El Decreto aprobado permite la cetrería con Águilas perdiceras, catalogadas como En Peligro de Extinción en Castilla-La Mancha y Vulnerable a nivel nacional, y con otras especies protegidas o cuyo uso para la caza en cetrería no está permitido por las leyes de caza.
 
Contrariamente a los informes presentados sobre el alarmante declive de las poblaciones silvestres de aves rapaces en Castilla-La Mancha y a las recomendaciones de técnicos y científicos, la Junta de Castilla-La Mancha ha aprobado innecesariamente un Decreto que deroga la anterior norma autonómica aprobada en 2009 y que ya regulaba esta práctica cinegética en la región. 
El proceso de aprobación de la norma ha estado rodeado de falta de transparencia y de participación pública, ya que la ley obliga a realizar una evaluación sobre la incidencia de la cetrería en el estado de conservación de las poblaciones de aves rapaces silvestres de la Región, pero ni se ha hecho pública ni se ha debatido el documento de evaluación de las poblaciones, desoyendo todas las alegaciones que ponían énfasis en el delicado estado de conservación de muchas de las especies autorizadas en Castilla-La Mancha.
 
La norma  contempla la posibilidad de practicar la cetrería con especies silvestres protegidas y gravemente amenazadas, que en la gran mayoría de los casos no son criadas en cautividad o que son híbridos que podrían producir contaminación genética a las poblaciones genéticas por escapes accidentales.
 
Expolios y capturas de rapaces

Durante el periodo de elaboración del Decreto, los grupos conservacionistas presentaron alegaciones y pruebas que demostraban el que en Castilla-La Mancha se producen expolios y capturas de rapaces para cetrería y que la Guardia Civil ha destapado casos muy graves de comercio ilegal de especies de cetrería en España que señalan a Castilla-La Mancha como uno de los puntos donde se realizan este tipo de delitos.
 
De acuerdo con los informes sobre el estado de conservación de diversas especies de rapaces que se usan en cetrería (Lista Roja de la UICN, Libro Rojo de la Aves de España), el expolio y la captura de rapaces, los riesgos de hibridación y competencia y el comercio ilegal son problemas que afectan a diversas especies amenazadas. Por ello, se debería luchar contra estas amenazas, prohibiendo el uso de estas especies, en lugar de fomentarlo, ya que este tipo de regulación de la práctica de la cetrería supone un claro riesgo para las poblaciones silvestres de distintas especies amenazadas.
 
Por otra parte, el decreto autoriza el uso de especies que no cazan o no en todas las situaciones cazan especies consideradas cinegéticas en Castilla-La Mancha y que, por lo tanto, no podrían ser empleadas como herramienta de caza, o como en el caso del Búho real, que caza por la noche, modalidad cinegética prohibida.
 
En peligro de extinción

Es especialmente preocupante que permitan la cetrería con especies gravemente amenazadas como el águila perdicera, en peligro de extinción a nivel regional y vulnerable en el Catálogo Nacional, o el halcón tagarote, catalogado como en peligro de extinción a nivel nacional y en Canarias.
 
En el caso del águila perdicera, la Junta de Castilla-La Mancha tiene paralizado el obligatorio Plan de Recuperación que tenía que haber aprobado hace años y que contaba con medidas para asegurar la supervivencia de la especie, de la que sólo quedan entre 84-88 parejas en la comunidad autónoma. A las elevadas cifras de mortalidad detectadas en la región (más de 400 casos entre 1989 y 2008) ahora hay que unir esta otra amenaza para la especie, cuyos nidos y pollos estarán ahora más en peligro que nunca.
 



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