En España hay unas mil trescientas granjas de gallinas ponedoras, todas ellas líderes en innovación e implantación de nuevas tecnologías para cumplir con las normativas de calidad y responder a las demandas del mercado.

La actividad del sector del huevo está sujeta a un conjunto de normas regulatorias elaboradas fundamentalmente en el marco de la Unión Europea y que conforman el denominado Modelo Europeo de Producción (MEP) basado en la promoción de la sostenibilidad de la producción agroalimentaria, la protección del medio ambiente y el bienestar y la sanidad animal. Las granjas españolas están invirtiendo en mejoras en las instalaciones y en la forma de producción para adecuarse a las normas sobre bienestar animal y reducir su impacto ambiental.

En la Unión Europea se distinguen cuatro sistemas de producción de huevos: en jaula, en suelo, camperos y ecológico. En todos ellos se mantienen las condiciones adecuadas para el bienestar de las aves y se aplican las normas de higiene y sanidad animal esenciales para que se produzcan huevos seguros.

La avicultura de puesta comunitaria está sometida a regulaciones específicas para reducir su impacto ambiental. Hay normas para aminorar las emisiones al medio ambiente y gestionar correctamente los subproductos y residuos de las granjas.

En España el 95% de la producción de huevos se realiza en jaula. Este sistema es el que genera menor impacto en cuanto a emisiones al medio ambiente y producción de gases de efecto invernadero.

La evolución de los indicadores de sostenibilidad en la producción de huevos española ha sido muy positiva en los últimos años. Las mejoras en genética, nutrición animal, prevención y control de enfermedades, alojamiento y manejo de las gallinas han conseguido que se aumente la producción de huevos de manera más eficiente y sostenible.

Por ejemplo y según indican los Primeros Indicadores de Sostenibilidad en la Agricultura y Ganadería en España elaborado por el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medio Ambientales de la UPM (CEIGRAM) a petición de la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible, el consumo de agua y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la producción de huevos se han visto reducidas. En el período de 1990 a 2008 se ha observado una disminución de un 3,5% en el consumo de agua por cada kilo de huevos producido. Pero además, en el mismo periodo, las emisiones GEI se han visto reducidas en un 4,34%.



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