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La primera semana del pasado mes de agosto fueron localizados en el glaciar Aletsch (Suiza), la mayor masa de hielo de los Alpes, los restos de una avioneta accidentada y sepultada por la nieve en junio de 1968. Se trataba solo de un ejemplo de un fenómeno creciente en la cordillera central europea y muchas otras zonas de montaña de todo el planeta. El deshielo de los glaciares, asociado al aumento de las temperaturas y el cambio climático, está dejando al descubierto restos de actividades humanas y modificando radicalmente los ecosistemas, el paisaje e incluso las fronteras (como ha ocurrido puntualmente con el refugio Guide del Cervino).

Balance anual preocupante de los glaciares

Un informe publicado el 28 de septiembre por la Comisión Criosférica de la Academia de Ciencias de Suiza, con datos del proyecto de Monitorización de Glaciares de Suiza (Glamos), cuantifica los datos de este proceso de deshielo y advierte de que el verano de «2022 fue desastroso para los glaciares suizos: todos los récords de derretimiento del hielo fueron aplastados por la gran escasez de nieve en el invierno anterior y las continuas olas de calor». En el último año, «se ha perdido más del 6% del volumen de hielo» en los glaciares de Suiza, indica esta comisión especializada.

Las tasas de deshielo han superado con creces los registros anteriores del caluroso verano de 2003: los glaciares han perdido alrededor de 3 kilómetros cúbicos de hielo en 2022; más del 6% del volumen restante. A modo de comparación, hasta ahora, los años con una pérdida de hielo del 2% se han descrito como “extremos”, indica el informe de esta entidad dependiente de la Academia de Ciencias de Suiza.

La pérdida fue particularmente dramática para los glaciares pequeños. El glaciar Pizol en el cantón de St. Gallen, el Vadret dal Corvatsch (en los Grisones) y el Schwarzbachfirn (en Uri), prácticamente han desaparecido. Los autores de este nuevo informe recuerdan que la pérdida de hielo en los glaciares no es solo una cuestión paisajística o ambiental, sino una amenaza para la disponibilidad de agua potable de millones de personas. «Solo el derretimiento del hielo en julio y agosto habría proporcionado agua suficiente para llenar todos los embalses de los Alpes suizos desde cero», calcula la comisión.

Capa de hielo de 4 a 6 metros de espesor

En la Engadina y el sur de Valais, se desvaneció una capa de hielo de 4 a 6 metros de espesor a 3.000 metros sobre el nivel del mar. En algunos casos, este proceso de deshielo ha sido este verano «más del doble del máximo anterior». Se registraron pérdidas significativas incluso en los puntos de medición más altos (por ejemplo, el Jungfraujoch). La pérdida media de profundidad del hielo en todas las regiones es de unos 3 metros, alcanzando en ocasiones cifras superiores a los 4 metros (por ejemplo, el glaciar Gries, en Valais, y Ghiacciaio de Basòdino, en Ticino).

Las observaciones en estos y muchos otros lugares muestran que muchas lenguas de glaciares se están desintegrando y parches de roca están surgiendo del delgado hielo en medio de los glaciares; en un proceso que está acelerando aún más la desaparición de las zonas blancas de los Alpes. Este fenómeno es tan evidentes y extenso que incluso puede ser observado desde el espacio.

Los expertos recuerdan que la capa de nieve en los Alpes es cada vez más ligera, particularmente en el sur de Suiza. A esto se sumó el gran volumen de polvo procedente del Sahara entre marzo y mayo. La nieve contaminada absorbió más energía solar y se derritió más rápido. Como resultado, los glaciares ya habían perdido su capa protectora de nieve a principios del verano. El calor continuo ya veces tremendo entre mayo y principios de septiembre diezmó el hielo glacial.

Meses de verano

La serie de mediciones de nieve en Weissfluhjoch (Grisons, 2540 m), que se remonta a más de 80 años, reveló la segunda fecha más temprana para el derretimiento de la nieve (6 de junio).

Los meses de verano calurosos, soleados y sin nubes baten récords. Por ejemplo, la temperatura se mantuvo por encima del punto de congelación el 41 por ciento de todos los días entre junio y agosto en la estación meteorológica Jungfraujoch MeteoSchweiz (Valais -lado sur-, 3571 m). El promedio es del 25%. El verano también fue extremadamente seco. Hasta mediados de septiembre solo caían unos centímetros de nieve nueva en las altas montañas, confirman los datos del projecto Glamos.

El invierno pasado produjo muy poca nieve en general, particularmente en la meseta suiza y en el sur de Suiza. Basilea y Lucerna no registraron nieve en absoluto. La nieve fue particularmente escasa en la vertiente sur de los Alpes, especialmente en Ticino y el área de Simplon. En muchas áreas, casi no hubo nevadas por debajo del nivel de 1600 m.

En varias estaciones de medición en Ticino, la profundidad promedio de la nieve registrada fue la más baja desde que comenzaron las mediciones en 1959. Por encima de los 2000 m, la profundidad promedio de la nieve en las laderas del sur de los Alpes fue solo alrededor de la mitad del nivel habitual. En las laderas del norte y en la Engadina, fue alrededor del 70 al 100 por ciento de las cifras normales a largo plazo (1991-2020).

La Red Suiza de Monitoreo de Glaciares (Glamos) está financiada por la Oficina Federal para el Medio Ambiente (FOEN), la Oficina Federal de Meteorología y Climatología MeteoSwiss en el marco de GCOS Suiza, la Academia Suiza de Ciencias y swisstopo.

Fuente: JOAQUIM ELCACHO / LA VANGUARDIA

Artículo de referencia: https://www.lavanguardia.com/natural/20220930/8549284/glaciares-suiza-han-vivido-ano-peor-verano-historia-han-perdido-6-hielo.html



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