Díaz Trillo ha destacado el "papel clave" de los ayuntamientos para afrontar este nuevo reto ambiental y ha expresado su confianza en contar con una "participación activa y comprometida" de los mismos para el desarrollo efectivo de este nuevo reglamento, aprobado el pasado mes de agosto por el Ejecutivo andaluz con el objetivo de prevenir, minimizar y corregir los efectos de la dispersión de la luz en el cielo y sus consecuencias en los espacios naturales y en la biodiversidad.

El titular de Medio Ambiente se ha referido también a otros perjuicios de la contaminación lumínica como las emisiones de CO2 y, por tanto, su influencia en el cambio climático y el calentamiento global. En este sentido, ha manifestado que "hay que desterrar de nuestros pueblos y ciudades la cultura del derroche, el despilfarro y del hiperconsumo energético y abrir paso a una nueva conciencia más próxima al ahorro, la eficiencia y el uso racional y responsable de la energía".

Se elaborará una guía tipo

La Junta apoyará a los municipios andaluces en la adaptación de sus ordenanzas municipales a la nueva normativa, elaborando incluso un modelo tipo que servirá de guía a todos los ayuntamientos. Además, la Consejería de Medio Ambiente creará un comité técnico, en el que participarán expertos del ámbito científico y universitario, que se encargará también de ofrecer asesoramiento a todos los consistorios y al resto de administraciones sobre la adopción de medidas contra este tipo de contaminación.

El consejero ha subrayado el "protagonismo" que tendrán los ayuntamientos en la aplicación de esta norma, ya que serán los encargados de establecer las zonas de flujo luminoso, arbitrando los diferentes límites y requerimientos técnicos para las instalaciones de alumbrado exterior, tanto públicas como privadas. Díaz Trillo ha defendido que esta división lumínica de las áreas urbanas "queremos hacerla desde la armonización de todos los intereses, tanto los municipales y empresariales como los científicos, ecológicos y de ahorro energético".

Para el establecimiento de las zonas, la Consejería pondrá a disposición de la Administración local, a través de su página web, una herramienta informática sobre Google Earth que ofrecerá una imagen de los usos predominantes del suelo en Andalucía, lo que facilitará la tarea municipal de división del territorio para acometer esta regulación lumínica.

Reducirá un 11% el consumo energético

El nuevo reglamento de protección del cielo nocturno frente a la contaminación lumínica permitirá evitar la emisión de 37.396 toneladas de CO2 a la atmósfera y reducir un 11% el consumo energético. En este sentido, el consejero ha puesto de relieve el importante beneficio económico que supondrá la aplicación de esta norma por la rebaja de la factura energética de las administraciones. La nueva norma garantizará la iluminación necesaria para al seguridad ciudadana y regulará también el diseño de las luminarias que, salvo en el entorno de edificios de especial interés patrimonial o cultural, deberán proyectar la luz de arriba abajo y evitar así su dispersión hacia las fincas colindantes y el cielo nocturno.

Entre las primeras acciones que está impulsando la Consejería, destaca la puesta en marcha de una campaña para la medición de la contaminación lumínica que tiene como objetivo determinar la calidad actual del cielo nocturno en Andalucía y realizar un seguimiento de la misma, a través de la instalación de diversos puntos de control que ofrecerán los parámetros y evolución de este tipo de contaminación.



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