La Duma ha votado  una enmienda que extiende el decreto de amnistía a los acusados de cargos de vandalismo. De esta manera se incluye a los 30 del Ártico, 28 activistas y dos periodistas independientes que fueron arrestados hace tres meses tras una protesta pacífica en una plataforma petrolífera operada por Gazprom y situada en el Ártico.

Es casi seguro que los procedimientos legales contra los 30 del Ártico lleguen a su fin y los 26 que no son de nacionalidad rusa serán libres para volver a casa con sus familias en cuanto las autoridades rusas les concedan sus visados de salida.

"Estoy aliviada pero mi ánimo no es de celebración. He pasado dos meses en la cárcel por un delito que no cometí y me he enfrentado a cargas criminales absurdas. Ahora parece que esta saga podría acabarse pronto y podría no faltar mucho para que podamos volver con nuestras familias. Ahora mis pensamientos están con los compañeros rusos, pues si aceptan esta amnistía tendrían antecedentes penales en su  país por algo que no han hecho. Todo porque nos pusimos en pie para proteger el Ártico", ha declarado Ana Paula Maciel, de Brasil. Ella era una de las personas que se encontraba en aguas internacionales cuando el Arctic Sunrise fue abordado por los comandos de la guardia armada rusa antes de ser remolcado a Murmansk.

"Puede que dentro de poco esté en casa con mi familia pero lo cierto es que nunca debí haber sido acusado ni encarcelado. Navegamos hasta el Ártico para ser testigos de la gran amenaza medioambiental pero nuestro barco fue apresado por hombres encapuchados que portaban pistolas y cuchillos. Ahora la odisea casi ha acabado y puede que pronto seamos totalmente libres pero no hay amnistía para el Ártico. Puede que pronto estemos en casa, pero el Ártico seguirá siendo un delicado tesoro bajo la amenaza de las grandes petroleras y las crecientes temperaturas. Fuimos allí a protestar contra esa locura. Nunca fuimos los criminales", ha declarado Peter Willcox, capitán del Arctic Sunrise.

No está del todo claro si los 30 del Ártico que no son rusos podrán salir del país. Hoy en día no tienen los sellos necesarios en su pasaporte, al haber sido traídos a Rusia por comandos tras ser ilegalmente detenidos en aguas internacionales. Al aceptar la amnistía no están asumiendo su culpabilidad pero la causa legal contra ellos llegará a su fin. El destino del Arctic Sunrise, actualmente anclado en Murmansk, sigue siendo incierto, a pesar de la orden de un juzgado internacional de liberarlo tras una demanda del Gobierno neerlandés.

La campaña por la liberación de los 30 del Ártico ha dado lugar a 860 protestas en 46 países y más de 150 ciudades alrededor del mundo, además de que más de que 2,6 millones de personas han escrito a la Embajada rusa. Entre los apoyos recibidos a la campaña se incluyen los de Paul McCartney, Madonna, Jude Law, la actriz ganadora de un Oscar Marion Cotillard, Ewan McGregor, Juliette Lewis, Ricky Martin, Edward Norton, Gael García Bernal, Ricardo Darín, Alejandro Sanz o Pedro Almodóvar, que destacan entre muchas más personalidades famosas que también apoyaron la campaña.

Se recibieron apoyos políticos por parte de la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, Angela Merkel, David Cameron, François Hollande, Ban Ki-moon y Hillary Clinton. Además, doce Premios Nobel de la Paz pidieron también la libertad de los 30 del Ártico. Entre ellos, Desmond Tutu, Aung San Suu Kyi y Lech Walesa.



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