apenas representan el 0,2% del total de los incendios, arrasan anualmente decenas de miles de hectáreas arboladas, incluyendo fauna  amenazada. Además, estos incendios suponen un gran impacto socioeconómico y concentran un gran número de víctimas, incluso mortales, en las tareas de extinción.

Por ello la organización ecologista demanda un compromiso político a largo plazo con el medio forestal, ya que representa el 54% de la superficie  nacional.

La organización subraya que anualmente se producen en España una media de 15.391 siniestros, en los que el fuego recorre 123.442 hectáreas, una superficie similar a la de la isla de Gran Canaria, y que sólo apenas una treintena se escapan a los medios de extinción convirtiéndose en GIF. Por ejemplo, en 2009, en sólo 34 grandes incendios, se quemaron 55.000 hectáreas, el 50% de todo lo que ardió el pasado verano.
 
En cuanto a las causas de los GIF, WWF destaca que el 47% se producen de forma intencionada, el 11% por un rayo, del 15% se desconoce la causa y, el resto, se deben a negligencias y accidentes, entre los que destacan los debidos a líneas eléctricas.
 
2,1 millones de hectáreas quemadas

Otro dato preocupante que se desprende del informe es que, si bien en el periodo 1994-2007 la superficie forestal se ha incrementado en 1,54 millones de hectáreas, el fuego ha quemado en esos mismos años 2,1 millones de hectáreas, de ellas la mitad aproximadamente arboladas.
 
El informe repasa también el estado de la gestión forestal por comunidades autónomas y analiza el incremento de la superficie forestal en los últimos años, con especial atención a los procesos de restauración tras estos grandes incendios. En este sentido, la organización concluye que, aunque hay mejoras generales en las técnicas, existen grandes carencias en la asignación y distribución de presupuestos durante el proceso de restauración y en sus fases posteriores.
 
A su vez, WWF insiste en que un incremento de la superficie forestal con planes de gestión y una restauración más coherente, desde una perspectiva ecológica y socioeconómica, son los mejores cortafuegos ante los GIF.
 
Según Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF España: "Los Grandes Incendios Forestales son el síntoma más evidente de un espacio rural enfermo. Además, el problema de los GIF acumula una inercia de décadas de abandono del medio rural y cuanto más tarde en actuarse, mayor será la dificultad de corregir esta situación". Y concluye: "Estos incendios nos muestran que tenemos que crear otro modelo económico que valore los reconozca lo servicios ambientales y sociales de los bosques".



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