Entre ellos se encuentran evitar la emisión de 184 millones de toneladas de CO2, una mejora del 7% en la eficiencia energética global del sector residencial europeo y un aumento del 2% en el uso de la energía solar y geotérmica.

La Asociación Española de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (AOGLP) ha presentado en Madrid la versión en español del informe “Más allá de la Red de Gas”, un alegato a favor de las cualidades inherentes al gas licuado (GLP): (sostenibilidad, eficiencia, disponibilidad y limpieza) y de su crecimiento en el mix energético del sector residencial europeo, especialmente en aquellos hogares sin cobertura por parte de la red de gas natural.

La Europa fuera de la red, es decir, aquella a la que no llega el tubo del gas natural, está formada por 40,7 millones de hogares (más de 4 millones españoles) que constituyen el segmento del sistema energético residencial más contaminante y menos eficiente. De hecho, en 2010 estos hogares generaron 82 millones de toneladas de emisiones de CO2.

Actualmente, el GLP satisface el 17,4% de la demanda energética de estos hogares, lo que supone el equivalente a 8,8 millones de toneladas de petróleo. El crecimiento del uso del gas licuado hasta el equivalente a 14,1 millones de barriles de petróleo, es decir el doble del consumo actual, supondría eliminar de la atmosfera una cantidad de CO2 similar a las emisiones de todo el sector residencial de Alemania, Reino Unido, Polonia y España en 2030.

En nuestro país, uno de cada cuatro hogares está fuera de la red de gas, lo que supone un mercado o segmento con grandes posibilidades de cara a potenciar la eficiencia energética y la sostenibilidad del actual sistema energético español. Según José Luis Blanco, director general de AOGLP, “si extrapolamos a España el escenario que propone la hoja de ruta del GLP, podríamos ahorrar cerca de 1.000 millones de euros, que son los costes derivados de la emisión a la atmósfera de 20 millones de toneladas de CO2, amén de reducir considerablemente las emisiones de hollín, partículas y NOx”.

Para conseguir estos beneficios, el informe propone adjudicar un papel más importante al GLP como combustible para calefacción y equipos de cocina, así como fomentar sus nuevos usos, aún incipientes en el campo de la micro-cogeneración y los sistemas híbridos basados en la combinación del gas licuado con otras energías renovables. La medida reducirá la dependencia de los combustibles sólidos y de la electricidad, y permitirá una mayor contribución de las energías renovables y una mejora de la eficiencia energética global del sector de la energía residencial en Europa.

El GLP es una alternativa a los combustibles tradicionales baja en carbono. Su combustión emite un 49% menos de dióxido de carbono que el carbón y prácticamente no emite hollín, que según opinión de los científicos es el segundo factor principal que contribuye al cambio climático global y es quizá la mayor causa de calentamiento ártico.

Para identificar la contribución concreta que el GLP podría tener para aumentar la sostenibilidad del sector residencial de Europa en general y de la Europa fuera de la Red en particular, el E3M Lab, principal proveedor de escenarios energéticos para la Comisión Europea, utilizó la herramienta PRIMES.



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