África podría estar absorbiendo más carbono de la atmósfera del que emite, por lo que estaría contribuyendo a reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según revela CarboÁfrica, un proyecto internacional de investigación en el que intervienen 15 organizaciones de África y Europa, entre ellas la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO).

A partir del estudio de los incendios forestales en el Parque Kruger de Sudáfrica, los flujos de dióxido de carbono en los bosques tropicales de Ghana o las pautas del clima en Sudán, la investigación de CarboÁfrica indica que, mientras que su porcentaje en las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero procedentes de combustibles fósiles son reducidas –menos del 4 por ciento del total–, África contribuye de forma importante a las emisiones a partir de fuentes naturales, según advirtió hoy la FAO.

Con respecto a la deforestación y los incendios, África representa el 17 y el 40 por ciento del total de las emisiones a nivel mundial. Además, tiene gran influencia en las variaciones atmosféricas estacionales de CO2, y a nivel interanual la mitad de las ellas puede atribuirse a este continente.

«Estos resultados iniciales demuestran que África juega un papel vital en el clima mundial», aseguró Riccardo Valentini, de la Universidad de Tuscia, y coordinador del proyecto CarboAfrica, establecido en 2006, con una financiación de 2,8 millones de euros del departamento de investigación de la Comisión Europea.

Lo más importante, sin embargo, afirmó Valentini, es el equilibrio entre el carbono capturado mediante la fotosíntesis en las amplias extensiones forestales y de sabanas africanas, y el carbono lanzado a la atmósfera como resultado de la deforestación, los incendios y la degradación forestal: el ciclo del carbono de África.

«La evidencia nos indica por ahora que África es un “sumidero” de carbono, lo que significa que captura más carbono a la atmósfera de el que emite», dijo Valentini. «Si se confirma, ello implica que África contribuye a reducir los gases de efecto invernadero, por lo que ayuda a mitigar las consecuencias del cambio climático», añadió.

CarboÁfrica se ha dedicado a analizar el ciclo del carbono en once países de África subsahariana durante los dos últimos años, a través de una red de estaciones de control. Los resultados preliminares –los finales se obtendrán en 2010– se debaten en una conferencia en Accra (Ghana) del 25 al 27 de noviembre de 2008, que reúne a más de 100 participantes de la comunidad científica internacional, los gobiernos y Naciones Unidas.

La agricultura es crucial

«La agricultura debe jugar un papel crucial a la hora de reducir aún más las emisiones de carbono africanas», señaló la representante de la Oficina Regional de la FAO en África, María Helena Semedo, durante la inauguración de la reunión.

«Tenemos que llegar hasta los campesinos africanos, enseñarles cómo usar su tierra y sus bosques, de forma que el ciclo del carbono sea nuestro aliado en la batalla contra el cambio climático», subrayó. «Es crucial y posible que estos esfuerzos contribuyan al mismo tiempo a incrementar la seguridad alimentaria», añadió.

Semedo explicó que a través de una gestión correcta de los suelos, como la practicada por la agricultura de conservación, las emisiones de gases de efecto invernadero pueden disminuir, al tiempo que se incrementa la productividad e incluso se aprovecha la agricultura contra los efectos adversos del cambio climático.

En línea con la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático, otra prioridad fundamental sería evitar la deforestación y ampliar la cubierta vegetal de África, según la FAO.



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