Modificación de los bosques

En la historia de la genética forestal, el nombre de Antoine Kremer ocupa un lugar relevante. Este ingeniero forestal, doctorado en genética cuantitativa, es pionero en la investigación de la diversidad genética de los robles europeos, una labor que desarrolla basándose en la genética de las poblaciones, su herencia y lo relacionado con ella, y en la biología evolutiva.

Investigador del prestigioso Institut National de la Recherche Agronomique (INRA, Francia), Kremer coordina Evoltree, una red europea de excelencia para estudiar la evolución de los árboles ante los cambios climáticos. Su valioso trabajo obtuvo una beca de 2,5 millones de euros del Consejo Europeo de Investigación, un apoyo que ayudará a avanzar en una investigación sin precedentes sobre la evolución genética de los árboles en respuesta a los cambios climáticos.

Kremer ha obtenido múltiples  reconocimientos internacionales, entre los que figura el Marcus Wallenberg Prize, que recibió en 2006, considerado como el Premio Nobel de las ciencias forestales. A estas distinciones se une el doctorado honoris causa que le ha otorgado recientemente la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), a propuesta de su Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural.

Pregunta. Háblenos de su trabajo. ¿Hacia dónde está orientado? ¿Cuáles son sus principales retos?

Respuesta. Estudio los árboles y, especialmente, cómo evolucionan o han evolucionado en la historia y en situaciones de crisis ambientales, como la que sufrimos actualmente con el cambio climático. Estoy estudiando, principalmente, cómo se adaptan los árboles para evolucionar ante el cambio global en el que estamos inmersos. Para ello, hay que mirar al pasado y ver cómo ha sido su adaptación, ya que también se ha producido este tipo de situaciones anteriormente. Así, podemos reconstruir la historia, utilizando esta información para hacer predicciones sobre qué va a pasar en el futuro y dando también consejos para hacer frente a esta crisis ambiental.

P. ¿Cuál es la principal conclusión hasta ahora de sus investigaciones?

R. Que los árboles disponen de recursos para adaptarse. Tienen mecanismos intrínsecos para la evolución que les ayudan y responden positivamente a los cambios ambientales. Uno de ellos, probablemente el más importante si se compara con otras especies, es que disponen de una gran diversidad, que es lo que se necesita a nivel poblacional para adaptarse o evolucionar. No obstante, esto puede no ser tan general como lo cuento ahora, pues también depende de cada caso. Como sabemos, hay algunas especies que están ampliamente distribuidas, con grandes poblaciones, y otras que son más restringidas. Por tanto, esto tiene que discutirse y evaluarse para cada especie en concreto. Esta es otra de las principales conclusiones.

P. ¿Cuál es la principal amenaza para los bosques europeos hoy en día? ¿Es la misma situación en el caso de España o se añade alguna específica?

R. Las predicciones son opuestas. Los científicos forestales construyen modelos con los que se pueden aproximar la respuesta de los árboles a un cambio de la temperatura o de los niveles de dióxido de carbono. Así es cómo se construyen los modelos de crecimiento. Por tanto, si se utilizan dichos modelos para hacer predicciones del futuro, los resultados son opuestos, por ejemplo, entre el norte y el sur de Europa. El norte se beneficiará claramente del cambio climático. En Escandinavia, el sur de Siberia o Rusia, los árboles crecerán mucho más de lo que lo hacen actualmente y, de hecho, ya están aumentando su crecimiento. Incluso en Francia, en el centro de Europa, si se compara el crecimiento de los árboles en estos días con cómo crecían hace cien años, se observa que ahora crecen mucho más en respuesta al incremento de la temperatura y dióxido de carbono, puesto que aumentan las tasas fotosintéticas.

No conozco la situación específica de España, pero las predicciones dicen que, mientras en el norte de Europa habrá beneficios por el cambio climático, en el sur, comenzando por el suroeste de Francia, la situación se tornará totalmente contraria por el hecho de que aumentarán las sequías estivales. El balance de agua para uso humano no cambiará demasiado, pero el agua se distribuirá de manera irregular tanto en el verano como en el resto de periodos del año. En consecuencia, habrá un estrés mayor en el sur de Europa.

P. ¿Desaparecerán algunos árboles por la acción del cambio climático?

R. Yo no creo que a nivel de especie haya ningún árbol que se extinga, pero veremos cambios en la composición de los bosques. Algunos árboles morirán en el límite sur, pero otros que vengan de latitudes más meridionales ocuparán su lugar. Por tanto, veremos una modificación progresiva de la composición de los bosques, y esto es lo que nos dice la historia. También, si se estudia la composición de los bosques durante cambios climáticos, después del calentamiento o las últimas glaciaciones, y se analiza la composición del polen, puede observarse que las comunidades de los bosques variaron. Puede haber muy pocas especies que estén en un rango muy estrecho, especialmente en la región mediterránea, que estén en riesgo de extinción, pero no creo que las especies que están ampliamente distribuidas se extingan. Habrá un movimiento, pero no un intercambio, y algunas especies que no esperamos, porque en las comunidades nuevas es difícil predecir qué especies habrá.



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