Dos de los ocho gigavatios de capacidad acumulada de producción de energía fotovoltaica en todo el mundo provienen de células solares Sharp o, lo que es lo mismo, un 25 de las placas fotovoltaicas instaladas a escala global han sido fabricadas por la compañía japonesa. Con estas cifras, Sharp se consolida como líder en el mercado de la energía solar, un negocio que, junto con el de televisores LCD y Sistemas de Información, es el que ha experimentado mayor crecimiento en la compañía.

La estrategia de futuro de Sharp por lo que respecta al negocio fotovoltaico se centra en la producción de células solares de película fina, ya que para su fabricación se requiere mucho menos material que para las convencionales. En este sentido, para finales de 2008 la compañía japonesa prevé ampliar la capacidad de su la planta de Katsuragi de 15 a 160 MWp y está ultimando la construcción de una nueva planta en Sakai donde, a partir de 2010, se producirán 1000 MWp (1GWp) de células solares de película fina de triple unión por año. Esta nueva planta, que será la mayor fábrica de paneles solares del mundo, formará parte de un inmenso parque industrial de más de un millón de metros cuadrados y que albergará también la primera fábrica de televisores LCD de décima generación.

Además de estas dos plantas innovadoras, el parque industrial de Sakai tendrá un espacio reservado a la industria auxiliar, lo que supondrá un ahorro tanto de costes como de tiempo. Asimismo, la presencia de los proveedores en el mismo recinto evitará las emisiones de CO2. Gracias a este sistema de producción integrado verticalmente, Sharp no sólo consolida su liderazgo tecnológico sino que también se reafirma como empresa comprometida con el medioambiente.

En la actualidad, Sharp produce células solares en su planta de Katsuragi (Japón), desde donde son enviadas para la fabricación de módulos solares a otras cinco plantas de Sharp, tres de las cuales se encuentran en Japón, una en Tennessee (EE.UU) y otra en Wrexham (País de Gales), en la que se producen módulos fotovoltaicos para el mercado europeo. Actualmente, Alemania es el mayor consumidor y promotor de la energía solar en Europa y Sharp prevé que España e Italia sean los grandes mercados del futuro.

Ya en 1959, Sharp inició la investigación y el desarrollo en el sector de la energía fotovoltaica y en 1963 puso en marcha la producción masiva de células solares. La primera aplicación de las células fotovoltaicas de la marca fue en 1966 para faros en Japón y posteriormente fueron utilizadas en satélites. La demanda de energía solar ha crecido considerablemente estos últimos años en todo el mundo y se prevé que continúe aumentando a un ritmo todavía más acelerado.

Sharp identificó el potencial de este tipo de energía hace ya medio siglo y hoy por hoy la considera clave en el camino hacia una sociedad con menor cantidad de emisiones de CO2. El concepto de ciudad ecológicamente avanzada implica para Sharp la utilización de células solares en una amplia variedad de aplicaciones: cubriendo toda la superficie del tejado de las casas, en las fachadas de los edificios o como suministro de energía para fuentes de luz. En este sentido, la compañía japonesa sigue actuando como motor de la intensa implementación de la energía fotovoltaica.



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