Seleccionar personas con mayor conciencia ambiental, de tal manera que el empleado tome cada vez más decisiones pensando en consumir menos y en proteger los recursos permitiría mejorar la cadena de abastecimiento de las empresas.

Así lo afirma William Sarache, profesor de la U.N. de Colombia Sede Manizales, quien dirigió una investigación realizada con 14 empresas del Eje Cafetero, centrada en la gestión de cadenas de abastecimiento verde o Green Suply Chain Management (GSCM).

Esta se encuentra orientada a lograr un desempeño operativo y financiero en equilibrio con el medioambiente, a través de diversas acciones a lo largo de la cadena de abastecimiento, entendida como el conjunto de empresas que forman parte del flujo de materias primas desde la primera fuente, hasta el consumidor.

“Hay conceptos como compras verdes y selección de proveedores con enfoque verde, que consiste en realizar exigencias ambientales a quienes quieran entregar materias primas. Se pueden hacer acuerdos de colaboración para reducir consumos de material, de manera que ambas empresas gasten menos”, indica el docente de la Sede Manizales.

En la primera fase del estudio se desarrolló un indicador multicriterio para medir en una escala de 1 a 5 el nivel de desempeño de las 14 compañías, frente a 8 procesos y 32 actividades, ya que se detectó que no existe un concepto integral que recoja todos los elementos y los lleve a una sola ecuación de cálculo.

Sarache encontró que las empresas hacen mayores esfuerzos ambientales internos, debido a las regulaciones y normas nacionales que exigen controles en los desperdicios y reducción de consumo de agua y energía. Sin embargo, hay grandes debilidades hacia afuera.

“Aunque en el diseño verde han empezado a incluir unas prácticas, todavía es muy incipiente. Algunas compañías no sabían que existía la gestión humana verde”, explica el profesor.

También se hallaron falencias en el transporte, pues sigue primando el factor económico por encima del ambiental. Sería preferible exigir certificación de gases para contratar a un transportador, pensar en escoger rutas que permitan menor uso de combustible o mantener un parque automotor de bajo consumo de gasolina.

El investigador reconoce que implementar estas estrategias genera altos costos, pero que varios estudios han demostrado que a largo plazo genera beneficios económicos y en el mercado.

“El marketing verde se ha visto como una herramienta que puede abrir nuevos nichos de mercado. Por ejemplo, en Estados Unidos son muy apetecidos los productos que han sido hechos bajo procedimientos limpios. El productor está generando una ventaja competitiva porque está vendiendo una promesa de protección ambiental”, amplía el investigador.

Esta investigación sigue adelante con el objetivo de refinar más el indicador y hacer estudios empíricos con otras empresas y así poder realizar comparaciones entre diferentes sectores económicos y tamaños de organizaciones, para ver cuáles se desempeñan mejor.

“Existe la hipótesis de que las empresas más grandes, por tener mayor capacidad financiera, obtienen mejor desempeño ambiental, y este a su vez les da mejor desempeño económico. No obstante, las pequeñas y medianas que no tienen un músculo financiero, no cumplen bien la tarea”, agrega el profesor.

En 27 estudios analizados para este trabajo sobre la situación ambiental en China, España, Italia, Brasil, entre otros países industrializados, también se muestran falencias grandes, demostrando la falta de conciencia verde en el sector industrial mundial.



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