
La arquitectura contemporánea se encuentra inmersa en una profunda transformación, impulsada por una creciente conciencia medioambiental y la necesidad de adoptar prácticas sostenibles. En este contexto, la sostenibilidad ya no es una opción, sino un criterio fundamental que determina la calidad, eficiencia y resiliencia de los edificios a lo largo del tiempo. Cada decisión de diseño y construcción debe alinearse con objetivos ambientales, sociales y económicos que aseguren entornos habitables, saludables y duraderos.
En este escenario, la elección de materiales juega un papel crucial. No se trata solo de su estética o resistencia, sino de su capacidad para integrarse en una economía circular, contribuir al ahorro energético y minimizar el impacto ambiental desde su fabricación hasta su reutilización o reciclaje. Aquí es donde destaca Deceuninck, una empresa líder en soluciones de cerramiento de PVC que ha hecho de la sostenibilidad el eje central de su propuesta de valor.
Sostenibilidad desde el diseño
Uno de los pilares del enfoque sostenible en la arquitectura es la integración temprana de criterios medioambientales en el proceso de diseño. Aspectos como la orientación del edificio, la ventilación cruzada, el aprovechamiento de luz natural, el uso de energías renovables y, especialmente, la selección de materiales eficientes, son esenciales para optimizar el comportamiento energético y reducir la huella de carbono.
Deceuninck responde a estas exigencias mediante el desarrollo de soluciones de cerramiento de PVC y de ThermoFibra. Una de estas soluciones es el sistema Elegant ThermoFibra Infinity, que está hecho de un material de alto rendimiento que combina durabilidad, eficiencia energética y una excelente capacidad de reciclaje. Así, a través de sus soluciones, la empresa permite a arquitectos, ingenieros y constructores incorporar materiales respetuosos con el medioambiente desde las primeras fases del proyecto, facilitando así la identificación de oportunidades de mejora, la implementación de tecnologías emergentes y el cumplimiento de normativas cada vez más estrictas.
ThermoFibra, el material más eficiente y circular
El PVC ha sido tradicionalmente valorado por su versatilidad y resistencia, pero su verdadero potencial en términos de sostenibilidad se manifiesta al analizar su ciclo de vida completo. Deceuninck ha desarrollado perfiles de ThermoFibra que permiten fabricar ventanas que no solo ofrecen alta resistencia al paso del tiempo, con una vida útil estimada de 35 años, sino que además puede reciclarse más de diez veces sin pérdida de propiedades técnicas. Esto convierte a la ThermoFibra en un material verdaderamente circular, capaz de reincorporarse al ciclo productivo sin generar residuos.
Y es que la ThermoFibra permite alcanzar transmitancias térmicas mucho más bajas, es decir, alcanzar niveles de aislamiento superiores a la media, que hace que sea muy interesante desde el punto de vista de la eficiencia energética. Este nivel de aislamiento térmico se traduce en una menor necesidad de climatización artificial y, por tanto, en una reducción significativa del consumo energético en los edificios.
Además, a diferencia de otros materiales, la ThermoFibra no requiere procesos industriales de alto impacto, lo que disminuye su huella ecológica durante la fabricación. A esto se suma el compromiso de Deceuninck con la producción responsable: la empresa ha invertido en tecnologías limpias y sistemas de gestión de residuos que optimizan cada fase del proceso productivo.
Compromiso real con la economía circular
La economía circular no solo implica reciclar materiales, sino rediseñar todo el sistema para minimizar el desperdicio y maximizar el valor. Deceuninck ha adoptado esta filosofía de manera integral. Su estrategia incluye desde el uso de materias primas recicladas hasta la creación de infraestructuras para la recuperación y el reprocesamiento de sus productos al final de su vida útil.
La planta de reciclaje de la compañía en Diksmuide (Bélgica) es una de las más avanzadas de Europa y tiene capacidad para procesar hasta 45.000 toneladas de residuos de PVC al año. Este esfuerzo no solo reduce el consumo de recursos, sino que evita la emisión de miles de toneladas de CO₂, contribuyendo de manera tangible a la descarbonización del sector de la construcción.
Además, Deceuninck colabora estrechamente con toda la cadena de valor: promotores, arquitectos, distribuidores e instaladores, promoviendo una cultura de sostenibilidad compartida que va más allá del producto. Esta colaboración interdisciplinaria es clave para integrar soluciones circulares en los proyectos desde su concepción y garantizar resultados más sostenibles.
Arquitectura para el futuro
En un contexto global en el que los recursos naturales son cada vez más limitados y las exigencias regulatorias se endurecen, soluciones como las que ofrece Deceuninck marcan una diferencia sustancial. No se trata solo de cumplir con los estándares actuales, sino de anticiparse a los desafíos futuros mediante la innovación responsable.
La apuesta por materiales reciclables, el diseño inteligente de productos, la eficiencia energética y el compromiso con la economía circular hacen de Deceuninck un referente en sostenibilidad dentro del sector de la edificación. Sus sistemas de cerramiento en PVC no solo cumplen con los requisitos técnicos más exigentes, sino que reflejan una visión holística que combina rendimiento, responsabilidad ambiental y bienestar para los usuarios.
En definitiva, Deceuninck demuestra que es posible construir de forma eficiente y responsable sin renunciar al diseño, la funcionalidad o la innovación. Su ejemplo invita a repensar la manera en que concebimos los espacios habitables y ofrece una hoja de ruta clara hacia una arquitectura más consciente, resiliente y alineada con los objetivos de desarrollo sostenible.
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