Los representantes gubernamentales reunidos en la conferencia del Convenio de Barcelona han validado toda la documentación técnica presentada por España para declarar esta franja marítima zona de especial protección de importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), dentro del Convenio de Barcelona. Así lo establecieron el lunes 18 de diciembre en la conferencia que se celebra en Tirana (Albania).

La Conselleria de Medio Ambiente del Gobierno de Baleares mostró su satisfacción por esta declaración provisional, que supondrá proteger unas 45.000 km2 en una franja que discurre entre la costa levantina y de Balares y frente a la costa catalana. La declaración queda sólo supeditada a que el Gobierno español publique un real decreto por el que se declara la zona como área marina protegida y proponga formalmente su inclusión en la lista de espacios ZEPIM. De hecho, el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente ya ha iniciado estos trámites, a través de un proyecto de real decreto en fase de información pública.

Alto valor

Este acuerdo era muy esperado debido al alto valor ecológico de este espacio. El corredor es un lugar de paso migratorio por el rorcual común hacia sus áreas de cría y alimentación en el norte del Mediterráneo. También es el hábitat y la zona de alimentación para otras especies de cetáceos, como el cachalote, delfín mular, delfín listado, delfín común y cetáceos buceadores de gran profundidad (calderón gris, el calderón común y el zifio de Cuvier…)

Una consecuencia directa de esta protección internacional es que el Ministerio de Energía deberá archivar todos los proyectos de prospecciones de hidrocarburos y las solicitudes de permisos de investigación de hidrocarburos que afecten a este espacio protegido.

Estudios sísmicos

Este régimen de protección establece la prohibición de efectuar estudios sísmicos con cañones de aire comprimido y otras tecnologías, así como cualquier otra actividad extractiva durante un máximo de tres años a contar desde el momento en que este espacio marino sea incluido en la lista ZEPIM. En este plazo deberá estar en vigor el plan de uso y gestión de dicha ZEPIM.

En esta zona, están en trámite doce permisos de investigación de hidrocarburos solicitados por la petrolera Cairn Energy en el golfo de León, así como otra petición en el mismo sentido (el proyecto Medusa) promovida frente a las costas de Tarragona al sur de la plataforma Casablanca.

Evitar ruidos

El Convenio de Barcelona reclama la elaboración de un plan general para reducir los niveles de ruido submarino. La contaminación acústica bajo el mar pone en riesgo la supervivencia de los cetáceos, debido a su especial fisiología, pues dependen del sonido para desplegar sus actividades de orientación espacial, alimentación, reproducción y cría.

“Esta decisión del Convenio de Barcelona es una excelente noticia para la vida marina en esta parte del mar Mediterráneo. Además, es un reconocimiento de la importancia de la investigación científica desarrollada y de sus resultados”, declaró Nicolas Entrup, portavoz de OceanCare y NRDC, dos oenegés internacionales miembros de Aliança Mar Blava, que reúne a decenas de entidades cívicas e institucionales, sobre todo de Baleares, que han promovida estas medidas de conservación.



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