Ten ha explicado que las pruebas a las centrales, tras el accidente en la central de Fukushima (Japón), se han centrado en la seguridad ante eventos externos y escenarios no previstos en las bases de diseño de las plantas.

En este sentido, Ten ha señalado que "hay que tener muy claro que la revisión de la seguridad es un proceso continuo y este trabajo que se ha hecho ahora se apoya en muchos años de trabajo en común con los reguladores europeos". Así, ha explicado que en España la normativa exige revisiones periódicas en todas las plantas cada 10 años y todas las centrales habían pasado por ella justo antes del suceso en Fukushima.

La presidenta del CSN ha explicado que "los informes antes del suceso, realizado por los expertos en España coinciden con el presentado por el comisario europeo que supervisó las pruebas de estrés" posteriormente. Las conclusiones, según ha comentado, en ambos casos es que "las plantas cumplen las condiciones de seguridad establecidas" en sus licencias y "tienen márgenes de seguridad y holgura en diferentes aspectos" aunque "también hay espacio para mejoras".

Ten ha indicado que "hay mejoras que pueden reforzar aún más los márgenes de seguridad ante eventos poco probables" por lo que el CSN ha requerido a los titulares de las plantas "un plan de acción con las medidas a mejorar junto a un calendario preciso que termina entre 2015-16".

Del mismo modo, ha explicado que el informe europeo tiene como diferencia con el español que se tratan temas fuera de las pruebas de estrés, como la responsabilidad civil frente a daños nucleares y el impacto de aviones o ataques maliciosos. Al respecto, Tena ha indicado que, respecto al impacto de aviones "en España se ha aprobado una instrucción para que las centrales tengan medios o elementos para perdidas de grandes extensiones en una planta".

En relación a la responsabilidad civil ante riesgos nucleares, ha explicado que en mayo de 2011 se aprobó una nueva normativa que incrementa las pólizas de cobertura por accidentes nucleares a 1.200 millones de euros por central. "Estamos esperando a que se ratifiquen las convenciones europeas de París y Viena, para ponerlo en vigor", ha apuntado.

Modificaciones

En cuanto a las inversiones que van a suponer las modificaciones exigidas a las centrales, Ten ha indicado que "el CSN decide las medidas y las modificaciones de diseño que se tienen que implantar, lo que cuesten es un problema que el consejo no cuantifica". "No calculamos las inversiones porque los titulares tienen que hacer las modificaciones cueste lo que cueste", ha indicado.

Todas estas exigencias que se han enviado a las plantas, y que éstas deberán cumplir antes de 2016, se irán "revisando" en reuniones con Bruselas. Así, ha señalado que el Consejo va a presentar, antes del 31 de diciembre de este año, el plan de acción a Bruselas y posteriormente habrá una primera reunión, en el primer trimestre de 2013, para hacer un seguimiento de implantación de medidas. "El seguimiento lo harán equipos técnicos europeos", ha apuntado.

Ten ha indicado que quiere comparecer en el Congreso de los Diputados "antes de que acabe el año" para explicar "cómo son las pruebas de estrés realizadas a las centrales españoles y destacar que las plantas no tienen ningún problemas reseñable".

Finalmente, preguntada por la situación de la planta de Garoña (Burgos), la presidenta del CSN ha señalado que el Consejo está a la espera de que Nuclenor envíe los documentos de cese de explitación, que deberá entregar antes del 7 de noviembre y esperan que termine su actividad en julio de 2013.



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